JAVIER DÍAZ GARCÍA. MORADOR DE
LA MEMORIA COLECTIVA
Francisco Javier González
Mi amigo Agustín E. Díaz-Pacheco me pone por Messenger una nota escueta que me comunica la muerte del camarada, amigo y entrañable compañero JAVIER DÍAZ GARCÍA que, a veces, para poner de relieve sus ancestros se firmaba como Javier Díaz-Crosa o con su pseudónimo Agustín Crosa
Me viene a la memoria la letra de la canción de Alberto Cortez “Cuando un amigo se va/ una estrella se ha perdido…” En este caso, una estrella verde, o roja, o las dos cosas a la vez se ha ido, pero no se ha perdido. En la memoria sigue donde ha estado siempre, en primera línea de muchas luchas, de muchos combates contra la injusticia, la opresión, el sistema expoliador, muchas luchas en apoyo de desheredados de la fortuna, de los que han nacido “sin estrella”, los sintecho acampados en Santa Cruz, los inmigrantes negros que lograron arribar a una tierra que nada les ofrece o los que quedaron para siempre en el pedazo de océano que nos separa del continente, los trabajadores de todo tipo que malviven de un salario de miseria, los sinderechos…
Recuerdo a un
Javier, joven estudiante en la ULL en diciembre de 1977, en el día en que los
criminales de uniforme balearon impunemente a Javier Fernández Quesada en
aquella escalera de entrada a la Universidad. Javier Díaz, militante de una
izquierda que se enfrentaba al poder, vestido con un jersey de punto blanco,
cuando entraron al hall al estudiante herido le abrió la camisa y apareció el
pequeño agujero que hace una bala. Intentó que respirara, que reviviera, pero
solo quedó la mancha roja que se extendía por el jersey de Javier. Me relataba
la escena cada vez que yo escribía sobre aquel asesinato, que conmovió a toda
la sociedad canaria. Yo me encontraba muy cerca, en la Cruz de Piedra, con los
compañeros militantes de la CCT y el PTC convocantes de la huelga. Ese
asesinato, como el de Bartolomé García Lorenzo nos demostraba, mediante la
represión y las balas, la persistencia del franquismo y la vacuidad de la que
denominaban como “transición democrática”,
Cuando con el
Centro Amílcar Cabral editábamos el periódico “La Sorriba”, en la etapa más
avanzada que la inicial, Javier Díaz era el encargado de pasar a ordenador las
columnas que luego se montaban artesanalmente página a página. Su militancia en
ese entonces era el en el PUCC. Su posición, cómo me decía era clara: “Cómo
marxista lucho por la Independencia de Canarias”. Por eso terminó combatiendo,
sin adscripción partidaria, pero en primera línea en la lucha sindical, donde
se curtió en el SOC, luego Intersindical Canaria y creando CUIS-Canarias, que
él mismo define como: “Corriente para la Unidad de la Izquierda Sindical de
Canarias (Cuis-CANARIAS) es un Grupo de Facebook creado para compartir
noticias, así como opiniones o aportaciones relacionadas con el mundo del
trabajo, en la línea de sumar información, experiencias y conocimientos que
contribuyan a la causa de la lucha por una Canarias libre y socialista”
En la última etapa
se integró, como independiente, en “Ahora Canarias” donde trabajó para que no
se convirtiera en una unión más entre partidos (UP – ANC) sino que mantuviera
su vocación inicial de apertura a todas las personas individuales o a los
colectivos que admitieran como fin estratégico la Independencia y el
Socialismo.
La última vez que
estuve con él fue unos días de enorme tristeza para mí. Mi hijo Tanausú acababa
de morir. Estuvo en el velatorio y en el entierro. Nunca pude prever que, entre
mi forzosa estancias en el HU “La Candelaria·” y mi permanente brinco entre
Aguere y Gomera o viceversa, me alcanzara la noticia de su partida al
territorio de la memoria. Un amigo, camarada y compañero podrá irse pero su
lucha, su trabajo, su esfuerzo y sus ideales permanecen En este caso las estrellas
son bicolores: Verde esperanza de Independencia y Rojas de un Socialismo que
recupere la dignidad de todos los hombres.
Ar timlilit.
Tanemmirt amddakul Javier Díaz García
Francisco Javier
González
Canarias. 13 de
julio de 2022
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