PRESIDENCIALISTA; NO
JOSU AIZPURUA
El Sistema78,
basado en la Constitución y el solape con el Franquismo, es de todo menos
“presidencialista”, su esencia es parlamentarista, de representación
proporcional de los partidos, que eligen al Presidente del Gobierno, como
primus inter pares, pero unca con rango superior, ni atribuciones especiales
que no puedan ser revocadas por el quorum necesario.
La Presidencia del Gobierno, en el Parlamento, es sólo una justificación honorífica sin contenido prevalente alguno para el resto de los representantes parlamentarios en cuyas mayorías está el verdadero Poder. El voto del Presidente de Gobierno: es uno más.
Ya el Presidente
Rajoy comenzó una deriva presidencial en el sentido de su inaceptable abulia
parlamentaria en la que ninguneó al Poder Popular representado en la Cámara.
Hacía lo que le venía en gana sin consultar al Parlamento.
Y el Presidente
Sánchez está llevando al Sistema78 a un Régimen Presidencialista, impropio y
soportado por la insignificancia del Jefe del Estado, que, disminuido por su
escasa legitimidad borbónica y la nefasta acción de su padre, se limita a
representar el cómodo papel de segundón que le atribuyen desde el Gobierno.
Felipe I y de las JONS; no tiene talla de Jefe de Estado.
De ello y de su
gigantesca autoestima, se aprovecha el Presidente Sánchez para cometer sus
atropellos constitucionales y su desprecio a la representación Popular
expresada en el Parlamento.
El Orden Correcto
en Democracia está en la convocatoria parlamentaria para que representantes y
Pueblo ejerzan sus funciones y decidan que hará el Presidente y su Gobierno en
todo lo que no sean las funciones programáticas o de orden administrativo. Nunca está su función para “contar” lo hecho,
si no para pedir instrucciones-
El romper la
política del Sahara, la provincia 53 sin descolonizar como Canarias, Ceuta y
Melilla, es algo que el Presidente Sánchez no está capacitado para realizar sin
la previa explicación y autorización del Congreso.
No funciona la
Constitición78, y sus garantes, tan raudos ante cualquier nimiedad catalana, no
reaccionan al más grave atentado constitucional después del de Tejero. Bajo una
pátina de “razón de Estado” ocultan que esas precisamente, las grandes
decisiones de Estado son las primeras que deben ser conocidas y aprobadas por
el Pueblo-Parlamento, único depositario de la Soberanía.
Con un Sistema sano
en Democracia, ni el Borbón ni sus familiares, ni los Presidentes, podrían
haber hecho de su capa un sayo, y los Saharauis, Canarios y Ceuta y Melilla,
dejarían de estar embarrados en mentiras para confundir su realidad colonial.
La denuncia está
planteada; ¿Dónde está la Institución que la defienda? Por supuesto que
Marchena o Gabilondo, no están para estos temas.
Viva España y Viva el Rey.
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