jueves, 14 de abril de 2022

DEL BROMURO A LA VIAGRA


DEL BROMURO A LA VIAGRA

QUICOPURRIÑOS

 

          Abro hoy martes el “Diario de Avisos” como cada día mientras tomo el primer café en mi Bar de La Rambla. En medio de tantas tragedias, que por repetidas y  por mucho que nos duela, se nos hacen ya familiar y casi ni les prestas atención, una noticia que despierta mi curiosidad:

          Investigan la compra de 35.000 comprimidos de Viagra. “El diputado Elias Vaz ( Partido Socialista Brasileño, PSB) ha solicitado explicaciones al Ministerio de Defensa por la compra de 35.320 comprimidos de Viagra por parte de las Fuerzas Armadas”.

          De coña, pensé. Pero como a mí me gusta pensar, pues me puse a razonar, a investigar y a preguntarme y entonces me dije:

          ¿Quién puede estar detrás de dicha compra?. No sé porqué pensé inmediatamente en algún pariente de doña Isabel Díaz Ayuso y me equivoqué, pero veamos cual fue mi razonamiento. La Viagra la produce Pfizer, Pfizer la vacuna Moderna, para atajar el Covid-19, eso me llevó a las mascarillas y de ahí a que algún intermediario habría entre el laboratorio de las pastillitas azules y el jefe de compras de las Fuerzas Armadas brasilerias, y me dije, pues claro un Ayuso, razonando que el apellido podría tener algún origen brasileño. Pero erré, no era así. Resulta que en Brasil, de una población de doscientos doce millones de habitantes, tan solo portan el apellido Ayuso, trescientas dos personas, frente a las diecisiete mil doscientos veintitrés, Ayuso arriba, Ayuso abajo, censados en España, luego la posibilidad del parentesco se hacía estadísticamente improbable,difícil. Pero lo que definitivamente me convenció de la falta de implicación de un posible pariente de la Presidenta de la Comunidad madrileña en el negocio de la viagra carioca fue el propio origen del apellido Ayuso, que deriva del término latino “ad deorsum” que significa ”hacia abajo o abajo”, lo cual va radicalmente en sentido opuesto al fin perseguido por los descubridores de la milagrosa pastillita azul , cuyo objetivo es que aquello mire en el otro sentido, es decir hacia arriba.

          Disculpas anticipadas pues a la Sra. Díaz Ayuso por haber sido tan mal pensado.

          Pero llegados a este punto, seguí haciendo trabajar a las neuronas que aún me sobreviven y me formulé otras preguntas:

1ª) ¿Las pastillas han sido adquiridas para ser consumidas por la tropa? Entiendo que no estadística en mano, debido a que la soldadada habrá de ser numéricamente más numerosa que las raciones recibidas y porque la franja de edad hace presumible intuir que no precisen de ese refuerzo para conseguir levantar su espíritu. Luego, sospechosamente deduje, que los comprimidos son comprados para ser ingeridos por los mandos, lo cual me resulta toda una cacicada ( una injusticia, una ilegalidad, una prevaricación en toda regla, me encantaría leer el expediente administrativo de compra y cuál es la motivación esgrimida para la adquisición) y a ello concluí porque, cuando se hacen cacicadas de este tipo, sus autores sueles ser torpes, no saben disimular, se delatan ellos mismos, por ir de sobrados y es que el número de estimulantes adquiridos ( ya podrán haber redondeado la cifra para al menos disimular)  es prueba más que suficiente de a quienes van dirigidos, que no es otro que a los 35.320 componentes de mandos de los ejércitos cariocas comprendidos en la franja de comandante a general, quedando fuera los soldados y mandos patateros hasta sargentos incluidos, que hasta en eso hay clases.

2ª) Qué diferencia con el ejército español, con el de la época de “la mili”. Entonces a los “sorchis” se les mezclaba en el rancho o sopa que se comía en los cuarteles una abundante ración de bromuro, con el objeto de mantenerles la lívido baja y evitar lamentables erecciones inapropiadas en las duchas, mariconadas esas no bien vistas y que atentaban contra el honor castrense. Y además, pienso yo, a los soldaditos españoles se lo colaban en la sopa, que ingerían sin darse cuenta, pero a los soldaditos brasileños si se las mezclan en la sopa, ¿acaso no se darían cuenta de que algo iba mal en ese primer plato al ver los fideos tiesos? Eso me convenció, aún más si cabe, de que las pastillitas estaban reservadas a los mandos.

          El servicio militar en España  pasó de obligatorio a voluntario, y finalmente a profesional. Quizá el sueldo de un soldado, no sea muy elevado, por eso el que cada vez haya menos demanda para ese empleo. Sin embargo, la idea brasileña, hay que reconocer que no está mal. Si en la oferta de empleo público para cubrir las vacantes de los tres ejércitos, además del sueldo ofrecido se incluye como complemento no salarial, dos cajitas de viagra al mes, proporcionadas junto a la soldadada y sin receta médica, casi seguro que se incrementan las vocaciones militares.

          Y yo que no hice la mili porque fui declarado “no apto para el servicio”, o como popularmente se decía entonces, por inútil, con lo bien que me vendría ahora una azulita.

          “Dedicado a mi querida  Conchi Yanes, farmacéutica de Playa de San Juan “

                                                                                            quicopurriños

 

 

 

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