Puerto de la Cruz, 3 de noviembre de 2017.- Sobre educación emocional, la necesidad de cambio que nuestra escuela
necesita y la trascendencia del liderazgo han girado las sesiones de hoy en
este 45 Congreso Nacional de CECE.
La primera parte “Cuando
lo improbable se hace posible. La escuela desde el corazón ya está aquí” ha
sido impartida por el profesor Antonio Rodríguez, pionero y principal impulsor
de la introducción curricular en la escuela de Canarias, como asignatura
obligatoria, la denominada “Educación
emocional y para la creatividad” EMOCREA.
El profesor Rodríguez explicó con todo lujo de detalles en qué
consiste esta asignatura y las ventajas que se derivan de la misma. EMOCREA,
dijo, es un buen lugar. El lugar donde niños y niñas están bien. Por eso, la
buena educación es educar desde el corazón.
“Cuando los educadores no valoramos la importancia de las
emociones de los estudiantes estamos olvidando una fuerza decisiva en el
proceso del aprendizaje”. De ahí la importancia de EMOCREA cuya finalidad es
dar herramientas para gestionar inteligentemente las emociones, afirmó Antonio
Rodríguez.
La segunda parte, “El
reto de la innovación educativa: educar para un mundo desbocado” corrió a
cargo de Carlos Magro que hizo especial hincapié en la necesidad de cambio que
necesita nuestro sistema educativo ya que genera altas tasas de fracaso y los
cambios deben afectar a todos los parámetros del proceso enseñanza/aprendizaje:
dónde, cuando, con quién y de quién, cómo qué e incluso para qué se aprende.
Vivimos, según Magro, “una época en la que se está produciendo
una brecha creciente entre las necesidades sociales de educación y los
resultados que los sistemas educativos son capaces de generar.” “Alumnos y
maestros no están satisfechos con lo que se aprende, ni con la percepción
social sobre su desempeño”. “Un malestar que se manifiesta entre otras cosas en
una profunda desmotivación. Desmotivación en primer lugar de nuestros alumnos.
Pero desmotivación también de los docentes y, añadiría, también de los equipos
directivos”.
Necesitamos urgentemente motivar a los alumnos hacia el
aprendizaje. Ofrecerles un aprendizaje no solo significativo, sino también un
aprendizaje con sentido.
Nadie duda de la necesidad de un cambio profundo pero el cambio
no está en la norma, hay que buscar un cambio disruptivo del orden escolar,
aprovechando las fuerzas del sistema y construir puentes entre el presente y el
pasado. No se trata de innovar contra las escuelas sino con ellas y la
innovación solo tiene sentido si está orientada a la mejora de nuestros
alumnos, concluyó Carlos Magro.
El tercer acto, fue la conferencia “La escuela: ¿estamos formando líderes o víctimas?” ofrecida por
Juan Ferrer. En su opinión, tenemos que ser “gefes” de nuestras vidas, es
decir, gerentes de felicidad y las actitudes para ser líderes son: luchar,
aceptar, valorar y perdonar. La diferencia entre éxito y fracaso es la actitud.
Para cambiar el modelo de liderazgo no hay que ir delante, hay
que ir detrás y el trabajo de un líder no es crear seguidores, sino crear
líderes sostuvo Ferrer.
Con una mesa redonda de los tres ponentes citados, muy
interactiva con los numerosos asistentes, en las que se han planteado y
debatido temas de la máxima actualidad educativa,
finalizaban las sesiones técnicas de la mañana de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario