AFLUENZA.
L.Soriano
Les
desvelo el Tópico. Si usted presenta
síntomas de ansiedad, estrés y endeudamiento causados por el acopio obstinado
de bienes materiales que en teoría mejorarían su calidad de vida, lo más
probable es que padezca de afluenza.
La
sociedad en la que vivimos se niega a renunciar a nada de lo que estiman “han
conseguido”, se merecen y necesitan. Si pueden o no, si deben o no, si se
endeudan o no, ni siquiera lo consideran. Los valores han cedido ante el ansia
de conseguir ser algo o alguien, por el mero hecho de poseer artículos,
artefactos o propiedades, que sin
embargo, y siguiendo punto por punto la utilidad marginal decreciente, cada
vez satisfacen menos.
El
Drama Griego, o el Dracma griego, se produce por haber gastado a borbotones
alegando una política social, corrompiendo todo el país, mintiendo, engañando,
falseando, con tal de conseguir dinero para vivir mejor de lo que deberíamos de
acuerdo con nuestras posibilidades, de país y de individuo. Han pasado de gemir perdón, a la chulería
del, “a que no me echas”.
Pero
en General es un mal Europeo, contagioso y contaminante, que incluso derriba
más muros que las ideologías y hace caer más Sistemas y Gobiernos que los
ideales. Y, según mi personal teoría, se produce porque las generaciones que
nos precedieron, una en mi caso,
trabajaron, padecieron miles de sufrimientos y humillaciones, lucharon, y
pusieron millones de muertos para crear la sociedad mejor para nosotros, que
hemos recibido en herencia. Herencia que hemos despilfarrado, malgastado,
derrochado e insensatamente destruido. Nosotros lo hemos recibido sin ganarlos,
y, como esos títulos nobiliarios que quizás se obtuvieron por valentía o
lealtad en su día, los depositarios de los títulos, derechos o prebendas,
conseguidas con el sudor o sangre de nuestros antecesores, los hemos dilapidado
sin pudor.
Ahora
se nos pide sentido, disciplina, ahorro, disminución de derechos y de calidad
de vida, a la vez que nos suben los impuestos sin nada a cambio en
contrapartida. Lo que ocurre es que es la clase política la que nos encadena a
nuestros bienes materiales, subiéndonos los costos de mantenimiento y de vida,
para que ellos puedan seguir con sus miserables prebendas y sus indecentes
corruptelas, algunas inmensas. Y como en Grecia, los rumores de ruido de
sables, se desatan, debemos temer que los radicales se estén preparando para
desplazar a quienes se creen inmunes e impunes a las catástrofes políticas. Nos
lleva al desastre su ceguera y ambicion ilimitada.
Les
sugiero una urgente vacuna contra la Afluenza , que vigilen el voto y el
cumplimiento de todas las promesas y actuaciones sensatas. A reflexionar.
Reflexiones
L. Soriano
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