300.- Hablando de Economía.
L. Soriano
Trescientos
mil millones de Euros, es lo que al parecer se ha dejado la Bolsa Española en
el último año. Un tercio de ellos estas tres semanas pasadas, y no está claro
que haya terminado el baile. No es moco de pavo esa pérdida de valor de las
empresas españolas. Y lo más curioso es
que ese dinero no se ha evaporado, alguien lo tiene, el que vendió en alto. JESSIE
L. LIVERMORE, natural de Massachusetts, también conocido como The Boy Plunger y como
“El gran oso de Wall Street”. Esta denominación viene del Bear market,
donde operaba desde 1907 al 29, y a la forma en que actuaba. El Short sell, o
venta en corto. Modalidad enfrentada al Bull market, que practicaban la mayoría
de los inversores. El toro topa o embiste hacia arriba y el oso ataca hacia
abajo. Fue denostado y odiado, así como culpado por las caídas de la bolsa y de
la bancarrota de muchos inversores .así como la ruina de muchas empresas y el
cierre de muchos Bancos. Se hizo multimillonario varias veces, se arruino otras
tanta veces y al final, se suicidó. Esa vida de montaña rusa debió de ser
emocionante.
“
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The game of
speculation is the most uniformly fascinating game in the world. But it is
not a game for the stupid, the mentally lazy, the person of inferior
emotional balance, or the get-rich-quick adventurer. They will die poor.
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”
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—Jesse
Livermore, How To Trade In Stocks
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Básicamente
viene a decir que la especulación bursátil es el juego más fascinante del
mundo. Pero que está hecho para gente entera, no estúpidos, perezosos o
aventureros del “ser ricos pronto”, ya que estos, morirán pobres. La música
seguro les suena y la letra la conocen muchos en sus propios registros.
La
espiral de caída semilibre en que nos hemos dejado un tercio de la riqueza del
país, es fruto de las políticas aplicadas hasta ahora y del derroche, la
corrupción y la estupidez de los dirigentes por comisión, omisión o dejación
del “in vigilando”. Además, los que querían ser ricos, rápido, con bajo
equilibro emocional y preparación. Sin esfuerzo y siendo los más listos del
barrio, han tocado a su fin cavando su tumba. Morirán pobres. Pero lo malo es
que vamos a pagar todos por las locuras de unos cuantos, la estupidez de otros
pocos y la avidez de unos políticos sin
escrúpulos, que nos sacaran los hígados para malvenderlos en los mercados de la
miseria. A reflexionar.
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