LORCA: ASALTO TRUMPISTA EN VERSIÓN MURCIANA
JOSÉ COY
Momento
del asalto al Ayuntamiento.-
Algo huele mal en toda la comarca del Guadalentin y no solo es por las macrogranjas que hay en el municipio de Lorca, a lo que hay que sumarle las explotaciones ilegales. Lo que también huele mal es el trumpismo instalado en la Región de Murcia que atenta a la paz y la convivencia en este territorio que va camino de convertirse en algo parecido a Alabama con racismo extremo incluido -si no le ponemos remedio-como hemos podido comprobar en el lamentable asalto al Ayuntamiento de Lorca -que nos ha recordado al asalto del capitolio en EEUU- promovido por la gran patronal del sector agroganadero, además de PP y Vox, cuyos principales cargos estuvieron en la concentración que se convocó con motivo del pleno municipal que se celebraba para debatir una modificación del plan general de ordenación urbana que regula la distancia entre las explotaciones porcinas y el casco urbano de Lorca y sus pedanías.
Tal modificación
contaba con un consenso previo que se produjo en julio de 2020 por parte de las
fuerzas políticas presentes en el Ayuntamiento y los sectores afectados. Ya que
era de sentido común garantizar y combinar
los intereses de los pequeños ganaderos, con los de la vecindad que sufre diariamente los malos
olores que provoca este tipo de actividad. Además de la contaminación del
territorio y las filtraciones que producen los desechos y residuos en los
acuíferos, muy difíciles de gestionar debido a la concentración de cerdos,
cifrada en mas de un millón , en un municipio de 96.000 personas.
Parecía razonable
dicho consenso que aumentaba de 1000 a 1500 metros la distancia desde estas
instalaciones a los núcleos de la población incluidos colegios y centros de
salud, 500 metros a fuentes naturales de agua y a 100 metros a cauces
oficiales. Estas medidas afectaban a las nuevas explotaciones, no a las ya
existentes, pero el plan de expansión que tiene grandes empresas como Cefusa,
filial de El Pozo y otras, hizo que el consenso que había saltara por los
aires. Todo ello mezclado con técnicas de comunicación trumpistas sobradamente
conocidas, basadas en manipulación extrema y mentiras. Así se llevó a la
concentración de ganaderos, que acudieron por una parte ganaderos manejados por
"los amos" y por otra, de sectores de la ultraderecha que no tienen
relación con el sector. De ahí se pasó a palabras fuertes y amenazas de quemar
el edificio o de matar a determinados concejales de izquierdas , como Pedro
Sosa de IU-VERDES.
Todo muy
lamentable, aunque lo peor es la justificación
que tanto Vox como el PP han dado a los incidentes. Con estas palabras
se referían respectivamente sus portavoces en Twitter "los progres de la
agenda 2030 ya no pueden pisar la calle" o
"esto es lo que ocurre cuando tienes a comunistas en el
gobierno".
Vivimos malos
tiempos vivimos en una Región de Murcia liderado por un gobierno formado por
PP-Vox-Cs, que es cómplice de una agroindustria que sobreexplota a sus
trabajadores y trabajadoras con unas relaciones basadas en la precariedad
extrema –conocidos son los resultados de las inspecciones de trabajo que han
dado titulares vergonzosos- y que no respeta el territorio, ni los recursos
naturales. Prueba de ello esta el desastre de el Mar Menor. Imposible olvidar las imágenes que hemos visto este
verano de miles de peces muertos y ya es la segunda vez que esto sucede. Los
vertidos que generan las macrogranjas y la agricultura extensiva son culpables
de ello, como sobradamente han demostrado científicos independientes, honestos
y rigurosos. En nuestra memoria quedan las enormes movilizaciones ciudadanas
que se han sucedido en la Región en los últimos meses por este motivo.
Esta tierra
necesita un modelo agroindustrial respetuoso,sostenible y compatible con el medio ambiente, el
territorio y las personas. De momento,
la agroindustria está en guerra permanente contra estos conceptos que van
acordes con los tiempos que vivimos y con
un cada vez mas visible e incuestionable cambio climático, que según los
estudios sobre escenarios futuros a este respecto, seríamos una de las zonas
mas castigas de España. Ese modelo está en expansión no solo en esta tierra murciana, también en
nuestra vecinas Andalucía y Castilla la Mancha. Por cierto, en casi todos estos
proyectos siempre aparece el nombre de Tomas Fuertes, dueño y señor de El Pozo
y Cefusa. Uno de los conflictos vecinales que está habiendo es el pueblo de
Yecla, en el que quieren colocar una macrogranja en el Monte Arabi, declarado
patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Ni siquiera esto respetan.
Hay que decir alto
y claro que las conexiones de la ultraderecha neoliberal y los poderes
económicos son muy visibles y demostrables. El trumpismo murciano intenta
imponer unos marcos y un pensamiento único, que afecta a nuestro presente y
futuro como Región. En una tierra que habitamos miles de gentes insumisas y
honestas que les hace frente diariamente en diversas formas, pero donde hay una
parte de la población que "compra" con excesiva facilidad los
discursos de odio y los bulos, con la complicidad clara de determinados medios
manejados por los amos. Así nos va. De momento.
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