Puerto de Granadilla, yo pido…
La caída de la actividad del Puerto de Santa Cruz reduce el sueldo de los estibadores. Esta importante noticia acaba de aparecer en uno de los periódicos escritos de Tenerife, en una tirijala poco visible, y supongo que también habrá salido en el resto de ellos, no se si igual de destacada. Y cuando digo importante noticia, no lo hago porque los Estibadores Portuarios, a los que muchos catalogan como privilegiados, se bajen sus sueldos, pues a pesar de ello seguirán escapando de la quema general. Lo digo por las razones que motivan esta decisión y su trasfondo, que tenemos la ineludible obligación de analizar, porque esta situación es básica y vital a la hora de considerar la necesidad o no de otras infraestructuras portuarias en la Isla.
La Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz, en la que también está integrado este Colectivo de estibadores portuarios, ha venido repitiendo una y otra vez a todos los niveles, Gobierno de España y Comisión Europea incluidos, que con el actual puerto de la Capital tenemos sobradamente para atender las necesidades portuarias de Tenerife por muchos años, que el de Granadilla no procede, sin que este mensaje, a pesar de que se corresponde con una realidad bastante tangible, haya sido tenido en cuenta por las autoridades con poder de decisión. Ni siquiera la gravísima crisis de tan difícil marcha atrás que atravesamos y su elevado coste, les ha hecho reconocer su manifiesta innecesidad, para redirigir la multimillonaria inversión que conlleva a necesidades realmente perentorias, que son demasiadas.
El Puerto de Santa Cruz no se ha utilizado por encima del 50% de su capacidad, y ya está próxima la finalización de unas importantes ampliaciones que triplicarán su capacidad, por lo que, a partir de aquí, nos encontraremos con unas instalaciones portuarias con un alto índice de ociosidad, muy sobradas para decenas y decenas de años. Sin duda, mejorando su gestión, que desafortunadamente ha continuado por los derroteros anteriores, desviando fuerzas para tratar, como sea, de hacer realidad la locura integral del puerto de Granadilla, podremos crecer, pero nunca a la situación anterior, que ha tocado techo y está en franca recesión. Y ello, a pesar de que el Puerto de Santa Cruz tiene unas extraordinarias condiciones naturales de abrigo, sin igual en Tenerife, que facilitan las maniobras de los buques y todas las operaciones portuarias, todo lo contrario que ese otro puerto que pretenden en la costa de Granadilla, dotado ya de un reciente dictamen pericial muy contundente, que lo desaconseja.
En ese litoral de Granadilla de muy conservada biodiversidad, idóneo para generar energía eólica o para los deportes náuticos de viento, el tráfico de contenedores sería ruinoso y el de gaseros muy peligroso. Son buques con grandes superficies de obra muerta, para que me entiendan de la línea de flotación hacia arriba, muy vulnerables al viento, y este es el quid de la cuestión. Hoy el negocio portuario está muy aquilatado, los porcentajes de ganancia son cada día más cortos y ante la crisis lo serán aún más. El rendimiento, por lo tanto, es más vital que nunca, y aparcando la complicación de las maniobras de los buques porta-contenedores, la estiba y desestiba de estos en Granadilla, dado los fuertes vientos y el tenerse que realizar con elevadas grúas, situaría su rendimiento en menos de un tercio del de Santa Cruz. Pues bien, a pesar de sus excelencias, sepan que el concurso para la concesión de la nueva Terminal de contenedores del Dique del Este en Santa Cruz, ha quedado desierto, ¿cree alguien que Granadilla se comería una rosca?
Entonces, ¿qué o quien lo justifica?, ¿el gas? No creo que aquí alguien se atreva a causarle tanto daño a la Naturaleza, al Medio Ambiente o a la Vida, o a poner en evidentes y graves riesgos de por vida, por proximidad, a núcleos de población o al turismo. Rayaría el delito el hacerlo, aunque, llegado el caso de una desgracia, si te he visto no me acuerdo, como suelen hacer. El transporte del gas hacia los núcleos más poblados, como Santa Cruz, La Laguna, La Orotava, etc., a través de una sinuosa orografía plagada de barrancos, sería otro disparate en toda regla, un peligroso disparate con el que nadie debería jugar. Sin hablar de esos movimientos sísmicos, que no nos son ajenos y que se convierten en otra peligrosa espoleta. Ni pensar quiero que sea el ofertar gas a industrias cercanas lo que estén valorando, sin sopesar que es un combustible fósil, que escaseará y se encarecerá más pronto que tarde, y conllevaría toda una barbarie, sería de Juzgado de Guardia.
Por todo esto y por esta crisis tan profunda que nos azota, que tantas penurias de todo tipo está provocando, YO PIDO al Gobierno de España, a la Comisión Europea, al Diputado del Común, al Defensor del Pueblo de España, al Defensor del Pueblo Europeo y a la Justicia Española y Europea en toda su extensión, que intervengan de forma muy urgente, antes de que sea demasiado tarde. Y en esta extensión, pido también a las Fiscalías Anticorrupción y de Medio Ambiente, por la cantidad de oscuridades y de incongruencias que le asisten y por los irreversibles daños que causaría, que abran todas las investigaciones que sean pertinentes, en la seguridad de que nos podríamos llevar muchas sorpresas y, lo que es mucho más importante, evitaríamos la catástrofe.
© Cándido Quintana
Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz
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