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domingo, 3 de mayo de 2020

KILOMBO TERRITORIAL


KILOMBO TERRITORIAL
JM AIZPURUA
Viendo la foto del orfeón ministerial (¿tanta gente para esto?) surge la duda si es su simpleza intelectual o lo intrincado del problema, la causa de su fracaso en la gestión de la pandemia.

Poner a un filósofo catalán al frente de Sanidad, que ni Irene quería, es una constatación de la teoría de la papa caliente, pero el resto de las portavoces deja perplejo al espectador ante la falta de carisma y capacidades. Lo de las FYCDSDE, vamos la poli de siempre, es una chusca cesión a los patrioteros del pelotón de los torpes, al que solo les faltó la cabra.
A los reyes no consiguieron engancharlos al asunto, pues no encajan por ningún lado. Como no surjan temas de cuernos, esta monarquía está tocada.
Ya en su final de pandemia, todos embisten a la ministra Ribera, pues su Plan de Des, ha sido un fiasco y les dan ganas de meternos de nuevo a todos en casa. Pero no es ella la culpable de que España sea un kilombo territorial, ni tan siquiera la Constitución78 que ya iniciaba un camino federal; lo son los ciegos y absurdos patrioteros que se pliegan a la ultraderecha.

La realidad territorial nos dice que un obrero gallego no visitará nunca Maspalomas y posiblemente no sabe donde está; ni le importa. Lo mismo que al paisano de Artenara que nunca visitará el barrio de Locay en Lugo.  Y es que España 2020, es la “rejuntación”, de lo que quedó en el XIX y XX después de perderlo todo, hasta la honra.
El estúpido intento Sánchez, de unidad, es anacrónico y opuesto a la realidad, que, en las comunidades nacionales, las regionales, y las comarcales, debió basar la batalla contra el virus, y debió aceptar la propuesta Canaria y así eludir esa papa caliente que es la descolonización Canaria y el enfrentamiento con el sultán por sus aguas. Se ha metido de cabeza en el kilombo de la territorialidad y ha sido anticonstitucional, sin respetar el espíritu de la Transición, el sesgo constitucional federal, y una realidad ineludible que refleja un paisanaje vario y muy sujeto al terruño propio e incluso al barrio. Es lo que hay tras 500 años.
¿No aprendió que no dejarle hablar a Revilla de su tren es contraproducente?
Usted con los presidentes autonómicos, debió concebir estrategias, y crear planes que, comunicados por expertos en ellos y con carisma, no hubieran sido una nueva cruz que hemos aguantado confinados y viendo sus escasas dotes de locución y su falta de sinceridad, o las de su oráculo sanitario Simón que no daba una. Illa es en sí mismo una pesadilla.
Ustedes pensaron que vendría el Covid19 maniatado y custodiado por las FYCDSDE, hasta Moncloa y la gloria sería eterna para Sánchez. Pero sin vacuna, sin test, sin UCIs y con más de 30.000 muertos, no es la gloria la que llegó, si no la catástrofe y la desesperación que usted tendrá que comérselas.
Los viejos, a los que ya nos racaneaban en pensiones, hemos visto con terror cómo nos negaban respiradores, como nos confinaban en centros sin recursos, o como cerraban nuestros asilos para que el virus se cebara. Hemos muerto abandonados, sin la prometida eutanasia, y con el único consuelo de un sanitario que se apiadó de nosotros y al que deberemos eterno reconocimiento. De nuestros entierros mejor no hablar, y su proyecto de homenaje póstumo, es la mayor de las indignidades.
Su tacticismo político le llevó a un orfeón ministerial de anulación de Podemos, con sus miembros más leales e inútiles, que no han sido capaces de estar a la altura de la lucha anti coronavirus.
Cambie ya, que aún puede todo ser peor.



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