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domingo, 3 de mayo de 2020

ESFERA DE DOLOR



ESFERA DE DOLOR
Escrito
José Rivero Vivas
Del Volumen:

TEXTOS DIVERSOS
Obra: E.21 (a.109)
José Rivero Vivas
Diversas Fechas
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Tenerife
Islas Canarias
Mayo de 2020
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José Rivero Vivas
ESFERA DE DOLOR
Creo que es cuestión de contar las cosas que no están, por no exponer antes su narración. Así, el más osado de los aspirantes a oráculo infalible, se volvió de pronto taciturno, y anduvo solo por medio del bosque, temiendo hallar endriagos terribles, que acabaran su existencia. Según colateral criterio, su metamorfosis se produjo en el instante de reservar entrada para el extraordinario espectáculo, por el Portavoz anunciado, cuya representación tendrá lugar el día señalado en el calendario. Sin embargo, no se escucha nueva armonía, al paso de las horas, diurnas y nocturnas, saturadas de clásicas melodías y aires populares, que embriagan al oyente, agazapado en su retraimiento de probo ciudadano.

Con once hojas pasadas, es bastante tiempo para la versión elegida, sutil consecuencia de haber privatizado la amistad. De lo cual se infiere que es preciso hacer algo inédito respecto de su consigna ulterior, presuntamente malograda, bien que, el supuesto activo, haya traicionado la iniciativa, así como el marchamo obtenido en la diligencia correctamente generada. Sucede, no obstante, que nadie ha sido destituido de su cargo, pese a su negligente gestión, demoledora de paneles publicitarios; prevalece, en cambio, su ejercicio, cual insigne paradigma, que ha de perdurar a lo largo de los siglos.
Prueba irrefutable se desprende de la temperatura política, que sube una barbaridad y no cesa en balística. De modo que, con eco insoslayable, pronto saldrán a la palestra unos protagonistas, que habrán de acusar de corruptos e ilegales a varios de sus compatriotas, convictos de alta traición, tras haber difundido, en medios locales, ese sinsentido atroz, sobre la mutación de animales exóticos en contacto con especies autóctonas, lo cual es susceptible de ser reflejado en materia vírica devastadora. Aunque suspicaz en suma, la conjetura tiene, de bueno y malo, que el índice no apunta Nación ni Estado.
Lo cierto es que, todo individuo culpable de facto, o por omisión, será procesado, con resolución condenatoria de los jueces, cuyo veredicto pondrá punto final al desafuero, tras sentencia de inhabilitación y cárcel mayor. El hecho, en justicia consumado, no implica atropello por parte de Institución ni de Gerencia. Así pues, una vez el País salvado, la población aplaude fervorosa y exclama:
-¡Victoria!
Ello nos lleva a constatar que, aunados los habitantes del globo, estoicos en el confinamiento a que se ven sometidos por el extraño virus, de efecto letal, en un futuro próximo han de estar preparados para asumir el peligro en rigor. De aquí tanta muerte contabilizada, como recuento de goles en Liga Internacional, cual si la información hubiese sido trastrocada en mera relación estadística, macabra de compunción.
Las autoridades, conscientes del temor que al pueblo atribula, en melifluo desagravio, manifiestan que el mal es general en todo el planeta, pandemia caída de pronto, con grave incidencia en gente de avanzada edad, aun cuando se pretenda que afecta a todos por igual. Pero, no acontece de la suerte, puesto que los de más alto riesgo son aquellos penalizados de orfandad social, enormemente desfavorecidos, no por barbas, sino por exclusión de toda capa en cualquier núcleo de población. Tanto así que se les imputa de réprobos, atribuyéndoles culpabilidad, como causantes indirectos de la terrible plaga que arrasa al mundo. Encima, están con su cantinela los privilegiados y sus acólitos, que ante la eventualidad de que sea estable la limosna asignada, en medios de comunicación y en redes sociales, coléricos vociferan:
-¡Esa ayuda económica, de miseria extrema, es degradante, ofensiva y deshonesta!
Expresión exclusiva de quien espera que el dócil empleado acuda, cada fin de semana, al despacho de su patrón, con su retribución en mano. De darse la anomalía, harán entonces mutis prolongado, lo que les permitirá preservar su boyante economía, indemnes y ajenos a la necesidad de respirar en amplio espacio, al tiempo de poseer todo menester cubierto.
Claro es que, el quid de la confesión, estriba en hablar tres al mismo tiempo, interrumpiéndose los unos a los otros, dando lugar a que se origine un caos mendaz, acerca de la moción diaria a efectuar, justo al romper el día, lo que proporcionará solaz y alivio al ser humano, cuando, lacerado y alicaído, palpite exhausto en su inasible esfera de dolor.
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José Rivero Vivas

ESFERA DE DOLOR
Tenerife
Islas Canarias
Mayo de 2020
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