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viernes, 31 de enero de 2025

BLACKSTONE: EL DUEÑO OCULTO DE LA ECONOMÍA CANARIA

BLACKSTONE: EL DUEÑO OCULTO DE 

LA ECONOMÍA CANARIA

POR CRISTÓBAL GARCÍA VERA

El mayor tenedor de hoteles de Canarias prepara la venta de 9.000 habitaciones

A casi nadie se le escapa el hecho de que Canarias es un Archipiélago económicamente dependiente de la industria del Turismo de masas. Sin embargo, son muy pocos los canarios están al corriente de quienes son realmente los verdaderos dueños de este sector estratégico y, por tanto, del conjunto de su economía (…).

A casi nadie se le escapa el hecho de que Canarias es un Archipiélago económicamente dependiente de la industria del Turismo de masas.  Sin embargo, son muy pocos los canarios  que están al corriente de quiénes son, realmente, los verdaderos dueños de este sector estratégico y, por tanto, del conjunto de su economía y, por extensión, del manejo de la política en las Islas.

Mientras los visitantes reservan sus vacaciones en hoteles gestionados por grandes cadenas como Barceló, Lopesan o Dunas, la realidad es que la mayoría de estos establecimientos no pertenecen a dichas marcas, sino a un actor que ha permanecido convenientemente en la sombra: Blackstoneuno de los mayores fondos de inversión del mundo y, a su vez, el principal propietario hotelero de Canarias.

La reciente noticia de que Blackstone planea vender sus 22 hoteles en el archipiélago –que suman casi 9.000 habitaciones– ha pasado casi desapercibida para la opinión pública. Sin embargo, más allá de esta compraventa de activos, lo que debería ser objeto de debate, y preocupar especialmente a los isleños, es el hecho de que la economía canaria esté controlada por un fondo de inversión estadounidense cuyos intereses responden a la rentabilidad de sus accionistas globales y no las necesidades de la población local.

A lo largo de este artículo desentrañaremos cómo Blackstone se ha convertido en uno de los verdaderos amos de la economía canaria -y española– explicaremos su método de control y analizaremos cómo esta concentración del capital representa una fase avanzada del capitalismo financiero y monopolista, caracterizado por lo que el geógrafo y teórico marxista David Harvey ha conceptualizado como la “acumulación por desposesión”.

BLACKSTONE: EL TITÁN DEL CAPITAL FINANCIERO

Fundado en 1985 en Nueva York, Blackstone es el mayor fondo de inversión del mundo y gestiona más de un billón de dólares en activos. Su estrategia se basa en la adquisición y especulación con bienes inmobiliarios, empresas y sectores estratégicos. En España, su presencia es abrumadora, dominando el mercado de la vivienda y el turismo.

Actualmente es el mayor propietario de hoteles: A través de su filial Hotel Investment Partners (HIP) controla más de 71 hoteles en el Estado español, con aproximadamente 20.000 habitaciones. De estos 71 establecimientos el 45% se ubican en Canarias, donde es propietario de hoteles en todas las islas, que son gestionados por terceros: Barceló, Dunas, Lopesan, AM Resorts y Alua Hotels (Hyatt).

Blackstone disfruta, igualmente, de un apabullante dominio del sector inmobiliario, con alrededor de 19.600 viviendas en alquiler en todo el Estado, que convierten a este fondo buitre en el mayor arrendador privado del país.  Ha adquirido miles de viviendas procedentes de la crisis de 2008 y ha participado en la privatización de viviendas públicas en Madrid y otras ciudadesBlackstone compró los activos inmobiliarios de CaixaBank y Banco Sabadell, reforzando así su control sobre este mercado en España.

Su estrategia no se basa en gestionar directamente estos activos, sino en comprarlos, reformarlos, aumentar su valor y revenderlos a precios inflados, extrayendo la máxima rentabilidad en cada operación.

BLACKSTONE Y EL CONTROL DE CANARIAS

Canarias es una economía turística de enclave, donde la mayor parte de los ingresos dependen de este sector. En este contexto, el hecho de que Blackstone sea el mayor propietario hotelero del Archipiélago tiene implicaciones profundas a las que jamás se refieren los medios de comunicación de masas, ni son cuestionadas por ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario.

– Poder económico: Si la economía canaria depende del turismo y Blackstone controla -o controlaba hasta la fecha- la mayor parte de los hoteles, entonces Blackstone es, de facto, el dueño de la economía de Canarias.

– Falta de control local: Ni el Gobierno de Canarias, ni los cabildos insulares, ni las autoridades municipales tienen nada que decir sobre las decisiones de este fondo, que controla el sector del que depende, actualmente, toda la sociedad canaria. De esta forma, la planificación turística y económica se encuentra en manos de inversores extranjeros.

– Deslocalización de beneficios: Los ingresos generados por los hoteles no se reinvierten en Canarias, sino que terminan en las cuentas de los accionistas de Blackstone en Wall Street, lo cual impide cualquier tipo de desarrollo local autónomo en Canarias.

– Especulación y precariedad: La lógica de Blackstone es simple: comprar barato, mejorar el activo y vender caro. Esto genera subidas en los precios, precarización laboral y una dependencia total del mercado financiero global.

La venta de los 22 hoteles de Blackstone en Canarias, obviamente, no alterará esta situación. Los contratos de gestión con las grandes cadenas seguirán vigentes, lo que significa que los trabajadores y la estructura del turismo permanecerán inalterados, mientras los dueños seguirán cambiando a espaldas de la sociedad canaria.

ESPAÑA: UN PAÍS EN MANOS DEL CAPITAL EXTRANJERO

El caso de Canarias, por supuesto, no es exclusivo. España, como otros múltiples países, se ha convertido en una economía dependiente del capital extranjero, con Blackstone y otros fondos de inversión controlando sectores estratégicos.

La banca y el mercado inmobiliario están dominados por grandes fondos internacionales. El turismo, principal fuente de ingresos, es gestionado por capitales extranjeros. Las decisiones económicas clave no se toman en Madrid o Canarias, sino en Wall Street y la City de Londres.

Una realidad que evidencia, de forma incontestable, que España no tiene ninguna soberanía económica real y, en consecuencia, carece también por completo de cualquier tipo de soberanía política.  

Sus recursos son explotados por corporaciones transnacionales, que dejan su parte del pastel a unos pocos grupos empresariales del país, mientras la clase trabajadora sufre los nefastos efectos de este modelo económico expoliador y depredador. 

EL CAPITALISMO FINANCIERO Y LA CONCENTRACIÓN DEL CAPITAL

Este fenómeno, que describimos en relación con Blackstone y otros grupos similares como Blackrock, no es una anomalía, sino el resultado lógico de la fase actual del capitalismola concentración del capital en manos de unos pocos gigantes financieros.

Con una precisión de análisis aún no superada, Karl Marx explicó, hace más de un siglo y medio, cómo el desarrollo del capitalismo conduce, inexorablemente, a la concentración y centralización del capital. Con el tiempo, los pequeños propietarios desaparecen y el mercado es dominado por gigantes como Blackstone.

En el caso de Canarias, esto significa que los hoteles, el turismo y la riqueza generada por este sector están en manos de un actor global, eliminando cualquier posibilidad de desarrollo económico autónomo.

En su obra, El imperialismo, fase superior del capitalismoLenin desarrolló el estudio iniciado por Marx, analizando y exponiendo cómo el capitalismo había avanzado hacia una fase marcada por la supremacía del capital financiero sobre todos los sectores de la economíaBlackstone es un ejemplo perfecto de ello. No produce nada, solo compra, vende y especulaAcapara propiedades y extrae beneficios de su control sobre las economías locales, provocando además potentes fenómenos inflacionarios en el precio del suelo y la vivienda que impiden o dificultan drásticamente el acceso a este bien esencial por parte de las clases trabajadoras.

El caso de Blackstone es el ejemplo perfecto de cómo el capital financiero domina las economías nacionales y, sin necesidad de intervenir directamente en la política institucional, consigue que esta se encargue de velar por sus intereses, aunque estos se encuentren en abierta contradicción con los de la mayoría de la población.

Canarias, una región totalmente dependiente del turismo, está en manos de un fondo de inversión estadounidense que decide el futuro de la economía sin que nadie lo cuestione.  Y así, mientras se mantiene la ilusión de que el Ejecutivo regional o el Gobierno central “rigen” los destinos de Canarias o de España,  Blackstone, y otros gigantes financieros como BlackRock o Vanguard, continúan ejerciendo en la sombra como los verdaderos “dueños del cortijo”.

 

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