ALOPÉCICO

ALOPÉCICO

AIZPURUA tar JOSU Mª

Por fin llegó la Eutanasia y la Libertad individual se impone al nacionalcatolicismo español, que impone cómo vivir y cómo morir.

Con férula constitucional, aún nos hacen vivir bajo presupuestos franquistas, que los llaman de otro modo, pero su efecto es el mismo; España ya no es UNA, son 17 pero funcionan como una que el PPSOE dirigió y que ahora se revuelve para ser otra cosa.         

Pero todo es falso, vivimos el Gran Hermano de Orwell creyendo que los medios de comunicación dicen la verdad de lo que pasa y que las leyes nos protegen. No es cierto: la Brunete Mediática dice lo que le mandan y la peremne casta es la protegida.

Por ejemplo. Yo, alopécico perdido, quiero “eutanasiarme”, pero no soy libre para ello, la casta tomó precauciones y el obispo vigila. Me pedirán papeleo, sellos, consultas, dictámenes, alternativas, y al final, otros decidirán por mí. El diagnóstico será que con la txapela mi mal desaparece. Un dictamen de Zizou me dirá que calvo se puede ganar la Champions y que me ponga raudo a ello. No me dejarán eutanasiarme; hasta en eso tienen que meterse.

¿Quién les dio el derecho funcionarial para decidir sobre mi muerte?

La clave está en la esencia de la derecha; el obligar a seguir su guion de vida y de muerte desde su Pensamiento Único.

Y lo mismo que en la muerte, en la vida, se impone su criterio, y obligan bajo pena de comunismo o terrorismo, a ser ovejas sociales, a no cuestionar al obispo, al patrón, a las FFyCCdSS del Estado, y a la preciosa historia de una España ensoñada donde se esconde la casta como héroes blanqueados en sus robos y desmanes.

Vivimos de continuidad, del franquismo al posfranquismo constitucional, ambos monárquicos por decreto dictatorial, y ahora que se agotó el invento nos están imponiendo otro capítulo de la misma novela del país uno, grande y libre, en versión 2021. Los guionistas son los mismos, y el Pueblo sigue igual de inculto, igual de pobre, igual de apaleado, e igual de resignado en su individualidad de árbol que no sabe verse como bosque.

Tristeza de la razón, desterrada y escondida tras botellón y disfrute. El necio salta y baila mientras le roban la vida. Lo han hecho tantas veces que no tienen miedo a repetirlo sabiendo que con dos palos y cuatro ostracismos volverán las oscuras golondrinas sus cargos a ocupar.

Los que van por el lado bueno de la Historia podrán de nuevo esclavizar, explotar, engañar; robar. Su saña se volcará sobre los nuevos “malos” que por un puñado de oro venderán a los suyos sus habituales traidorcillos, apoyados por la Brunete Mediática, que los presentará como razonables izquierdistas para dejar el bosque destrozado. Divide y vencerás. Demasiado antiguo, pero aún efectivo.

 Vivan las caenas, y que me pongan una con wi-fi, por favor.