51 MEDIDAS LIBERALES (CON 15 AÑOS DE
RETRASO).
Eloy Cuadra,
escritor y activista social.
Siento ser yo el que siempre va a la contra de las fantásticas medidas que nos proponen los gobiernos últimamente, pero es que tienen la fea costumbre de insultar a la inteligencia de muchos y tomarnos a todos por tontos, sin descansar prácticamente ni un día. La última jugada ha sido sacar estas 51 medidas a bombo y platillo dos días antes de las multitudinarias manifestaciones contra el modelo insostenible y autodestructivo canario, a ver si así unos cuantos se quedan en casa y no protestan. A modo de introducción a lo quiero contarles, tomaduras de pelo sonadas a la ciudadanía hemos tenido unas cuantas, una muy buena fue cuando Sánchez entró a gobernar anunciando que iba a acabar con la corrupción en España, vaya un chiste bien tirado. Los de la derecha nos toman el pelo igualmente con sus mantras habituales, lo del "buen trabajo" como mejor ayuda social o lo de que los inmigrantes pobres laicalizados son los culpables de casi todo. Puestos en el tema que nos ocupa otra gran tomadura de pelo fue la Ley de Vivienda que se sacó el Gobierno de Sánchez hace algo más de un año, una ley tapadera bastante cobarde que nos quieren vender como un éxito porque en Cataluña dicen que ha bajado un 5% el precio de la vivienda a raíz de las declaraciones de zonas tensionadas, que habría que ver si es verdad que ha bajado ese pequeño porcentaje, pero no reparan en que se han retirado del mercado del alquiler residencial en torno al 18% de las viviendas que había antes de aplicar la ley. Y en lo que respecta a Canarias tres tomaduras de pelo muy grandes preceden a esta última de las 51 medidas: la primera el famoso anteproyecto de ley que regulará el alquiler vacacional, llevan más de un año mareando la perdiz de la participación ciudadana y toda la parafernalia, y a día de hoy están a punto de sacar un desastre de ley que tiene a todo el mundo en contra y no soluciona nada, más bien empeora; la segunda tomadura de pelo es el decreto de medidas urgentes en materia de vivienda que se sacó el Gobierno de Canarias a principios de este año, con prácticamente nada hasta la fecha, a pesar de que se pusieron unas condiciones muy ventajosas para las empresas constructoras y para los amantes de evadir impuestos; y la tercera es la cortina de humo de estar todo el día machacando con el tema de la inmigración y los menores no acompañados, como si no hubiera otros problemas mucho más importantes en Canarias, cuando en realidad el problema en este asunto no son los inmigrantes, es el Partido Popular y sus políticas maquiavélicas antihumanitarias.
Pero vamos a
lo que vamos que se nos va el día, y de lo que se trata aquí es de desmontar la
oportunidad de estas 51 medidas liberales, que llegan con 15 años de retraso.
Que sean 51 medidas y lo destaquen expresamente tiene una intención, hacernos
creer que han trabajado mucho, y no son 5 ni 10, son nada menos que
51. Que sean liberales tampoco nos ha de extrañar, pues tenemos un
gobierno liberal conservador en Canarias. De ahí que en ese amplio comité de
"expertos" hayan ido a preguntar a expertos del Gobierno Vasco y del
Gobierno de Aragón, dos gobiernos claramente conservadores, además de a un
montón más de supuestos expertos que no conocemos y que tendrán la mayoría una
bonita ficha curricular, coartada perfecta en estos casos, pero que de seguro
compartirán también otra cosa, ninguno con problemas de vivienda o sufriendo
cualquier otro tipo de precariedad. Y se ve a la legua que son medidas
liberales por cuanto pasan en su mayoría por simplificar trámites burocráticos
y eliminar protecciones y garantías, quitar impuestos y favorecer la evasión
fiscal, y ponerlo todo más fácil todavía a los empresarios y demás inversores y
especuladores, camuflado siempre con un barniz de sostenibilidad y muchas
supuestas buenas intenciones que no tienen traducción práctica. Luego, si
se han fijado, en el título del artículo apunto que las medidas liberales
llegan con 15 años de retraso, esto tiene que ver con un detalle que a menudo
pasan por alto los defensores del capitalismo salvaje. Y es que todas
esas reglas ultraliberales que postulan que el mercado es sabio y cuanta menos
regulación mejor, y que los agentes del mercado se ajustan y acompasan ellos
solos, solo es medianamente posible en unas condiciones ideales en las que
todos los agentes se comporten como requiere el modelo ideal, pero la realidad
a menudo dista mucho de parecerse a esos modelos abstractos que postuló el
señor Friedman y compañía. Lo que en realidad tenemos son sociedades caóticas y
sobrepasadas a punto del colapso, donde la tendencia al lucro desmedido y la
explotación generalizada hace tiempo que se convirtieron en norma, y, en
estas condiciones, dejarlo todo a la mano invisible del mercado no hace más que
acercarnos aún más al precipicio. Prueba de esto que digo la tienen
en un ejemplo relativamente reciente, la crisis de las hipotecas subprime del
año 2008, una crisis provocada precisamente por la avaricia y el afán de lucro
enfermizo de todas esas entidades financieras tipo Lehman Brothers, Goldman
Sachs y compañía. A todos esos gobiernos ultraliberales del mundo occidental no
se les ocurrió entonces mejor cosa que agarrarse a políticas intervencionistas
de ultraizquierda, rescatando con muchísimo dinero público a todas esas
entidades financieras para que no colapsaran, y, como decían ellos, para
que el sistema no quebrara (mentira, el sistema no iba quebrar, solo algunos
bancos). Y así, todo ese rollo de la mano invisible, lo de que el mercado se
regula solo y todas esas patrañas se pusieron en suspenso, había que salvar a
la banca, con dinero público por cierto, con dinero de todos, un dinero que en
España aún no han devuelto, pero no importaba, suspendemos el capitalismo y
rompemos las reglas porque perjudica a nuestros amigos los banqueros.
Y bien, ahora
trasladen el ejemplo que les he traído del 2008 y los bancos a la situación
actual que sufre Canarias, totalmente sobrepasada y a punto del colapso por
cualquier lado que mires. Así, el modelo canario hace años que se ha convertido
en una selva sin ley donde todos especulan, engañan, roban, defraudan, evaden y
corrompen de la manera que mejor pueden: ¿acaso creen ustedes que lamerle más
el culo a los empresarios y hacerle un descuentito de impuestos en el IBI y en
alguna que otra desgravación más a propietarios e inquilinos va a suponer un
cambio real en el modelo? ¿Cuando todo en Canarias está basado en el lucro y en
el engaño, creen ustedes que estas medidas inocentes, superficiales y
paliativas van a suponer alguna mejora? Es tan ridículo como ver a la Ministra
de Vivienda del Gobierno de Sánchez pedir solidaridad y empatía a los
propietarios de vivienda. Con este mismo argumento podríamos pedirle a nuestra
clase política que fueran solidarios y empáticos con la clase trabajadora de
este país, y donaran partes de sus grandísimos sueldos a trabajadores pobres,
sus señorías estarían dos semanas riéndose. Con todo, lo que quiero que
entiendan es que en Canarias hoy, igual que en el mundo financiero en 2008, lo
único que cabe ya es, o dejarnos caer y que el capitalismo salvaje termine de
arrasarlo todo, o rescatar al pueblo canario con medidas claramente
intervencionistas, excepcionales, de emergencia, para evitar la catástrofe
humanitaria que ya hace tiempo que empezó.
Y así son las
cosas aunque no les guste, entre la crisis del 2008 y la crisis actual de
Canarias no hay mayor diferencia: entonces se rescató a la banca y hoy no se
rescata a los canarios, entonces se puso en suspenso el capitalismo y hoy
seguimos con medidas liberales tramposas: ¿entienden ahora por qué siento
tanto desprecio por nuestra clase política? A ellos no les duelen ni les
importan todos los que van a sufrir y morir y todos los que han sufrido y
muerto ya en estos años en los andenes de este capitalismo de rapiña.
Porque, como decía párrafos atrás, todos tienen su futuro asegurado y unas
cuantas casas, o negocios, o dinero en fondos de inversión, y así pueden
tomarse todo el tiempo del mundo para organizar comités de expertos, mesas de
seguimiento, borradores, anteproyectos, proyectos y postproyectos, comisiones
de investigación, observatorios técnicos o consultas a la ciudadanía, para
hacer como que están haciendo algo pero en realidad nada cambia.
De momento
esto es lo que puedo decirles sobre las 51 medidas, de las que solo
tenemos lo que sacaron este viernes, unas cuantas pinceladas, aunque ya se ve
por donde va el caminar de la perrita. Sobre la vivienda por ejemplo
(donde por cierto ya hasta el Banco de España está pidiendo intervenir el
mercado, y tenemos el mundo al revés, con los políticos más conservadores que
los propios bancos), vemos que muchas de las 51 medidas giran en torno a
rebajas de impuestos, en el IBI a propietarios, en desgravaciones al alquiler
de vivienda, en ayudas a hipotecas y en más beneficios a los empresarios a
través de la RIC y otros múltiples favores, subvenciones y facilidades, con
todo lo que esto tiene de pérdida de recaudación del sector público, cuando
precisamente estamos viendo que Europa nos va a cortar el grifo del dinero, y
cuando Canarias tiene un 36% de población en riesgo de pobreza necesitada de
coberturas públicas y cada vez más y más ricos, en la CCAA con mayor
desigualdad, no parece lo más acertado dejar de ingresar. Pero al margen de
este detalle no menor, si en ese comité de expertos estuvieran en verdad puestos
en lo que pasa en el mercado de la vivienda en Canarias, sabrían que entre
todos esos especuladores que tienen hoy viviendas vacías en el Archipiélago,
211.000 nada menos, muchos las tienen vacías porque no necesitan el dinero, y
no van a cambiar de opinión y ponerlas en alquiler por una rebajita de unos
pocos cientos de euros al año en el IBI, porque su negocio está en otro lado.
Del mismo modo, en un mercado habitacional tan salvaje y con tanta falta de
vivienda como el canario, desgravaciones fiscales o ayudas al alquiler no van a
suponer que las clases bajas mayoritarias y los jóvenes canarios mal pagados
accedan a un alquiler en el casting al mejor postor que se ha convertido el
mercado del alquiler. Por último, si nos vamos al empecinamiento en favorecer
a los empresarios para que construyan viviendas con la excusa del alquiler
"asequible", tenemos que saber que por esta vía, con el
encarecimiento tan acusado de los materiales y de la energía y los márgenes de
beneficios con los que se trabaja hoy, nunca les va a resultar rentable, salvo
que se les garantice un porcentaje alto de compradores con alto poder
adquisitivo, que no es precisamente lo que necesita Canarias. Otra vía, la de
la promoción de vivienda enteramente pública, es igualmente costosa pero más
lenta, y parece que no está este gobierno por apostar por ella, a pesar de
que el déficit es importante. Y lo de encargar al fondo buitre público Visocan
comprar vivienda vacía, por lo que estamos viendo en recientes compras, se
están pagando precios de mercado excesivamente altos, que no es lo que procede
teniendo como tenemos herramientas legales para presionar a los fondos buitres.
Lamentablemente, los dos expertos buitres de la especulación inmobiliaria
que dirigen Visocan no están poniendo en la empresa pública su
habilidad para comprar chollos, algo que tan bien se les ha dado en el ámbito
privado.
Y esto es lo
que puedo decir sobre las 51 medidas a falta de verlas en detalle, pero ya les
adelanto, sintiéndolo mucho, creo que no van a servir, porque la situación
actual de Canarias es desesperada y requiere intervenciones valientes y
urgentes en todos los ámbitos. En el mercado de la vivienda el primero,
intervenciones que pasan irremediablemente por frenar la sangría del alquiler
vacacional y reducir su número, por mucho que no guste y quieran vestirlo de
pequeños propietarios, cosa que no es cierta, no podemos asumir un 17,5% de
todas las viviendas vacacionales que hay en España y subiendo. Porque, aunque
no guste a muchos, es el crecimiento desmesurado y sin control de la vivienda
vacacional lo que está detrás de que hayamos pasado de 14 millones de turistas
a casi 18 millones, habiendo aumentado en casi un 40% las camas turísticas del
Archipiélago, con el colapso subsiguiente que esto implica en todos los
ámbitos. Y pasan también por presionar a los propietarios de viviendas vacías,
no con ruegos y prebendas, sí haciéndoles ver que la vivienda no es un bien
especulativo (como recuerda el artículo 47 de la Constitución), y ponerlas
en alquiler social obligatorio cuando lleven más de un año vacías sin
justificar, como hacen en países como Bélgica y Holanda, países
perfectamente capitalistas muy conservadores por cierto. ¿Si pueden ellos por
qué no podemos nosotros?
En resumen,
esto es lo que hay, mucho por hacer y por hacer pronto, con urgencia, porque
mientras sus señorías se toman todo el tiempo del mundo para sacar normativas
lamentables que nunca salen para hacer como que hacen algo, el mercado
hiperespeculativo y depredador de Canarias sigue funcionando, sigue devorando
territorio, sigue aumentando la población y la sobrecarga del medio, y sigue
maltratando y echando de su propia tierra a los canarios.
Eloy Cuadra, escritor y activista social.
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