HEROICO JEAN PAUL SARTRE
Por Eduardo
Sanguinetti, (*)
Jean-Paul Sartre, filósofo, dramaturgo, activista, periodista político y escritor, nació en París el 21 de junio de 1905, considerado el máximo exponente del humanismo marxista y del existencialismo ateo, condensando su pensamiento en una obra en la que sus ideas sobre el Yo y la sociedad fueron claves para el devenir del acontecer filosófico de todos los tiempos... “Nada nos garantiza que la literatura sea inmortal (...). El mundo puede prescindir perfectamente de la literatura. Pero todavía mejor puede prescindir del hombre” (JPS).
Desde su famosa frase "la
existencia precede a la esencia" hasta su enfoque en la responsabilidad
individual, descubriremos cómo la libertad se convierte en una cuestión fundamental
en la filosofía de Sartre. “La existencia es absurda”. (JPS). Esto significa
que no hay una naturaleza humana innata, sino que somos libres de crear nuestra
propia identidad y sentido de propósito en la vida. "Las cosas son en su
totalidad lo que parecen, y detrás de ellas… no hay nada.” (JPS).
Hoy es indispensable leer a Jean Paul
Sartre, en tiempos donde la palabra libertad ha sido mancillada y tergiversada
abusivamente por un presidente totalitario, represor, un insano mental, que
gobierna en una Argentina sojuzgada y degradada. La libertad se identifica en
la filosofía de Sartre, con el ser del hombre: "El hombre es
libertad". Él se pone sus propios fines, lo cual es posible por la
estructura de la conciencia que es fundamentalmente negación de la situación
actual.... La esencia misma de la libertad reside en la idea de poder actuar
conforme a lo que particularmente se desee y sin obstaculizar o perjudicar a
los demás, los cuales se encuentran en plenas condiciones de ejercer sus
derechos y de reclamar su protección. “Temblad ante el esclavo cuando rompe sus
cadenas, no temblemos ante el hombre libre” (JPS).
A cuarenta y cuatro años de su muerte,
acontecida en París el 15 de abril de 1980, donde más de 20.000 personas
acompañaron al féretro del célebre filósofo al cementerio de Montparnasse, en
París… una multitud de seres que acudieron a rendirle homenaje, marca pauta de
la trascendencia e impronta de Sartre en la ciudadanía toda…
Un hombre coherente con su pensamiento y
sus principios e ideales, tanto que incluso, llegó a rechazar el premio Nobel
de Literatura en 1964: "Para no tener el más mínimo compromiso con el
poder y la burguesía pudibunda"... Como así también en eterna lucha contra
el colonialismo tomó las armas para luchar por la liberación de Argelia. “No
hay necesidad de fuego, el infierno son los otros.” (JPS).
El pensamiento filosófico de Sartre
sentó las bases de una nueva corriente: la humanista-existencial, y su postura,
basada en la responsabilidad del ser humano por encima de sus actos, el
autoconocimiento y su famosa idea de "Pienso luego soy", marcarían un
antes y un después en la literatura existencialista mundial. “El hombre está
condenado a ser libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo
lo que hace.” (JPS).
Su abuelo le enseñó matemáticas, su
madre lo introdujo en la literatura clásica, mientras que Albert
Schweitzer, un primo hermano de su madre y premio Nobel de la Paz en 1952,
lo inició en la filosofía, disciplina que lo atrajo definitivamente cuando leyó
Ensayo sobre los datos inmediatos de la consciencia, de Henri Bergson.
“El hombre debe inventarse cada día.” (JPS).
Jean-Paul Sartre estudió en la École
Normale Supérieure de París, donde se doctoró en Filosofía. En esa época
conoció a Simone de Beauvoir, su compañera de vida y una aliada
intelectual superlativa. “Si me convertí en filósofo, si he estado buscando
esta fama que aún estoy esperando; todo ha sido para seducir a las mujeres
básicamente” (JPS).
Sartre participó en la Resistencia de
Francia contra los nazis… Fue capturado en Padoux, pasando nueve meses como
prisionero en Nancy y posteriormente en un campo de prisioneros de Tréveris. A
causa de su mala salud y de su estrabismo, una patología que afectaba a su
equilibrio, Sartre fue liberado. “Cuando los ricos se hacen la guerra, son los
pobres los que mueren” (JPS).
En París Sartre participó en la
fundación de un grupo clandestino llamado “Socialismo y Libertad" junto
con Simone de Beauvoir, Maurice Merleau-Ponty, Jean-Toussaint
Desanti y algunos estudiantes de la École Normale. “Un amor, una
carrera, una revolución: tantas empresas que comenzamos ignorando su resultado”
(JPS).
En 1943, publicó su formidable obra “El
ser y la nada”, y en 1948 “Manos sucias”, Sartre exploró el problema de ser un
intelectual políticamente "comprometido", asimilándose al marxismo,
aunque nunca se afilió al Partido Comunista Francés. “El desorden es el mejor
servidor del orden establecido… Toda destrucción confusa debilita a los
débiles, enriquece a los ricos, aumenta el poder de los poderosos” (JPS).
Recordar cuándo, a finales de la década
de 1940, Sartre definió al nacionalismo francés de "provinciano" y su
reclamo de que se conformen los "Estados Unidos de Europa"
manifestado en un ensayo publicado en 1949. Ese mismo año escribía para la
revista Politique étrangère: "Si queremos que la civilización francesa
sobreviva, debe encajar en el marco de una gran civilización europea, asimilada
a una política que defiende la autonomía cultural de Europa frente a América y
la Unión Soviética, pero también su autonomía política y económica, con el
objetivo de hacer de Europa una fuerza única entre los bloques, no un tercer
bloque, sino una fuerza autónoma que se negará a dejarse destrozar entre el
optimismo americano y el cientificismo ruso". “No hay ricos malos. Hay
ricos y eso es todo” (JPS).
Sartre sostenía que la Unión Soviética
era un estado revolucionario que trabajaba para el progreso de la humanidad y
que la única crítica que podía recibir era la de no estar a la altura de sus
propios objetivos, afirmando que sus detractores, enemigos y críticos debían
entender que el Estado soviético necesitaba defenderse de un mundo hostil y
expresaba a viva voz, la superioridad moral del bloque del Este, que
consideraba necesaria "para mantener la esperanza". “La política es
una ciencia. Se puede demostrar que tienes razón y que los demás están
equivocados” (JPS).
Sartre viajó a la Unión Soviética, en
1954, tras la muerte de Stalin, donde afirma encontrar una completa libertad de
crítica, condenando a Estados Unidos por hundirse cada vez más en el
"prefascismo". No deja de denunciar la invasión soviética en 1956 de
Hungría. “Cada hombre debe inventar su camino” (JPS).
Sartre fue un destacado anticolonialista
desempeñando un rol prominente en la lucha contra el dominio francés en
Argelia, criticando con firmeza el uso de la tortura y la construcción de
campos de prisioneros que Francia habían levantado en ese país: “Mi libertad se
termina donde empieza la de los demás”… “El compromiso es un acto, no una
palabra.” (JPS).
Sartre se convirtió en partidario del
FLN (Frente de Liberación Nacional) durante la guerra de Argelia y fue uno de
los firmantes del Manifiesto de los 121, un texto que influiría profundamente
en la evolución de la izquierda y de la extrema izquierda en Francia. En
declaraciones realizadas en el año 1959, Sartre afirmó que "cada francés
era responsable de los crímenes colectivos durante la Guerra de Independencia
de Argelia. “Quién es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y
se reconoce libre de ser lo que es” (JPS).
En 1960, Sartre publicó “Crítica de la
razón dialéctica”, en la que intentó unir existencialismo y marxismo. Con su
mujer Simone de Beauvoir, viajó a Cuba ese mismo año, donde conoció a Fidel
Castro y a Ernesto "Che" Guevara. “La violencia
se da siempre por una contra-violencia, es decir por una réplica a la violencia
del otro” (JPS).
En 1964, Sartre renuncia a la literatura
en un relato en el que narra los diez primeros años de su vida, “Las palabras”.
El libro es un irónico contraataque al novelista y crítico francés Marcel
Proust, "un patético burgués" según palabras del filósofo, cuya
reputación había eclipsado a la de André Gide (creador del
modelo de littérature engagée en la que se basó la generación de Sartre).
Lo manifestado me lleva a afirmar que
Sartre argumentaba que la libertad no solo se aplica a nuestras acciones, sino
también a nuestras emociones y pensamientos. Tenemos la libertad de elegir cómo
reaccionamos ante las circunstancias y cómo percibimos el mundo que nos
rodea... Instancia que lo llevó a unirse al recordado Mayo del /68 francés,
caminando entre las barricadas de las calles de París y entregando panfletos
acompañando a los estudiantes y activistas que por centenares de miles planteaban
la necesidad de llegar a reformular la vida y el mundo dando un giro de
180" al estado de las cosas... "Muérete objeto" se escribía en
los muros de la Ciudad Luz…
Proclama que sigue tan vigente como en
aquellos lejanos años donde el horizonte podía ser más claro, pleno de sentido
y destino el devenir de la humanidad, que hoy se cocina un porvenir
metaforizado en un apocalipsis anunciado, por cobardía indefinición y demasiada
mercadotecnia que anula toda posibilidad de construir épica... Y recordar que
para el heroico Jean Paul Sartre: "El existencialismo es un
humanismo" (1946), obra donde el filósofo nos recuerda que el cobarde es
responsable de su cobardía... Él mismo se ha construido como cobarde a través
de sus actos. Lo que afirma Sartre es que el cobarde se hace cobarde, como el
héroe se hace héroe. Esta idea implica que siempre existe para el cobarde, para
el estúpido la posibilidad de dejar de serlo. "Los cobardes son los que se
cobijan bajo las normas" (JPS).
"El hombre está condenado a ser
libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro
lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que
hace." (JPS)
(*) Filósofo
(Cambridge, Inglaterra), poeta, performer, ecologista, artista y periodista
argentino. Pionero en el arte performativo. Precursor del minimalismo en
América Latina y del Land Art según Jean Baudrillard. Autor del
"Manifiesto de los indignados contra el neoliberalismo'' año 2011.
Miembro-asesor de The World Literary Academy (Cambridge, Inglaterra),
"Biography of the year Award" Historical Preservation of America
(1986), "Man of the Year" IBC Cambridge 2004, Honoris Universidad de
Bologna, Nominado en dos ocasiones a la Beca Guggenheim. Miembro activo de la
Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
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