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jueves, 5 de octubre de 2023

EL FACHERÍO SE NOS VUELVE ANTIMONÁRQUICO


El facherío se nos vuelve 

antimonárquico

ANÍBAL MALVAR

El rey Felipe VI y Pedro Sánchez se saludan en el palacio de la

Zarzuela este pasado martes. - Juanjo Guillén | EFE

Fue éste un martes glorioso para el republicanismo, un 14 de abril tuitero, una jornada comunera e irmandiñaFelipe VI El Preparao (cual plato Findus congelaoencargaba a Pedro Sánchez que cocinara su investidura, y las redes sociales y las calles y los periódicos cuarteleros atronaron con los berridos y rechinares de dientes de nuestra siempre estrepitosa fachería.

La monarquía ya no es garante de la unidad de España. Los mismos fachas han rebautizado al rey como Felpudo VI. "Para mí el rey ha muerto", escribía uno; "Ya hace falta otro 23-F urgentemente, luego no lloréis", arengaba otro; "Decepción absoluta. Era la única y última esperanza, y ha dejado la unidad de España en manos de los mayores separatistas. La figura de su majestad ha caído enteros después de lo de hoy. Lástima que haya sido así. Esperábamos un apoyo al pueblo español, y le ha dado la espalda"; "Siempre me he sentido más cercana a ser monárquica que republicana... pero viendo esto... por mí que haya un referéndum sobre la monarquía... voto en contra de ella... traición...", y así cientos de mensajes, con sus errores ortográficos (que he corregido: ¿qué tiene la derecha contra la ortografía?), con una rabia nacida de lo hondo, de la bilis hirviente, de las sentinas de la razón, de la ponzoña y la cizaña. Qué gustazo, majestad. El odio de esta gente le dignifica.

Tampoco nos vayamos a poner estupendos, borbónicos ni vasallosFelipe VI ha optado por lo único que podía, constitucional y democráticamente, hacer. No era plan que pusiera a la cadete Leonor al frente de los ejércitos para un alzamiento nacional, pues es menor de edad y aun no ha acabado la mili. Aunque, si recordamos el torpe, tendencioso y amenazante discurso del rubio monarca el 3-O, lo mismo ganas no le faltaron.

En todo caso, no hubiera estado mal que, tras conceder a PS carta blanca para negociar investidura, Felipe embarcara en el Bribón y, como su bisabuelo, se largara con su familia y millones a surcar los exilios, sablear a sus ricos condotieros y a beber dry martinis.

Porque, si hacemos caso a esta galerna de fascistas neoantimonárquicos, ya no le queda ningún apoyo a nuestro pobre monarca. Desde el PP, Feijóo El Ilustrao (no por culto, sino porque le han pintado la cara) acusa veladamente a Su Majestad de propiciar gobiernos nacidos de "oscuras negociaciones, teatralización de la política y muchas mentiras", y de "reeditar y agravar el peor gobierno que ha tenido España en 45 años". Feijóo hace a don Felipe cómplice doloso de un contradiós, de un borbónico aquelarre contra la unidad de España. Música republicana celestial.

De Santiago Abascal, Ortega-Smith, Buxadé y sus heroicas huestes, ni os digo. Deben estar devorando a dentelladas sus adargas y sus yelmos y espingardas, y llorando virilmente sobre las incorruptas momias de Franco y don Pelayo. Sin Felipe VI, los pretores de la fachifascinería se han quedado huérfanos de caudillo al que rendir rodilla y erigir estatuas, un sinvivir en el que un fascista no puede ser persona.

Al otrora Preparao 
solo le falta que monseñor Blázquez y el presidente de la Conferencia Episcopal lo amenacen de excomunión, y que Florentino Pérez lo vete en el palco del Bernabéu. El acabose.

En esta complicada y más que divertida tesiturase acerca la parada militar del 12 de octubre, con sus himnos, banderas, pompas, boatos, cabras legionarias, rigodones fusileros y silbidos y abucheos a Perro Sanxe, que sin esto último no se hace patria.

 

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