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miércoles, 13 de septiembre de 2023

SUAM 12

 

SUAM 12

DUNIA SANCHEZ

Yo Suam duermo o eso intento. El intentó ser amado y la dejadez de los años lo transformaron en un hombre solitario.  Una extrañeza que para muchos era similitud de huraño, de áspero, de grosero. Pero por lo que puedo palpar no era así. Su sensibilidad llegaba más allá de los confines de este universo. Era un hombre que sufrió , que lloró en su soledad alimentada por su carácter. Por lo que puedo ver era muy culto aunque no tuviera estudios solo la herencia de sus antepasados. Un ser enriquecido paulatinamente por vientos del norte, por vientos de sur, por los vientos cualquiera que fuera su sentido. Un hombre construido por los pilares de la carencia, del desamor, del desencanto. Y así se fue encerrando en este faro, su vida. Imagino sus ojos observando, examinado cada barco que llegaba, en alerta. Esta guerra acabada terminó con él. Pienso su aislamiento mientras su isla era burlada por nefastas mazas oxidando, matando cada persona en sus sentidos. Ahora parece que quiere amanecer, me asomo a la ventana y veo la playa y veo la quejumbre de una ciudad pisoteada, asesinada en cada una de sus ganas de respirar. El aire huele a muertos amontonados, esparcidos en su todo. 

Yo Suam me lamento como se estaría el lamentado en los años de esta. Mi abuelo no lo vimos más pero su energía, su esencia revoloteaba en nosotros cada día, nos daba un cierto empuje para que no sentir remordimientos ante su desaparición. La guerra continuaba. ¡Suam recoge tu cuarto¡ y yo me quedaba atontado. Recoge tu cuarto…con lo que estaba pasando. Nos quedamos sin agua, sin electricidad y la luz de velas estábamos ¡Suam recoge tu cuarto¡ Mi madre actuaba como si nada, como si no pasara nada y se lo agradezco ahora. Sus interpretaciones, tanto de ella como de mi padre, fueron magníficas, delicadas. El piano ronda, su sonido es interminable y es como si el estuviera aquí. Escuchó, siento y mis piernas tiemblan ante tanta maldad. La playa ya no es playa sino un cementerio de seres anónimos que intentaron huir y no pudieron. Salgo por unos instantes. Yo Suam respiro…inspiro y espiro y soy una mezcla de temor e incredulidad. Todo es callado…hace tanto tiempo que no sentía este silencio que me cuesta creerlo. Mis ojos derivan a la gaviota y los de la gaviota derivan a ese mar que nos envuelve. Siento gritos. Siento bombardeos. Siento saqueos. Siento el horror. Los traumas de una guerra. Con mi dedo describo círculos en el aire, así es la vida.

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