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miércoles, 13 de septiembre de 2023

INDULTOS Y AMNISTÍAS

 

INDULTOS Y AMNISTÍAS

Es de recordar que consta en el historial político del señor González, siendo presidente del Gobierno en 1988, el indulto aplicado al marqués de Santa Cruz de la Rivadulla el día de Nochebuena de ese año, alegando razones de salud.

FÉLIX POBLACIÓN - CANAL RED

Casi al unísono, como suelen ocurrir estas cosas, la derecha mediática sacó a pasear a los dos jarrones chinos con los que aún cuenta el Partido Socialista, si bien tanto a Felipe González como a Alfonso Guerra les cuesta seguir votando al PSOE, según confesó el primero en una de las entrevistas.

Los dos están sirviendo en los últimos años más a los intereses de una derecha cada vez más extrema que a los de su propio partido, de ahí que sus criterios se busquen y expongan más en ciertos medios que en otros, aunque todo al final concluya en notorios titulares que dan a sus opiniones una cierta y puede que artificiosa relevancia.

 

Ocurre esto, sobre todo, cuando se dan unas circunstancias que, como las actuales, pueden permitir que esas opiniones favorezcan a la derecha. En este caso estamos ante la posibilidad de un nuevo gobierno de coalición progresista (al que ya se opuso en su día Felipe González), pendientes de que para ello se aplique una amnistía a los independentistas catalanes, tal como plantea el señor Puigdemont, un politicastro que no se merece Cataluña.

 

«Ocurre esto, sobre todo, cuando se dan unas circunstancias que, como las actuales, pueden permitir que esas opiniones favorezcan a la derecha. En este caso estamos ante la posibilidad de un nuevo gobierno de coalición progresista (al que ya se opuso en su día Felipe González), pendientes de que para ello se aplique una amnistía a los independentistas catalanes, tal como plantea el señor Puigdemont, un politicastro que no se merece Cataluña.»

Es de recordar que consta en el historial político del señor González, siendo presidente del Gobierno en 1988, el indulto aplicado al marqués de Santa Cruz de la Rivadulla el día de Nochebuena de ese año, alegando razones de salud. El citado marqués falleció en su confortable pazo gallego 25 años después, a los 93 años de edad, y responde a la profesión y al nombre de general Afonso Armada Comyn, instructor y preceptor del rey Juan Carlos I, jefe asimismo de su real casa poco antes de que proyectara con varios partidos políticos y poderes fácticos, en los inicios de 1981, una moción de censura para cesar al presidente Adolfo Suárez y erigirse en nuevo presidente de un gobierno de "unidad nacional". Tal gobierno tendría como vicepresidentes a Felipe González y Manuel Fraga (no me consta que algún periodista le preguntara a cualquiera de ellos por este nimio detalle).

 

La dimisión de Suárez frustró los planes de Armada, pero no los de incorporarse a la trama del golpe militar del 23 de febrero, tras el esperpéntico asalto del teniente coronel Tejero al Congreso, siempre que el nuevo gobierno cívico-militar estuviera presidido por él mismo, como cabe esperar de quien había sido instructor del Jefe del Estado y hasta escribió un libro titulado “Al servicio de la Corona”.

 

Condenado a 30 años de prisión en 1983, el marqués de Santa Cruz de Rivadulla pasó apenas un quinquenio en la cárcel, gracias al gobierno del PSOE, por el más grave delito que puede cometer un militar en el ejercicio de su cargo. Obviamente, no cabe esperar de la derecha mediática que sus periodistas le hayan preguntado a Felipe González alguna vez por la maltrecha salud del general golpista que le movió a concederle el indulto para que el señor marqués disfrutase de un cuarto de siglo más de saludable libertad.

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