Aquel discurso del rey en
octubre de 2017
JUAN
TORTOSA
En
el hit parade de los discursos políticos pronunciados
durante los últimos tiempos en España, existe uno que ocupó en su día lugar
preeminente y que recobra jugosa vigencia en este agosto de falsa calma chicha,
en este verano de conspiraciones y cuchillos largos en el que quizás estemos
viviendo uno de los momentos políticos más complicados desde que finalizó la
dictadura.
El verano suele ser tiempo de relecturas, de recopilaciones musicales o cinematográficas donde títulos de años atrás vuelven a ponerse de moda, así que en esta época de pactos políticos que buscan conseguir la investidura que permita gobernar los próximos cuatro años, una pieza como el discurso que Felipe VI pronunció el 3 de octubre de 2017 quizás sea oportuno incluirlo también entre los remakes estivales de la temporada.
Casi seis años después, aquel discurso de
setecientas palabras escasas adquiere de nuevo suma importancia. Sobre todo
porque partidos políticos catalanes protagonistas en aquel entonces del 1-O,
tan demonizados y fustigados por Felipe VI en su discurso de dos días después,
figuran entre quienes tienen en sus manos a fecha de hoy la gobernabilidad del
Estado. Dentro de pocos días, una vez se constituya el parlamento el próximo 17
de agosto, el monarca está obligado a recibir y escuchar, antes de proponer
candidato para la investidura, a los representantes de aquellos mismos partidos
a los que en su momento puso a caldo.
Si
él ha olvidado los términos en que se expresó por entonces, nosotros no. Aquí dejo el vínculo donde se puede volver a leer el
discurso completo, y
a continuación me van a permitir que detalle algunas de las perlas que el jefe
del Estado soltó en aquel ya histórico discurso del 3 de octubre de 2017:
Las visitas de
Juan Carlos I a Sanxenxo: cuando la excepción se convierte en rutina
"Buenas
noches:
Estamos
viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática.
Determinadas
autoridades de Catalunya, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han
venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía.
El PP se escuda en
el rey para sortear la decisión sobre una investidura fallida
Han demostrando una deslealtad
inadmisible...
...han quebrantado
...socavado la armonía y la convivencia
...menospreciado
...conducta irresponsable
...inaceptable
intento de apropiación de las instituciones históricas
...se han situado totalmente al margen del derecho y de la
democracia.
Han
pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional.
Esas
autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que
han unido y unirán al conjunto de los españoles.
Esas
autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen
del derecho y de la democracia."
Los 100
"noes" del Gobierno en el Congreso para proteger la monarquía
***
Hasta aquí un resumen de las lindezas
desgranadas por "su majestad" en la parte del discurso dedicada a lo
que podríamos llamar "el diagnóstico". Ahora vienen las admoniciones:
"Por
todo ello y ante esta situación de extrema gravedad...
Sé muy
bien que en Catalunya también hay mucha preocupación y gran inquietud con la
conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que
no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del
resto de los españoles.
Termino
ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez
más el firme compromiso de la corona con la Constitución y con la democracia,
mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso
como rey con la unidad y la permanencia de España."
A
ver: "Mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles",
dijo textualmente, ¿verdad? Imagino que entre esos "españoles" debieron estar incluidos los
dos millones de ciudadanos catalanes a quienes ignoró en su discurso, y a cuyos
líderes llegó a acusar de "deslealtad inadmisible". Sí,
ya sé que ahora han disminuido los votantes de partidos independentistas, a
tenor de los resultados de las elecciones del 23J; pero sus representantes
políticos, a quienes acusó de "conducta irresponsable" continúan
estando ahí, catorce escaños en el Congreso, y no solamente tiene el rey que
hablar con ellos estos días, sino que además ha de tener en cuenta tanto su
opinión como los pactos a los que estos lleguen con el resto de partidos que
representan la España plural y diversa que somos, que apuestan por un futuro
moderno y esperanzado y no por el regreso a las catacumbas que preconizan las
derechas.
La sombra de aquel discurso de octubre del
17 planeará todo este mes de agosto de 2023, y puede que algún tiempo más, por
el palacio de la Zarzuela. Voy a ir preparando las palomitas.
J.T.
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