LA FOTO DE DISA
JOSÉ
FRANCISCO ARMAS PÉREZ.
¡Espectacular!, sin ninguna duda. No sé si es la psicología social la ciencia que debe analizar estos comportamientos, pero ciertamente la foto merece un estudio más profundo que lo que aparenta la simple imagen. Como no tengo ese conocimiento me quedaré en el retrato, qué impresión tuve al verlo, y debo decir que me asombró, me sorprendió, y confieso que casi nada me altera de la vida política de nuestra querida isla herreña.
En el retrato veo
tres personajes, distintos, y casi que, con intereses contrarios, pero, además,
lo curioso de la foto es también los que no están, las ausencias. Veo al que va a ser de nuevo presidente del
gobierno de Canarias (por obra de don Casimiro Curbelo), con cara de “qué
carajo hago aquí”; me detengo en la imagen del presidente del cabildo en
precario, concejal del ayuntamiento de El Pinar, presidente de la AHÍ y
candidato a senado, en camisa, más metido en campaña pidiendo agua por señas, y
otro señor, más alto bien portado trajeado y con corbata, feliz, porque le
ofrecían una buena mascada de dinero a cambio de nada ¡Buenísima gestión!
Quienes no estaban,
los ausentes de tan importante notición son los del PP, no se enteraron. ¡Qué
habilidad la de don Javier ¡¿no es la mitad del gobierno de Canarias los amigos
populares? ¿Y D. Juan Manuel, diputado de esta nuestra comunidad? En cambio, si
estaba don Raúl Acosta, cuando es don Juan Manuel el que más ha intervenido en
el parlamento regional pidiendo que se suprima el famoso impuesto. ¿Desprecio?,
¿chulería?, ¿no hablo con medianeros?, ¿arrogancia? ¿Dónde estaba don Rubén
Armiche Benítez?, a la sazón candidato al igual que don Javier Armas al senado
de la nación. Pues no, mis queridos populares por el Hierro, no se vistan que
no van. Así son los nacionalistas: “to pa mí”.
Lo descrito es la
impresión que tuve al ver la “Foto de la Disa”. Analizando la primicia, me
sorprendió porque tiene su intríngulis la cosa. Desde mi conocimiento de cómo
debe funcionar una administración pública me surgieron algunos interrogantes a
la luz de la noticia. Dice: “La primera rebaja la aprobará el gobierno tras su
constitución”. Tiene un golpe de efecto sin discusión, ¡han hecho en un ratito
lo que no hicieron los otros en cuatro años! Me quito el sombrero, de verdad.
Pero ¿se puede tomar un acuerdo de esa envergadura sin informes técnicos,
jurídicos, sin estudios serios sobre los efectos económicos, que los habrá,
análisis ciertos de sí de verdad va a producir el resultado buscado (hay muchos
informes que dicen lo contrario). Me pregunto ¿los acuerdos de los Consejos de
Gobierno del todopoderoso Gobierno de Canarias, se toman así, como en una
asociación de vecinos mal avenida? ¡Guau!
Segunda
apreciación. ¿Qué ofrece nuestro querido cabildo por boca de su presidente en
precario? Nada más y nada menos que “subvencionar el almacenamiento y los
costes logísticos que significan un extra coste al precio de la gasolina y del
gasoil”. Es decir, en román paladino, el ínclito don Javier ofrece que los
herreños y herreñas paguemos los costes de almacenamiento y trasporte que tiene
Disa. Casi nada. Y porque no pagar los costes de almacenamiento y de transporte
de un supermercado de Valverde, pregunto. ¿De cuánto estamos hablando D.
Javier? Digo, euros constantes y sonantes.
¿Cuenta con los informes previos favorables a ese importante acuerdo? Entiendo
que, el dinero de los herreños y herreñas, que es la pasta del cabildo, se los
da usted a la toda poderosa Disa para que nos rebajen unos céntimos, ¿tiene
usted garantías de eso? Como lo calcula cuando suba el barril del petróleo, por
ejemplo. ¿No se ha dado cuenta de que si dios no lo remedia el martes no es ya
presidente del cabildo? ¡Ah, claro,
sigue siendo usted candidato al senado!
Le aconsejo, busque
la sentencia que está en el Cabildo, sobre los 300.000 euros de la subvención
que la AHÍ hace unos años, con igual chulería le dio a la empresa aérea Islas
para que abaratara los pasajes a El Hierro. Esa sentencia le va a aclarar las
ideas. Solo es un consejo de amigo.
Mire don Javier,
ahora entiendo por qué el futuro presidente de Canarias esté en la foto con
cara de despistado, incluso al señor de la Disa, (una vieja frita nunca viene
mal). Le entiendo dado que usted está siguiendo los pasos de su amigo Clavijo
de intentar aforarse en el senado y retasar el juicio que tiene fijado para el
próximo mes de octubre, donde la fiscalía le pide una condena, a mi modo de
ver, desproporcionada. Eso es a lo que juega, y a eso se prestó el Sr. Clavijo
porque él hizo lo mismo y mire por donde “dios da razón a los malos cuando son
más que los buenos”, que le voy a contar.
Dice un señor que
es profesor de Economía aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria, Juan Luis Jiménez, experto en la materia, “que esta medida beneficia
más a la empresa productora y no tanto a la ciudadanía”, y dice este buen señor
“que en Alemania en 2020 ya se tomó esta medida y el resultado fue que los
pecios no bajaron lo esperado y que la bajada de impuestos se tradujo en más
beneficios para las petroleras “. Ahí se lo dejo, señor presidente, ahora
entiendo la cara de felicidad del gerente de la toda poderosa Disa.
¿No será mejor romper el monopolio? No sé, se me ocurre. Mi amigo Aurelio hace unos días me dijo que si en el pueblo hay tres cantinas la cerveza es más barata, en cambio, si solo hay una, pone el precio que quiera. Igual tiene razón. No lo tire en saco roto. Los grandes pastores son muy reflexivos.
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