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sábado, 18 de febrero de 2023

SINFONÍA DE LIBERACIÓN

 

SINFONÍA DE LIBERACIÓN

MAITÉ CAMPILLO

Nadie puede abrir semilla

En el corazón del sueño

Ay, cómo canta la noche, cómo canta

Que témpanos de hielo azul levanta

Ay, cómo canta la noche, cómo canta

Que espesura de anémonas levanta

Ayyy, ayyyy, ayyyy

Así que pasen cinco años, de Lorca, fragmento del tercer acto; obra de teatro vanguardista (1933) drama en que el poeta desarrolla la tragedia del ser humano víctima de sus sueños y del tiempo.

Como semillas de amapola van brotando a la luz sus pétalos rojos al son de su vuelo histórico, dando forma al fondo marino el sentido profundo de sus alas, se deslizan venciendo los falsos espejismos en tragedia del ser humano, deformando nuestra evolución al son de la ley como un castigo: ¡Carbón ardiendo en el sitio del pecado! (‘Bodas de sangre’, teatro lorquiano). No es tarea fácil resignarse por ley a ser violada, que la injusticia de los “presuntos” padece y colma si por alcohol si por enfermedad o ley de los valientes al amparo de sus leyes denigrando a la mujer como al alcance de ‘TODOS’, objeto y capricho, acoso, violación, crimen y explotación. Se trata de combatir y no contemplar la miseria de su alienación y hacer añicos sus espejos de referencia y sus campañas encubiertas desnaturalizando y globalizando el original -hoy impersonal- que nos subyuga ‘mujer’ en rumbo sin frenos donde las jerarquías no son un orden de cosas sino de clase. Se trata de ser lo que nunca se ha dejado de ser sin perder identidad y más allá de las dificultades que impiden los avances ir saliendo paso a paso. La comercialización sexual es un crimen donde los tribunales empatizan con el agresor y sus medios ponen en duda tu identidad poniendo el acento en la esclava sujeta a la especulación capitalista. Lucha encarnizada, es la que estamos viviendo, destruyendo todos los símbolos, su significado histórico y los hitos levantados y los logros conquistados sobre costosas refriegas, donde la mujer pudo resaltar su conciencia y condición sobre imposibles que se creyeron inalcanzables. Resalto el día en que de Euskal Herria salieron a la calle miles de personas, mujeres en su gran mayoría en Bilbo, Donosti, Iruña y Gasteiz por el derecho prohibido al aborto sin restricciones (año 1983) La transición se encuentra en su apogeo dando palos de ciego y, pese a que el dictador había muerto en 1975, su fundamentalismo se mantenía, la mujer seguía sujeta a una opresión de religión y educación de resultados nefastos sin poder decidir por si misma. Lo expuesto no es sino un ejemplo de los miles de conatos que hubo, pueden imaginarse el pulso de lucha que existió de huelgas por doquier y apuesta por los derechos, donde a respuesta de la transición democrática, fue idéntica a la dictadura, reforzó la represión. No eran suficientes los organismos creados por ésta, para destruir el pulso del puño en alto, los miles de gritos ahuyentando la mala hora sobre consignas reivindicativas, en las que se volcaron con toda su ferocidad las fuerzas del franquismo: FOP y FA, para militarizar la situación aún más y ejercer la ‘transición’ responden con zen <<El Plan ZEN: “o se está con la democracia, la libertad, la seguridad” (o se está con el terrorismo): luchando contra el capitalismo, contra el imperialismo, la OTAN, y el nacionalismo español>>. Fue la primera de las medidas, de alcance represivo sobre la sociedad civil que aprobó el PSOE. Así fue pues, el primer brindis del primer gobierno “socialista” sobre medidas expansivas de mayor alcance represivo.

 

Lanzan su vocablo sobre fragmentos que interiorizan removiendo nuestras vidas del lado que les permita, sobre la servidumbre de la mujer el confort de una paz duradera, obligándonos a cagarnos en la siembra del vocablo que doblegar nos quiere y aunque sin alternativa sobre el impacto sin miedo a ser oídas, hablo de lluvias intensas si de piedras si de agua si de cántaros en derechos sin hallar solución, contra las fuerzas tenebrosas enfangadas cerrando entradas y salidas. Más que nunca nos imponen sumisión, las presuntas izquierdas; que como Presidente: alaba su gobierno feminista, mientras algunos de sus ministros consintiendo la gran mayoría, de lado a la chita callando, atrás y en frente del ‘dirigente’ disfrutan alago mutuos y jueguecitos de guerra con tanques reales. Y, a nosotras, nos imponen manos caídas frente a comunidades de su mismo rango y poder, distorsionando el concepto trabajo, hijo, hija y mujer, teniendo que aguantar por imposición cual si no supiésemos nuestra condición de ser madre y mujer a la vez, a que decidan por nosotras no luchar sino asumir, y de su lado votar y mendigar por una misma, a la espera de sus desajustes, donde el vandálico se libra de todo mal amparado en la injusticia sin ley ni derechos del lado de los “incontrolados sociales”, entre el hola que tal aguanta que saldrás pronto y un divertimento de entierro en patente rancia de historia pujante en nuestros días. No hablo del ‘día del amor’ ni de tener hijos que refuercen su producción hablo del: ¡basta ya de seguir riéndose!, y luchar, luchar contra sus guerras por la guerra y guerra por igual a la mujer en su propio campo de batalla: derecho a su cuerpo a decidir por ella misma. Hablo del engaño de hablar de producción y estabilidad de paz, apuntalando la guerra a los demás sin derecho ni razón alguna, sino por el control único de su dominio. Hablo de su explotación y sumisión, obligándonos a votar y apoyar conceptos aberrantes contra los que luchabas en otro tiempo, como su concepto de alienación en familia en prohibición del aborto y sumisión a la violación. No hablo de paz, ni de tener hijos, para el Estado del Capital. Hablo de emancipación sin doblegación a la esclavitud. Hablo de liberación sin tener que mendigar un puesto de trabajo, ni una economía propia, que brinde el derecho a la vida sin doblar la rodilla ante el patrón ni la iglesia ni por ley de imposición. No creo en la democracia que habla de paz, preparando la guerra mundial para matarnos entre hermanos. No creo en su estado del bienestar, generando intermitente el desequilibrio social atentando contra la salud pública, contra la educación y economía fomentando hambrunas, donde para ‘colmarlas de amor’ optarán porque te resignes a su paz y su caridad, pues algún día te caerá en boca algún pedazo de tocino o queso untado en miel para las ratas: sus tanques y cañones no hablan de paz hablan de obligaciones, de guerra, donde morir como corderos.

 

Mienten como los medios que no hablan de su ‘libertad de expresión’ sino de la del caudal del amo, a través de sus redes sobre el orificio del cañón del engaño, apostando del lado de la absolución definitiva sin paz ni vaso de agua ni vino ni pan como fin de sus días de guerra sin rumbo… y el verso despierta su objetivo contra las balas y, una bala mató al ave que posaba sobre la rama; el viejo árbol se removió inquieto consciente que matar al ave, era asesinar más de dos a la vez y, pensando se quedó, en cómo le ayudarían aquellos versos constructores del poeta y, se maldijo, se maldijo una y otra vez haber olvidado que la muerte achanta y maldijo la bala y se maldijo así mismo por no querer aceptar ni ver la amenaza: repugnó la mente y mano que obedeció la orden y, se castigó a sí mismo, al sentir el verso alejado del poeta, que tanto esfuerzo, entrega y condescendencia había mostrado y, ahora sí, ahorita aunque ya tarde, se pregunta una y otra vez del por qué asesinaron al ave proletaria: Al día de la mujer trabajadora voz de clase en lucha contra la explotación capitalista, borrando de ella lo más humano de la vida que nunca impuso ser imprescindible ni más importante que una hormiga entre las demás hormigas laboriosas contra el látigo y la bala desahuciando leyes y derechos, provocando humillaciones para que caigas extenuada en sus garras enfangadas, floreciendo el despotismo, contra la dignidad que reafirma sus vínculos que marcaron su sintonía resplandeciente en versos de futuro.

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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