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viernes, 10 de febrero de 2023

EL MANDA'O DE VILLAR DE CAÑAS

 

EL MANDA'O DE VILLAR DE CAÑAS

ANA PARDO DE VERA

Cuando escuchas las declaraciones sobre Irene Montero del alcalde de Villar de Cañas (Cuenca), tienes dos opciones: creer que el sujeto, José María Saiz, ha ingerido algo más que agua (¿En su mundo sería un atenuante para agresión sexual o la injuria, ya que estamos?) o aceptar que hay determinados entornos en donde hacer ese tipo de comentarios es normal, sobre todo, cuando el que te pregunta es un buceador en pocilgas, buscando la mierda en lo más profundo de ellas. Y encuentra, vaya si encuentra; desgraciadamente, el excremento machista nos llega aún hasta el cuello gracias a quienes lo expulsan de continuo.

 

Mientras escribo, hago un ejercicio de abstracción que me lleva a lugares conocidos y no lejanos: hombres -alguna mujer, tal vez- reunidos en torno a una mesa (bar, restaurante, casa particular...) comentan el chiste de Saiz: "Razón tiene, pero un alcalde no puede decir eso en televisión", como si la pocilga del que pregunta pudiera llamarse televisión. Esto lo dice Don Sensato. El resto se carcajean del comentario del alcalde y acaban yéndose por derroteros pseudopolíticos de comunismos y dictaduras rojas y satánicas con mujeres jóvenes que no llegan a sus ídolos (Abascal o Feijóo) ni a la suela de los zapatos y cuyo único mérito es haberse acostado con algún poderoso. El clásico entre los clásicos.

 

Lo que ilustro no es una caricatura, sino la realidad, y tiene mucho que ver con el discurso degradante de la aspirante a ser clase política cuando en lo que se queda es en cuadrilla populista, misógina, racista y homófoba. Les recuerdo, para refrescar memoria: junio de 2017, Rafael Hernando, entonces portavoz del PP, en la tribuna del Congreso: "Hay quien dice que estuvo mejor la señora Montero que usted, pero no diré yo esto, porque si no, no sé qué voy a provocar en esa relación". Hernando hace referencia a la pareja de la ministra de Igualdad, Pablo Iglesias, tras una intervención de Montero. El comentario es tan repugnante como el del alcalde de Villar de Cañas, pero en fino, pues no hace referencia a prácticas sexuales explícitas. Con esto de Hernando, la semilla está puesta, aprovechando el símil ya que hablamos de sexo y católicos furibundos (y fariseos).

 

Hay más, aunque me revuelva el estómago recordarlo: la diputada de Vox, Carla Toscano, aludiendo a Montero de haber "estudiado en profundidad" a Iglesias como "único mérito", hace un par de meses en el Congreso; o una concejala de Ciudadanos en Zaragoza, Carmen Herrarte, asegurando en la misma época que la de ultraderecha que la ministra de Igualdad está donde está porque la "ha fecundado un macho alfa".

 

Así que, fíjense, ya tenemos al trío de la derecha (PP, Vox y lo que queda de Ciudadans) soltando la misma jaculatoria -y hay muchas más en idéntica línea- que luego ha de ser repetida en cascada por los cargos y militancia de sus respectivos partidos -modificada, adaptada al nivel de cada uno/a, enmierdada, etc.- para deshumanizar a la persona señalada, en este caso, mujer, joven, de Podemos ... ¡y ministra de Igualdad! Por cierto, un departamento absolutamente inútil para el trío. Que Feijóo y el PP se rasguen (o hacen que se rasgan) las vestiduras por la grosería machista del alcalde Saiz es para echarse a reír si las mujeres no tuviéramos ya la rabia en carne viva con tanta mala bestia de manual machirulo. Sangramos, oigan; sangramos por los oídos de escucharles.

 

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