DELINCUENTES

DELINCUENTES

JOSU AIZPURUA

Los africanos menores que se meten en pateras para ir a France donde tienen familiares o amigos que le ayudarán a entrar en el mercado laboral, sin su permiso, se ven arrojados a cárceles con nombre raro en Ceuta y Melilla ¡que no son Europa! o en Canarias.

Primer acto del abuso.

Cuando estos niños cumplen sus 18 años, sin permiso de residencia, sin permiso de trabajo, sin documentación normal y con unos papeles sospechosos, se lo arroja a la calle para que se busquen la vida.

Segundo acto del abuso.

Cuando el jóven se ve acuciado por el hambre y el desamparo y se pone al top-manta, o roba una manzana, la policía lo detiene de inmediato, con la eficacia que no se tuvo con Bárcenas, y ya lo persiguen hasta que sus “delitos” lo preparan para la expulsión.

Tercer y último acto del abuso.

Esta tragedia se plantea todos los días en nuestras calles y pueblos.

Y nada hacemos ante la sagrada policía, las FFyCCdSdelE, jeje, que de letras para decir la poli.

Pero esta cruel estrategia de migración, esta implicada en el Estado y sea cual sea el Gobierno se mantiene: Interior y Defensa son clones eternos del más puro modelo franquista encargados de engañar a la UE.

Voluntariamente secuestramos el futuro de los niños y jóvenes a los que retenemos contra su voluntad y les negamos la formación y el amparo que por DDHH les corresponde. No somos capaces de devolverlos de inmediato a sus casas y los tenemos encarcelados hasta que acabamos con sus ilusiones y los convertimos en delincuentes burocráticos. Son negros y la policía lo tiene muy fácil. Mi mujer, negra, en Tenerife era solicitada de “papeles” hasta que ya harta de la discriminación; se volvió a su País.

Los raptamos y no tenemos para ellos alternativa.

Educacional o laboral estamos dilapidando una oportunidad de incorporar a la sociedad a una generación de africanos que pueden retornar o incorporarse con una sólida base de preparación y en una España Vaciada son la solución fácil que se presenta, pero no se aplica.

Cuando los vemos pasear en grupitos, ajenos, aislados, segregados, nos damos cuenta del drama en que viven, acuciados por la miseria de sus familias a las que les impiden socorrer pues el Estado los prefiere delincuentes que trabajadores. ¡Y el actual Gobierno entretenido en LGTBIXYZ!

Lo obvio no ha sido atendido y se miró a otro lado. Las sensibilidades de izquierda de notables ministros son como las de una almeja, como le dijo Redondo a González.

Pero nada hemos avanzado desde entonces