CASTILLA LA VIEJA

CASTILLA LA VIEJA

JOSU AIZPURUA

Acabó contigo el Sistema78; su Constitución78 hizo una filigrana histórica y te metió en el metaverso. Travestida de historia entras en el siglo XXI como “Castilla-León”.

Madrid, la capital, huyó de sus raíces y acabó sola para poder competir con Barcelona que la venció siempre y que su Olimpiada 92 fue una afrenta madrileña que no están dispuestos a perdonar.

Rompieron Castilla la Vieja, le arrancaron Santander, su salida al mar, creando una Cantabria Infinita que el Revillismo alentó y justificó y con ello dejó a su Castilla la Vieja sumida en el despropósito. Para compensar sus bajas, el Reyno de León, fue metió en esta “cosa” para aparentar territorialidad. Santander “comunidad” y León un cacho. ¡Que desvergüenza!

Pero Madrid, con ello progresó. Con un concepto de capitalidad estatal, impropio de una Constitución78 con ánimo descentralizador, allí no cambió nada, y donde no había playa se mantuvo el Ministerio de Marina.

El nuevo concepto mediático, la España Vaciada, habla de vosotros, los de Castilla la Vieja, pero sin citaros para que la maniobra madrileña constitucional no quedara en evidencia; ¿De qué iba a vivir Castilla la Vieja sin salida al mar y sin la teta madrileña?

Cuatro subvenciones para tapar bocas, bocas asfixiadas, impiden ver la realidad del nefasto reparto de territorial constitucional para tratar de encubrir a Euzkadi y Cataluña en un mar de 17 donde las olas sólo llegaban a 2.

Sufrimos viéndoos arder, pero más sufrimos con vuestro voto al pasado indigno, al del franquismo que os quitó el protagonismo de España, y dio a vuestros enemigos vencidos los resortes para progresar en el mundo económico del siglo XX y a vosotros os dejó las cabras. ¿Nada aprendéis de la Historia?

Pues vuestro fue, con los extremeños, el esfuerzo invasor americano, vuestro fue el robo de oro y plata que llegó a Sevilla, pero no fueron a vuestros bolsillos los botines.

¡Cuánta Historia mal contada queda para vuestros hijos con ojos!

Para hacer un Estado s. XXI, es preciso acabar con el relato falso de la “España que nunca existió” y los beneficiarios del invento.

En un Estado Libre, ese Título VIII, que os deja Frankenstein; nunca podría ser aceptado.

Ni por Canarias, Euskal Herria sur, Galizia y Cataluña.

Ni por Sebta, Melilla, Sahara, y los peñones.

Ni por Andalucía, Al-Andalus camuflada en su morería, y presa del señoritismo.

Ni por los pequeños trozos de la Historia, hoy capados de futuro.

Por mal camino no se llega a tu destino. ¡Descolonízate! Y vuelve al camino.