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domingo, 19 de junio de 2022

LA SEXTA: ¿MÁS PERIODISMO O MÁS DE LO MISMO?

 

LA SEXTA: ¿MÁS PERIODISMO O 

MÁS DE LO MISMO?

JUAN TORTOSA

Hay mucha gente que aún sigue creyendo que La Sexta es de izquierdas. Deshacer el equívoco no es tan fácil porque durante un tiempo dieron el pego, consiguieron que esa idea pasara a formar parte del imaginario popular y algunos detalles sueltos en la programación parece que les permiten seguir manteniendo viva la coartada de que entre Antena Tres y ellos hay un abismo. Pues no señor, no lo hay. Por mucho que repitamos que los dueños de ambas cadenas son los mismos, da la impresión de que al común de los mortales le cuesta creérselo.

 

A mí me suele producir vergüenza ajena ver y escuchar según qué cosas en La Sexta cuando todavía cedo a la tentación de sintonizarla. Como no soy documentalista ni tampoco profesional de las bases de datos, no voy a pormenorizar con ejemplos, pero a quien me lo cuestione no tengo inconveniente en quedar con él o ella y sentarnos el día o los días que quieran, el tiempo que haga falta, a tomar nota de lo que emite La Sexta en sus informativos, sus programas presuntamente progresistas y esa tertulia donde se proclama cada día el pegadizo slogan que algún día muchos nos creímos: "Más periodismo".

 

Pero hombre, Juan, ¿cómo puedes decir eso si existen programas como El Intermedio? A quien me pregunte esto, solo le diré que en ese programa en el que, cuando ganó Rajoy en 2011, cantaron Resistiré a voz en grito, a día de hoy ya no tengo claro si resisten tanto. Es verdad que entre lo que ofrecen hay alguna cosa que se salva. Como el Opus, que siempre tiene un pobre para enseñar cuando se les dice que sus miembros pertenecen a la élite intelectual y financiera.

 

Recién desaparecida CNN+, reconozco que en cierto momento tuve la impresión de que La Sexta tomaba el relevo de mi añorada cadena todonoticias en lo que a nervio periodístico se refiere. Reaccionaban con rapidez ante los acontecimientos, demostraban reflejos para los directos, estaban los primeros en los sitios que había que estar  e interrumpían la programación sin dudarlo cuando el interés informativo así lo exigía.

 

Nada que ver con esa atocinada cadena 24 horas de Televisión Española, un verdadero diamante en bruto por los medios humanos y técnicos con los que cuenta y a la que hasta el día de hoy no parece haber habido manera nunca de sacarle el partido profesional y de servicio publico que en teoría puede proporcionar. La verdad es que resulta difícil de entender, teniendo en cuenta que entre quienes la han dirigido, se encuentran profesionales de tan indiscutible prestigio como Cristina Ónega o Álvaro Zancajo.

 

El nervio periodístico de La Sexta fue lo que nos encandiló a todos en su momento. Eran capaces de ganar por goleada a Tve en agilidad, criterio periodístico para ponerse en el lugar del espectador y ofrecían lo que queríamos ver y las públicas nos escatimaban... Pero como cualquier iniciativa neoliberal era mentira. Uber sedujo al principio a mucho incautos que ya van descubriendo que sus servicios son más caros que los taxis de toda la vida, Google nos hizo creer que nos facilitaba la existencia hasta que descubrimos que nos la controlaba. El mismo mecanismo es el que funciona en el caso de La Sexta. Nos hizo creer que no tenía nada que ver con Antena Tres hasta que descubrimos que se trataba de otra manera de barrer para la derecha, de hacerse su propia competencia engañando a cuanto incauto no se percatara de la jugada.

 

La Sexta, como Cuatro TV, fueron producto en sus comienzos de la iniciativa que responsables de la maquinaria comunicativa de Rodríguez Zapatero como Miguel Barroso o José Miguel Contreras pusieron en marcha en 2004 para intentar que no todos los medios de este país fueran descaradamente de derechas. Y es verdad, hubo un tiempo en que parecía que manaba leche y miel. Pero como siempre sucede duró poco la alegría en casa del pobre. Algunos años después, Cuatro acabó en manos de Mediaset, la empresa de Berlusconi dueña de Telecinco; y La Sexta fue adquirida por Atresmedia, la empresa del Grupo Planeta dueña de Antena Tres, Onda Cero y ese patético tebeo llamado La Razón.

 

De "Más periodismo", nada: "Más... de lo mismo".

 

J.T.

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