EL EFECTO DORMIDERA
Dormir
es el modelo de los que gobiernan, así siempre les ha ido bien en Andalucía a
todos: un pueblo dormido o, al menos, acostado, pero no en el sentido de
Caballero Bonald
JAVIER AROCA
Qué caló, ya está aquí nuestra querida amiga de siempre. Camino de Almuñécar paso por Málaga en dirección a Motril. Los apartamentos y urbanizaciones trepan como enredadera por el monte. ¿Hasta dónde? Conocí estos parajes hace mucho; aquella carretera era un infierno y el paisaje paradisíaco. Hoy desde la autovía se averiguan restos del trazado antiguo de la carretera de la muerte, la de la Desbandá. Aquellos miles de andaluces, ancianos, mujeres y niños vagan en su espíritu ametrallados por la horda fascista. Los andaluces de ahora vamos a morir a ladrillazos; cosas del modelo. Empiezan a verse algunos invernaderos.
Por esta parte no está el fuego, la Sierra
Bermeja queda hacia el oeste, informo a los forasteros. La desgracia, otra vez,
plató de unos políticos irreverentes y de unos gobernantes ineficaces. Moreno
Bonilla no solo despidió bomberos forestales: devolvió dineros para los
cuidados del monte a la UE por falta de planificación. Así y todo presume de
acabar con el fuego.
Si Moreno quiere suerte que no sea la de la
vaca, ya mayorcita, vaca vieja se dice ahora. Con ella perdió y subió la
extrema derecha
Ha aparecido Moreno Bonilla en un cartel junto
con el Rey con un juego de palabras fruto de la imaginación de sus genios de
campaña. Monarquía, dice incluso la prensa anglosajona, que se cae a pedazos; y
sale ahora el PP a echarle una mano utilizando su imagen. No la van a tumbar
los republicanos ni un PSOE con sus dislates. Serán los propios monárquicos.
Antes de recurrir al Rey, Moreno se ha reencontrado
con una vaca. Moreno es un hombre tranquilo, sin sobresaltos. Dice que es la
misma que le dio suerte para ganar las pasadas elecciones. Se equivoca, no la
vaca; él no ganó las elecciones, las ganó y las perdió el PSOE. Si quiere
suerte que no sea la de la vaca, ya mayorcita, vaca vieja se dice ahora. Con
ella perdió y subió la extrema derecha. Parece que a la vaca no la ha visto en
estos casi cuatro años.
Escucho por estos lares turísticos ecos de la
Gran Dimisión de los camareros, faltan. Dicen los empresarios que es que no
quieren trabajar y que la nueva ley, además, no les permite hacer como hasta
ahora, es decir, explotarlos. La receta ya la dio Joe Biden: pagadles más. Y me
pregunto por eso del modelo y el éxito del turismo. Qué clase de modelo, qué
clase de industria del futuro es aquella que no paga a los trabajadores por darle de comer a los turistas, suficiente
para poder dar de comer a sus familias.
El PP sigue durmiendo a los andaluces y entre
ellos parece que ha conseguido también dormir a los votantes del PSOE
El PP sigue durmiendo a los andaluces y entre
ellos parece que ha conseguido también dormir a los votantes del PSOE. Espadas
quiere que los andaluces lo conozcan, una tarea que se antoja tardía. También
espabilar a los suyos, movilizar a sus ediles. De todas maneras anda con fuerza
y confianza. La calle empieza a hablar, no solo las encuestas.
Canal Sur, la nuestra, se suma al efecto
dormidera, los debates provinciales van a ser en diferido y a las doce de la
noche. No quieren que sepas, pienses y decidas. Los toros, la caza, las
fiestas, los niños prodigio y los amores tardíos que no falten, ni las misas de
los obispos preconciliares.
Falta saber si en el próximo gran debate,
después del fracaso precedente, estará la señora alicantina. Habrá cambios, el
PP no está muy satisfecho con su perfil. Además tendrán las derechas que
esgrimir mejores argumentos. Las izquierdas en el primer debate estuvieron
mejor.
Dormir es el modelo de los que gobiernan, así
siempre les ha ido bien en Andalucía a todos: un pueblo dormido o, al menos,
acostado, pero no en el sentido de Caballero Bonald. De todas formas no
echaremos de menos a la alicantina, en todo caso a la ensaladilla de la
Alicantina de la Plaza de El Salvador, empadronada desde siempre en Sevilla.
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