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jueves, 28 de abril de 2022

EQUÍVOCO

EQUÍVOCO

JOSU AIZPURUA

Volvieron de Urkiola, del Santuario, unos aldeanos de Markina para pedir fertilidad a la Virgen para su hija mayor, dos años de casada y sin señales de embarazo. Pantxike, su vecina, meses después los encontró en la plaza y les preguntó:

“Cómo fue lo de Urkiola”.

“Nos entendió mal y ha quedado preñada la pequeña”.

Errores normales, como nos ha sucedido a nosotros que queríamos saber el dinero del padre, y no cuentan el del hijo. Está bien pagado eso de ser Rey.

Mirándolo por el lado bueno, la abdicación no será gravosa pues tiene buenos ahorrillos y las niñas no quedarán al aire. ¿Y la reina? Secreto total, secreto machista como todo lo que huele a monarquía española.

Pues mira que se lo ponen fácil, transparente el marido, oculto la mujer.

Vivir a cuerpo de Rey, todo pagado, y cobrar esa pasta gansa, en 2022 es obsceno. Y lo es pues una enorme, inmensa parte social, no llega tranquilo a fin de mes, y los pensionistas no consiguen ahorrar nada para un detalle con los nietos; están pelados con las retenciones y la sisa de su 4% y que con su mísero 2,5% miran aterrados al 10% de costo de vida.

Ese jarrón chino que es hoy en día el Rey ya no tiene sentido, pues la estructura del Estado es insostenible con duplicidad de instituciones, y una cascada de pesebristas que se acomodan a la teta de mamá Estado. La guinda es el Rey.

Un Presidente de República, cobra y cuando se va; no deja huella.

Un Rey, cuando se va, deja familia real, amantes, cuñadas adosadas, y un agujero de “varios”, que la economía del Estado español, con deuda del 120% del PIB, es incapaz de asumir. Pero los señoritos de La Casta se empecinan en ello. Es entendible cuando a uno de ellos le dan 6 kilos de cazo por llamar a la alcaldía. Mantener la desigualdad social; les es rentable.

Tener que comprar el silencio de las amantes, desde servicios del Estado ¿Es algo que soportan sin rubor los monárquicos? Farsa real por todos lados.

Y ahora nos ponen en un brete pues no sabemos si la pasarela Moncloa, en que ha convertido la reina su misión, es pagada por ella o por el Estado. Pudo ser una activista de ONG, pero eligió la vanidad y el postureo, por si en un futuro republicano tenían que irse a Sálvame.

La sensación de inutilidad de la Monarquía, su costo hábilmente ocultado, su crecimiento que menos a Iñaki meten a todo kiski, hacen que veamos muy cerca a la República, con Nadal de Presidente si se empeñan, pero cuanto antes, y sin ruido que la cosa no es para tanto.

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