LA NECEDAD `DE LO QUE HOY RESULTA NECIO´
POR MAITÉ CAMPILLO
“Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para éste el más sagrado de los derechos y el más imperioso de los deberes”
(Declaración francesa de los Derechos del Hombre).
-¿Cuándo?- de aquellas anheladas libertades reales?
Tomé conciencia de mi posición al comprender que la lucha de clases no tiene fronteras. Que hay hechos que te revuelven de manera profunda, lecturas y sentimientos victoriosos y otros escalofriantes que se aferran cuando se encarna en ellos, los que han dado todo, hasta por nosotros mismos. La estela represiva aún aletea fundamentando el miedo sobre el control social, haciendo revivir, cómo aquellos clavos largos y planos de punta fina aceleraban entre garras el final de muchas vidas bajo la metralla. Un tembleque despavorido de indignación me sacude reafirmando mi posición en el mundo, al sentir el dolor ajeno bajo las mismas garras internacionalizadas del sistema cerrando vías a la vida (sin ser juzgadas), y me lancé al pozo a refrescarme en sus aguas.
Refresqué posiciones y objetivos, nueva lectura abriendo luz y puertas a una de las millones de familias aferradas al ser querido abatido. La vi reflejada luchando a la desesperada por despedir su cuerpo beso a beso, mano a mano rozando sudor y dolor manifiesto en su frente intentando comunicarse, derramar gota a gota humectando su piel fundiendo sentimientos (trancado sin poder siquiera verlos quedaban sus veintisiete años sellado por las garras como un insociable). Las lágrimas se rebelan asaltando el letargo sobre vías y caminos por Joseba Asensio. Purifica los cauces de las aguas de los ríos donde recibe luz el orgullo de su dolor sobre mar abierto, al sentir la solidaridad aferrarse, de los que conocieron el gran corazón oprimido bajo los clavos de las garras desafiantes, que enviando heridos a hospitales hicieron saltar por los aires el féretro a golpe de porrazos, cabezas con fisuras y forcejeo. Otra vez las fieras tomando la calle, protagonista la metralla y la amenaza secuestrando sentimientos, forzó el robo del ataúd del que dijeron “murió en prisión”. Así, sin más, y por ello la policía cargó contra el féretro dejando treinta heridos camuflando “secretas” al homenaje prestos a lanzar veinte disparos al aire. Reírse así del dolor ajeno está incrustado en la España oficial como su tongo anunciado moderado y elegante en democracia. Seca la boca recordar las <<proezas>> de la transición pacífica aquél junio de 1986, del PSOE de Felipe González en el gobierno, haciendo la política sucia del capitalismo (redescubre la teoría política de Franco: a Felipe sólo le controlan Dios y la Historia). La necedad reacciona tomando las casas de los que forjando otro mundo se vieron acorralados enfrentando un ejercito de espadachines Capuleto, pretenciosos, de cortar el cordón umbilical que unía sus manos con la historia. El grito encarnó la necedad y esta al grito saltando juntos al calor del eco de un volcán humano, decidido a seguir construyendo sus vías transportando de un lugar para otro su memoria de fuego (ardiente como la columna vertebral de Cumbre Vieja en la isla de La Palma).Aquellos cascos,
aquellos escudos, balas y espadachines no eran de los centros comerciales de la
actual China capitalista por el mundo (similar material o peor que los de todo
a cien ‘pesetillas’) ¡Por el contrario leyendo la historia de aquellos días
parecieran sacados a pasear la orquesta de la banda socialista reencarnada en
las catacumbas de Isabel II!!! Forjados y fundidos al fogón de la inquisición
(sus súbditos) por el nuevo orden socialista que dejó hermanado el dictador con
la monarquía. Tras aquél zambullido en las aguas de historia empecé a sentirme
como el compadre Dámaso Alonso sin pena ni gloria acosada en la sombra como el
poeta por la conciencia. Encallada entre grandes peñas observé sus brazos de
sortija y su voz que decía: ¡Vamos colega pa`lante! (Creo que decir, decía).
Derramando sobre mi toda la sudadera desgañitada y dolorosa que llevaba a
cuestas frente a espadas y puñales: “No lloro por ti Melero” -oh, ¡Pantxineta!,
el bautizo de aquél nombre no encajó en el momento adecuado respondiendo rígido
y serio- (mira mis ojos): yo quiero protestar, gritar que es un asco, ea, y
maldecir -a quien sea-, y no llorar ¿Qué bestia gris burriciega trota, y te nos
ciega al trompicón? Por ti con diestra mano no revuelve la espada presurosa, y
en el dudoso llano huye la polvorosa palestra como sierpe ponzoñosa. Buscando
mis amores, iré por esos montes y riberas, ni cogeré las flores, ni temeré las
fieras… Y se fue alejando el poeta dejándome con la duda de cuantos refuerzos
serían los enviados al eco de su voz que todavía zambullía en mi agitada espera
sobre el cerco. Se fue una noche fría de enero helada como el cuchillo (a veces)
de la memoria clavado en la historia a la espera de una mano que hierba la
sangre, firme y desafiante a resolver contradicciones con el tren en marcha
sobre la vía, portando miles de páginas de su saber y empeño donde derramar la
ira ¡Jadeé monte arriba hacia la cima, en busca de una ventana abierta al mundo
por donde derramar la mía, pues así es como yo lo había entendido, ea!!!
(¡Ahhh… conciencia… conciencia -creo que decía- pues ser era el eco de su
voz!!! ). Allá estaba ella en la cúspide empeñada la necedad a seguir peleando,
dando paso a los hijos de la ira entre los que me encontrara arriando el
desafío, imponiendo el valor a la conciencia, que padeciera el poeta que se
extinguió aquella noche fría apeándose en la última estación.
Cuando se le comunicó
que se le consideraba detenido, Xabier Olaberri dio lectura a los artículos del
Estatuto de Autonomía de Gernika que tratan de los derechos de los miembros del
Parlamento autonómico (Olaberri fue conducido sin más dilación a la comandancia
de la Guardia Civil): ”¡Se pare de leer y se venga con nosotros, coño!”
Hay tiempo en punto
muerto y tiempo en luz roja que alarma e inquieta…
Tiempo que no
protesta contra leyes, medidas y resoluciones que envilecen
Tiempo estancado y
tiempo que pudiendo nada se resuelve
Tiempo favorable
que otros etiquetan ‘no favorable’ y aunque no lo creas obedeces
Tiempo que da
vueltas y más vueltas viciado sobre los hilos que otros van aflojando
Tiempo de espera
que otros consideran de acción defenestrando
Tiempo de desespero
enredando y cercando en ritmo sin horizonte
Tiempo que te
inyecta de impotencia es tiempo de desgaste
Tiempo en luz verde
que vomita lo que ya tu presientes, otros callan y otros, esconden, provocan (y
solo ellos ganan) los que inflando la gama ilusionista intermitente van
marcando a tu tiempo la trampa.
Hay tiempo en punto
muerto, borrascoso, de súbito cegándote…
Tiempo que te
disuelve en masa, en número, en nada y en nadie
Tiempo para que
aplaudas lo que otros cagan sembrando la mierda
Tiempo de vítores
de “liberados” y “líderes” para que votes y calles
Tiempo que te
cortan ‘por cojones’ y no logra recuperarse
Tiempo de
obstáculos sobre los que a otros están matando cual si no pasara nada
Tiempo que se
alarga hacia ninguna parte convirtiéndote en silencio de los corderos
Tiempo de
contradicciones antagónico que te anquilosa sin liberarte
Tiempo que te une,
abraza y regenera ilusiones sembrado de sueños
Tiempo de tomar el
poder no de que el poder te asoma
Hay tiempo en punto
muerto y tiempo de vendaval de abrazos en acción…
Tiempo Don Dinero,
no es tiempo de dignidad, contra la corrupción del poder
Tiempo que se
dilata con la soga al cuello es tiempo de esclavitud
Tiempo de Liberad
no es tiempo de fascismo real
Tiempo de
transformar el mundo y no esperar que te liberen
Tiempo de este otro
lado del río no del de enfrente
Tiempo de decir la
verdad de todos los que murieron de “repente”
Tiempo reflejado en
los medios, no es tu tiempo, sino del poder que otros asumen cuando el 12/03/2010
se informa del paradero desconocido de Jon Anza desde el 18 de abril, hallado
en Francia, en un depósito de cadáveres de la localidad de Toulouse: llevaba
aproximadamente un año desde mayo de 2009 en la citada localidad ¿Qué hicieron
con Jon Anza durante los diez días que estuvo en manos de la Guardia Civil,
cuál fue la implicación entre (agentes) españoles y franceses?.
PD
-¿Cuándo?- de
aquellas anheladas libertades reales? (dijo el escritor y dramaturgo Alfonso
Sastre): ¿O ha de seguir siendo hoy, a pesar de todo, no solo una bandera sino
la bandera de la revolución? Muy lejos nos encontramos, ay, y parece que cada
vez más, de la desaparición del Estado, contradicción sin la cual no habrá
libertades reales. Más bien asistimos a la consolidación de Estados. Alfonso
Sastre creyó siempre en la necesidad de una profunda revolución cultural -así
lo manifestó en medios vascos cuando recibió la crítica por ello de Wolfgang
Harich de la (RDA) Una revolución cultural que no excluía a países socialistas
como la República Democrática Alemana, y aunque recibió con desenfado la
crítica, sí se puso en guardia cuando (el disidente) añora la Edad Media,
piensa en Bancos suizos, se arrodilla ante el Papa, canta el bienestar
norteamericano (o cosas análogas) ¡Entonces no. Mire usted, no. Libertad de
expresión, toda la que usted quiera. Pero si consideran capitalismo como una
especie de jardín de las Delicias, váyanse ustedes a la porra…!”
Despertó conciencia
del sueño mágico de éstas palabras con una respiración más profunda en sonrisa
abierta -¿cuándo?- presta a rehabilitar el lugar de su bandera (¡Ahhh…
conciencia… conciencia!!!): Lo más añorado de un preso político después de
estar 10, 15, 20 o treinta y más años incrustado en mazmorras es el día de su
libertad. Poder dar rienda suelta a los sentimientos frustrados entre rejas.
Besos y brazos abiertos que regeneren vida y optimismo por los que luchan y
poder respirar profundo la emoción que te sostiene. Sentir fluir las manos
cuerpo a cuerpo entre sonrisas y lágrimas desbordando espontáneas. Lo más
añorado a la hora de los encuentros es la honestidad. Llegar y sentir los
profundos sentimientos ajenos al gallinero mediático preconcebido como
protocolo de galería y normas ajenas de convivencia. Lo más añorado, lo más digno,
lo más justo que uno pueda aspirar en ello, es volver a él de nuevo lo robado,
su gente, su cultura, su raíz como una nube en la luz contra toda galería
hermética mediática (como muros que se derrumban) para saludar la verdad
erguida en medio. Negar el recibimiento, impedir (deformar) el abrazo y la
sonrisa: es de miserables.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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