VOLCÁN
Cumbre Vieja se ha rejuvenecido.
Ha puesto a hervir su corazón candente
y sus ríos de lava incandescente
todo lo han derribado y destruido.
Estaba mudo, cándido y dormido,
como un gigante dócil e inocente;
y despertó, rugiendo, de repente,
poderoso titán enloquecido.
Y en los suyos no cesa el desconsuelo.
Lo veían allí como un abuelo
que ayer fuera furor y hoy era calma.
Y él los ha golpeado y traicionado
y hasta su mar lo ha herido y lo ha vejado.
Ahora mi corazón está en La Palma.
Soneto de
Carlos Murciano, (Arcos de la Frontera, Cádiz, 1931), dedicado a la isla de La
Palma, con motivo de la erupción del volcán de Cumbre Vieja.
Carlos
Murciano, Premio Nacional de Poesía en 1970, posee una extensa e intensa
trayectoria como poeta, avalada por su excelente obra y numerosos premios que,
además del citado anteriormente, han ido conformando un relevante
reconocimiento en el campo de la Poesía y las Letras en general. Como sonetista,
ha sido considerado por numerosos críticos literarios, como uno de los más
importantes maestros del soneto de nuestra Literatura.
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