PENSEMOS
AIZPURUA tar JOSU Mª
Yo, espero al verde
en los semáforos y cumplo las normas sociales. Pero aspiro a cambiar la
Constitución y abolir la monarquía, aunque preferiría su abdicación voluntaria.
¿Es ello motivo para que la casta y su aparato me considere traidor? ¿Traidor a
qué?
Y en el “qué” está
la clave de este entuerto.
· “Qué” es el relato continuista que, desde los Reyes Católicos, los Monarcas Imperiales, Franco, y la Constitución 78, sostienen la monarquía, el capitalismo, la unidad patria, el catolicismo, como los rasgos esenciales del ciudadano español.
·
“Traidor” es el que observa la
Historia y no ve nada católico en los Reyes que expulsaron de su tierra a
árabes y judíos, que cree en la Leyenda Negra, que repudia al dictador fascista
Franco y su invención de la raza española, que se siente socialista, que conoce
la Plurinacionalidad, que son aconfesionales, y que no ven rasgos comunes en lo
que esencialmente es distinto; España.
Pero esta dicotomía
que dio nombre a la España Invertebrada, o las Dos Españas, tendría valor para
un futuro, pero para el pasado es la Historia que el siglo XXI aprecia como
correcta, y está contenida en la segunda, y los principios
de la primera hoy son vistos como errores de concepto de una filosofía errada y
añeja, casposa y peligrosa.
El bolsillo de la
primera no necesita una antigualla histórica, falsa y falaz, y como los
poseedores del 2021 no la necesitan para enfrentarse a los desposeídos que ya
construyen sus paradigmas. Para crear el Estado 202X sobre las cenizas del
1978, son necesarios los dos principios en negociación, pero con un espíritu de
consenso para evitar el enfrentamiento, los conservadores y los progresistas
deben crear la sociedad del futuro y no lo tienen nada fácil.
¡Cuanta sangre
derramada, cuanto sacrificio humano, cuanta desdicha en una tierra que no tuvo
por qué sobresalir! De la Castilla Imperial hemos llegado a la Castilla Vaciada:
para este viaje no se necesitaban alforjas. No eran los castellanos viejos
haciendo su progreso, eran los pobres engañados haciendo los proyectos de los
castellanos ricos que hoy se camuflan en Madrid Rellenada.
Pero la Historia
nos permite desfacer entuertos y ya mismo podemos sentar bases, fijar consensos
a la luz de los nuevos paradigmas de la UE, tan alejados de los eternos de
Alfonso X, inmóviles en la mente facha.
¿Pero dónde están
los hombres y mujeres que sean capaces de concretar la necesidad? En los
Partidos, no los veo, y espero que la Casta sea consciente de ello y emplee sus
armas para encauzar en gente lúcida y honrada para que logren un acuerdo, pues
con los otros vamos directo a la confrontación. Ellos son los que más tienen
que perder.
Seguiré esperando
al verde en el semáforo y a la nueva Constitución XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario