JUDICADURA

JUDICADURA

AIZPURUA tar JOSU Mª

Pobre Montesquieu, travestido y alabado, con falsos usos de sus tres poderes independientes, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. No era mala idea, pero hoy el Poder es uno: el Dólar, San Dólar uno y trino, que se viste de toga o de corbata según las necesidades.

Y la carpetovetónica, la diferente, la que chapotea en el Régimen78, ni siquiera se asemeja a la Judicial Europea y ha creado su propia Judicadura. Se pretende Judicatura, pero, no es comparable a la vieja tradicional de UE curtida en mil batallas para conciliar dólar y ley. Con su rescoldo franquista, la Judicadura hispana vuelve a ser diferente.

Y así se lo repiten a Marchena, Estado, tras Estado, ante el regocijo de la Cataluña centrífuga y su líder Puigdemont que ya gana por goleada, pero, inasequible al desaliento, la Judicadura insiste en el dislate y vuelve a ser la “reserva espiritual de occidente”: ellos no tienen NPI.

Me cuentan que hay un togado que si te ve la pulserita te coloca la mínima pena, y los chorizos se la ponen en la Sala. ¡Qué País!

Recuerdo las tanganas de la Transición, en la que la mayoría veíamos el peligro en los militares con graduación, pero un terco trotskista nos advertía que eran los togados el mayor peligro para la Democracia; profeta amigo.

La cúpula judicial nunca se cambió por otra de jóvenes demócratas, de izquierda o derecha, pero demócratas que tuvieran un horizonte europeísta para el invento del Régimen78. Se mantuvieron las viejas cabras franquistas, y en cuanto pueden: tiran al monte. Da lo mismo que las elijan los partidos, la Conferencia Episcopal, o la Asamblea de Renteria: son cabras y tiran al monte.

Coordinados con la casta, tratan de tirar abajo al Gobierno, que como en el 36 no les gusta, y se dedican a dictar sentencias pro-VOX que dejan en mal lugar al Gobierno “ilegítimo social-comunista”. Esto si es golpe de estado y no la ensoñación catalana que sin levantamiento armado era objeto de multa simple y no la telenovela que montaron la Judicadura y la casta.

Una Democracia necesita de una cúpula judicial que reme a su favor, no en su contra que lleva a la dictadura y al enfrentamiento civil. Sus juicios, por doctos que se pretendan, no pueden oponerse al del poder Legislativo que, delegado del Pueblo, es de un mayor rigor democrático. Las leyes siempre tienen muchas lecturas y la suya debe plegarse al Pueblo pues a ustedes no los eligió. Fueron el consenso del PPSOE en la que la corrupción y los Lobbies agarraban con las dos manos.

Desautorizar Gobiernos, centrales y autonómicos, en tiempo de pandemia, es una maniobra de la pre-democracia de donde nacen muchos de ustedes. Sus sentencias necias, las recuerdan los ciudadanos, y las minifaldas siguen campando por nuestras calles. Váyanse a sus casas y dejen fluir a la Democracia.