AL FIN

AL FIN

AIZPURUA tar JOSU Mª

Rajoy envió a la Brunete y Marchena, y el odio reverdeció en Cataluña y en la eterna España. Pero llegó Sánchez-Iglesias y envió una Delegación para oír y negociar.

Al fin de 500 años, cae la venda, y el siglo XXI emprende el camino de la paz y no el de la guerra. Cómo termine la negociación, es lo de menos, pero ya cayeron los argumentos guerreros y prepotentes y ahora el mejor uso de la inteligencia será el camino y no los porrazos y los togazos.

Las Dos Españas de nuevo se miran, pero ya no desde las trincheras, si no desde las sillas opuestas en la mesa de negociación, mesa de la esperanza y mesa de creación de las raíces de un Estado disfrazado de España Imperial, que ya caducó hace tiempo sin fructificar. Cataluña es la punta de lanza de las naciones peninsulares y las colonias africanas, y si ellos no las olvidan, tendrán su apoyo en cualquier referéndum donde se cuestionen sus decisiones.

El Estado regido por nuevos modos y alejado del “muera la inteligencia”, tiene al fin la oportunidad que nunca tuvieron los violentos, al enfrentar la realidad catalana, con sus nativos y residentes, a su pretensión de adhesión, para lo que tendrán que argumentar y no como antes: aterrorizar.

España y Cataluña son agua y aceite, pero, “Estado” es algo practico, metodología de convivencia en donde, desde el respeto, la creatividad, honrada, puede obtener logros hoy inimaginables. El camino de la negociación será el fiel de la balanza, centrífugo o centrípeto.

Los ciudadanos del Estado78, hoy 15/09/2021 entran en el siglo XXI, para enfrentarse, al fin, a sus miserias ancestrales, a su destino invertebrado, a su falso “diferente”, y se miran a la cara, no para atizarse si no para oírse, entenderse, y repartirse que en eso estará el éxito.

Tontos y mala gente no lo entenderán y bramarán para entorpecer el futuro, como lo hicieron desde la Reforma Agraria, a la que se oponían solo por un tiesto en casa. No los secunden, aunque no vean clara la Mesa, pero apuesten por ella pues es el único camino, y sin atajos. No hay “bloques”, esa es una ficción para políticos, pues lo que hay es tierra donde vivir TODOS, y a los más capaces les toca crear el marco donde poder hacerlo.

Tiembla casta pues rompieron tu falaz empresa, la de dejar a los tuyos en la cresta y machacar al disidente que clama por la Libertad, Trabajo y Solidaridad. Hoy se cierran las brechas y se abren las esperanzas, las tumbas se cierran y el futuro, aterrador, se presenta sin caretas.

Yo ya no lo veré, pero ustedes: disfruten de él.