LA FALACIA DEL CONSTITUCIONALISMO
DAVID BOLLERO
La derecha se ha desplomado en Catalunya, pese a la entrada en el Parlament de Vox, y continúan hablando de "electorado constitucionalista", como si quienes han votado a un partido como ERC no lo fueran. Quizás no es el constitucionalismo el que ha fracasado, sino la obcecación por aferrarse a una Constitución que, como vuelve a demostrarse en Catalunya, necesita una profunda reforma sino abrir un proceso constituyente.
Con la abstención
como la gran ganadora de las elecciones catalanas y, por tanto, la democracia
como la gran derrotada, el nuevo escenario en Catalunya vuelve a dejar su
gobierno en manos del independentismo. No cabe otra, salvo que vuelva a
cotizarse al alza la deshonestidad y la mentira. Salvador Illa aseguró anoche
que se presentaría a la investidura, pero no le dan los números de ninguna
manera... salvo que haya vuelto a mentir, claro, puesto que él fue el primero
que tendió un cordón sanitario contra los partidos independentistas
garantizando que no formaría gobierno con ellos.
Podría Illa
retorcer sus propias palabras y pretender gobernar sólo con el apoyo pero sin
que ERC entrara en gobierno, pero pensar que los de Pere Aragonès acepten eso
parece misión imposible, más aún después de haber suscrito un acuerdo con las
otras formaciones independentistas para cercar al PSC. Así que sí, Illa ha
ganado las elecciones -en contra de lo que yo mismo pensaba, que pronostiqué
una mejora de resultado pero no una victoria-, pero no gobernará;
presumiblemente lo hará Aragonès.
Y mientras, ahí
vemos a la derecha, lamiéndose las heridas por su debacle. Ciudadanos cae en
picado perdiendo más de un millón de votos. En la memoria aun está fresco el
dedazo de Inés Arrimadas con Carlos Carrizosa, al que hizo candidato saltándose
las primarias del partido que habían concedido ese papel a Lorena Roldán. En su
favor sí podría decirse que Arrimadas fue la única líder que estuvo anoche al
lado de su candidato derrotado.
No se puede decir
lo mismo del PP, que con Alejandro Fernández y la ex Cs Roldán de número 2,
cosechó una derrota dolorosa, que el lenguaraz Teodoro García Egea no tardo en
achacar a Luis Bárcenas, olvidando la irrelevancia del PP en Catalunya durante
los últimos años.
Tanto PP como Cs
lamentaron que el electorado constitucionalista no hubiera sido suficiente para
vencer al independentismo. Lo que ya no es suficiente es esta Constitución,
obsoleta, incapaz de dar cabida a una nueva fórmula de Estado que anoche
Catalunya volvió a reclamar. Seguir hablando de constitucionalismo es seguir
defendiendo un imposible y no querer resolver la cuestión catalana dialogando.
Ni PP ni Cs se han dado cuenta de ello y así les ha ido en las urnas.
En cuanto a
Podemos, Pablo Iglesias sigue instalado en su miopía, saboreando como victoria
la pérdida de votos -la enésima en un proceso electoral-. Acerca de Vox, qué
decir, que la extrema-derecha ya estaba en el Parlament, aunque no con esta
contundencia representativa. Ni siquiera entraré en el fascismo que representa:
cuando más de 200.000 personas votan a un partido cuyo candidato ni siquiera
conoce el presupuesto con el que cuenta para desarrollar su programa -creía que
eran 27 millones de euros cuando son más de 30.000 millones- hay poco más que
decir sobre ese electorado. Sobran las palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario