JM AIZPURUA
Canarios:
simplemente Canarios.
Por ello nos sobran
las “Comunidades Autónomas” que son filigranas para tapar sus nacionalidades y
meterlos en la españolidad. Nosotros somos colonia y necesitamos un tratamiento
diferente.
Vascos y catalanes
tienen un nivel de eurorregión, con la frontera francesa en sus lindes donde
además poseen paisanos con los que entenderse en su lengua vernácula.
Nosotros en
Canarias tenemos subdesarrollo, miseria, soledad, y enfrente un Sultán que nos
mira con codicia.
A nosotros nos
falta una descolonización siglo XXI, sin broncas ni motines, atendiendo a las
necesidades del 40% desposeído en nuestras islas, como argumento base para que
el Estado y la UE entiendan que solos no tenemos posibilidades de revertirlo,
sin ninguna de las armas económicas que hoy poseen las eurorregiones y sin una
naturaleza que provea de riquezas exportables. Si nos dejan en el Estado y en
la UE: deberá ser con compensaciones administrativas para podernos mover y
competir en la economía mundial.
Eso se llama
inversiones extraordinarias y no por RUP ni Comunidad; simplemente por
canarios.
Ser ahora
igualitario con las Comunidades, es ignorar que se nos esclavizó, que se
repartieron nuestras tierras entre los que nos esclavizaron, que abolida la
esclavitud se nos explotó por medianeros, y que el oro americano arribaba a
nuestras costas para avituallarse, pero su destino era Sevilla-Madrid. Entrando
en 1986 en la UE, llovieron los Fondos de Cohesión, pero ni una gota cayó en
las islas: en Península autopistas y en Canarias caminos. Ser ahora
“igualitarios” es ofender la inteligencia de los canarios.
Hay grandes
empresarios vascos y catalanes, y trabajadores de gran cualificación en sus
Comunidades, y fábricas competitivas, pero nosotros en Canarias, partidos en
ocho trozos rodeados por la mar, no tenemos de nada, sólo nuestra dignidad
canaria y las ganas de progresar, y allí donde tuvimos que migrar, los canarios
fueron emblema de trabajo y rectitud y por ello progresamos. Aquí no nos dieron
oportunidad. Nosotros en la Salida y los demás llegando a Meta.
Duele mucho
escribir esto, sabiendo que los cómplices españolistas se reirán de ello, pero
quien ríe el ultimo; ríe mejor. Pronto se les helará la sonrisa.
En el Congreso
sonaron altas y claras las voces vascas de Ortzi y catalanas de Tardá y por eso
ganaron el respeto de la casta, pero la voz canaria siempre sonó falsa y
mendicante, y cosecharon las migajas y sólo cuando eran necesarios al Poder.
Hicieron oposiciones a la cola del furgón: y en ella se quedaron. Ellos no; que
los traidores siempre fueron bien pagados en Madrid.
Los viejos
aprendimos demasiado y yo pienso que llegó el momento de Canarias. Su historia,
su dignidad, sus condiciones, deben revisarse a la luz del progreso y
posibilidades sostenibles en la economía mundial. Pero ya mismo.
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