ANN...9(CONTINUARÁ)
DUNIA SANCHEZ
9
Podría decirse
desesperados, ansiosos de que la noche nos acogiera con las luces de las
fogatas al son de una vieja canción, al son de una vieja danza donde se iban
tirando todos aquellos trastos innecesarios, donde la purificación del oleaje
nos dejada limpio de alguna mala señal para el mañana. No sé qué decir de si
mis padres creían en aquella magia blanca. Ellos la rehuían y solo lo tomaba
como un juego pero por si acaso hacían los preparativos para esa noche de San
Juan. Querían que todo mal se apartara de nosotros, que viviéramos en una
atmósfera vertical, de empuje sin lo pesado de la humanidad. Sigo en mi piano,
con el todo, con la nada, con la memoria recorriendo cada punto de mi infancia.
Una infancia feliz. Sí, era feliz ahora, también lo soy y me da miedo decirlo,
solo para mí ¡Uhm…¡ termino con la música y miro el retrato de mis padres, un
libro se cae sobre el piano.
Abro la página que está marcada y es una mujer del
siglo XIX sumisa a la cultura, a la lucha por sus palabras. Leo uno de sus poemas
y me quedo así, ensimismada en su llanto. Siempre han existido mujeres que
escriben, siempre ha quedado algo de ellas, medito. Y me detengo en este
proceso, me pregunto cómo pudo caerse el libro sobre el piano. Todo bien
colocado, un viento que no ha venido aún. Me quedo como pensativa, energías
extrañas de un ayer podría ser. Es tanta mi concentración en esos días que
hasta los objetos caen, eso opino sin darle mayor importancia. No, no soy
creyente. En nuestro cuarto, con las orejas pegadas en las paredes. La gente
que cohabitaba aquel rincón en ese día hacía rezos, oraciones que muy bien no
llegaban a mi entendimiento. Unos preparativos para la noche más colosal de
esta isla ¡Ann¡ ¡Ann¡ entretén a tus hermanos con cualquier cosa mientras hago
la comida. Se entremezclaban las voces de unas y otras. Padre y madre deseaban
marginarnos de todo esos preparativos antes de la llegada de la hora, de las
hogueras. Sospechaba…sospechaba que cosas buenas no manejaban algunos de los
inquilinos. Pero ansiosos estábamos del nocturno, para nosotros era una fiesta
y para otros…CONTINUARÁ
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