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viernes, 6 de marzo de 2020

LA FRONTERA


LA FRONTERA
DUNIA SANCHEZ
De espaldas. Sí, de espaldas. Ellos dos y el silencio. Ellos dos y la distancia. Uno contemplando las manías hipocondríaca de una sociedad. Otro, despechado, bajo un campo de sombras negras.

XX:
 Sé que estás lejos…muy lejos e intento abrazarme a tus dudas, a tus penas, al derrumbamiento de tu verticalidad. Lejos….muy lejos, donde el mundo es una atmósfera insoportable agitada por el desprecio, por el olvido. Quieres llegar pero la frontera ¡Ah , la frontera¡ De qué demonios frontera me hablas en un mundo globalizado. Sí, de aquí escucho, miro los periódicos y estremece el canto de la agonía en tierras de la desidia, en tierras de helados sentidos, en tierras donde mi mano no te alcanza. Ay , amigo mío ¿Te acuerdas cuando nos escribíamos? No sé nada de ti. Solo que querías llegar…llegar donde el arco de colores sonríe después de tantas y tantas penurias. Muertes anónimas allá…Sí, allá donde tu te hayas.

YY:
No. No estoy lejos. Estoy tras la frontera. No te das cuenta pero te puedo ver. Eres inconsciente del peligro, de los dolores, de la muerte andando como ave hechizado por la oscuridad. A veces pienso que es mejor así. No soporto el daño a estas gentes que viajan al vacío, de estas gentes prisioneras de todos. Sé que me esperas, todavía vivo. Estoy aquí con las corrientes mascullando quien será la próxima víctima. Solo enfermedad, solo muerte.  Amigo mío confió en que llegaré, no sé en qué estado.
Xx:
Un cuervo se posa en mi ventana. Lo miro. Malas esperanzas para ti, amigo mío. Malas noticias se reparten por este continente donde todo se aloja ahora en obsesiones. Una enfermedad ha llegado, un enfermedad que parece mortal. Pero no, la muerte la tenemos en nuestras manos, la muerte está en nuestras manías, la muerte está en nuestra visión psicótica respecto a ella. Mientras tu…si, tu.  No sé de ti, imagino tus manos heridas, imagino la propagación adherida a tus espaldas, a tus ojos de la muerte. La muerte de verdad. Eres un refugiado de las diabólicas ideas del poder ¡Oh, amigo mío¡ Poso mis pensamientos en ti y el llanto y el remorder me paraliza en un estado de fracaso. La humanidad ha fracasado amigo mío, querido amigo.
YY:
No. No estoy lejos. Estoy tras la frontera. Los malditos dioses han creado un mundo de hipocresías, de mentidas concedidas desde nuestro nacimiento. Así estamos. Me alejo. Me ausento donde no soy influjo de la mediocridad y bailo al son de mi libertad sin hacer juicio a la procedencia de todos los que estamos aquí. Todo es cuestión de tiempo, un tiempo que a veces nos retuerce, un tiempo que parece eterno, un tiempo que nos desprecia en el hoy ¿Pero, mañana? Qué será del mañana. Sí , amigo mío, la humanidad ha fracasado , puedo convencerme de lo que razonas. Ay , amigo, siento dolor, mucho dolor. Algún niño ha nacido, escucho el dolor de alegría de la madre, escucho el llanto innato de esta nueva alma, nacida donde la lumbre de la miseria y la desesperación nos vuelve pena.  Y ¿qué será de él? No , no quiero preguntarme ¡No¡ harto de este hostil lugar no quiero saber nada ¡Ay amigo¡ , amigo mío ¿Nos veremos?
XX:
¿Nos veremos? Todo está tatuado de mal ¿Nos veremos? Sí, amigo mío. Haré todo lo posible por hallarte. Y te daré un abrazo, y te daré mi mano. Te presiento. No me gusta estos presentimientos, pero sé que estás cerca ¡Oh , amigo¡ Amigo mío, querido amigo. Solo pensaré en ti, que mis fuerzas te traigan, que mis ganas te dejen ver. Y te daré un abrazo, y te daré mi mano. Amigo, amigo mío

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