EXCELENTÍSIMO EXPLOTADOR
POR IRIS VALDEMI
La fortuna de
Amancio Ortega que equivale al salario promedio de más de 5 millones de años de
una trabajadora de Zara, no se ha hecho, fundamentalmente, con el apoyo de la
casta política del régimen español o las medidas de salvataje financiero de la
Unión Europea. Ni siquiera por el hecho de que Zara se haya considerado la
marca más valiosa de España, por encima de Movistar o Banco Santander.
Su inconmensurable
fortuna surgió del trabajo de hombres, mujeres, niñas y niños esclavizados en
distintas partes del mundo. No es una metáfora: las denuncias contra Inditex y
Zara, reaparecen, año tras año, aunque el esclavista de La Coruña haya sido
convertido por el gobierno español en el Excelentísimo Señor Amancio Ortega,
condecorado en 2009 con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil. Una
distinción que suele otorgarse a altos cargos del poder del Estado, generales
del Ejército o de la Guardia Civil y otras personas consideradas relevantes por
el Ministerio de Asuntos Exteriores, que deben ser aprobadas por el Consejo de
Ministros. ¡Gran mérito debe haber hecho para el capitalismo español el
excelentísimo Ortega para que el gobierno de Zapatero del PSOE, decidiera darle
una condecoración que no había recibido ningún empresario desde 1953!
Comprando a la
justicia y una porción del cielo
Cuando fue
condecorado por el gobierno, hacía tres años que Zara había sido condenada
judicialmente por obligar a las empleadas y empleados a trabajar domingos y
festivos. Aunque las peores denuncias ocurrieron después de que ya portara su
medalla al mérito. Veamos algunas de las acusaciones que han sido públicas:
2012, en una investigación realizada en la
India sobre la explotación de niñas y adolescentes de entre 14 y 20 años en empresas
textiles, Inditex fue una de las empresas denunciadas.
2013, fue clausurado un taller ilegal en
Buenos Aires (Argentina), donde niños y adultos trabajaban hasta 13 horas para
la marca Zara, en condiciones insalubres.
2014, fue obligada a retirar del mercado una
camiseta con un diseño similar al que los nazis obligaban a usar a los judíos
en los campos de concentración.
2016, una investigación de la BBC sobre
fábricas de Turquía que emplean irregularmente a refugiados sirios con salarios
de miseria, descubrió que entre quienes subcontratan este trabajo, también se
encontraba Inditex. En el mismo año, un informe presentado en el Parlamento
Europeo señaló a Inditex por evadir impuestos por un monto de casi 600 millones
de euros.
2017, la marca fue condenada por la justicia
brasileña por “trabajo esclavo”, algo que Ortega resolvió pagando una multa de
un millón y medio de dólares.
2018, la empresa fue condenada por la justicia
italiana por plagio en el diseño de prendas.
2019, Zara fue condenada nuevamente por la
justicia en España, por discriminación contra las trabajadoras de una tienda
que tenían reducción de jornada por cuidado de hijos menores de edad.
Pero, después de
superexplotar a niñas, mujeres y hombres en condiciones insalubres, jornadas extenuantes
y con pagas miserables; después de evadir impuestos y eludir a la justicia, el
excelentísimo Ortega se encarga de hacer jugosas donaciones al Estado para
atender la sanidad pública u otras necesidades de las masas. Y así va comprando
voluntades, conciencias y, en cuotas adelantadas, su propia porción del cielo,
el español que actualmente es el sexto hombre más rico del planeta y el primero
en el ranking de multimillonarios del Estado español.
Fuente: Sudor y
sangre se escriben con Z de Zara
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