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lunes, 28 de octubre de 2019

“¿ACASO HEMOS SALIDO DE “LA BURBUJA”?”


“¿ACASO HEMOS SALIDO DE “LA BURBUJA”?”
POR RICARO GARCÍA LUIS
“Una burbuja suele revolotear al garete caprichoso de quien tenga el poder de soplarla. Una burbuja no tiene consistencia, carece de entidad distintiva, en sociedad sin conciencia colectiva, en un pueblo sin cohesión, desarraigado, manipulable, permenentemente susceptible de ser sorroballado”, dice Akli, uno de los personajes –doble de Víctor- que se reúnen para reflexionar sobre la Canarias colonial (prefieren a “nación colonizada” el nombre de Burbuja). Es una expresión  que se aproxima más a lo que es Canarias.

     De aquí sale el título que V.R. pone a éste su sexto libro de artículos periodísticos: “Repondo” (1993), “La escudilla” (1994), “La rendija” (1997), “Palabras de Amazigh” (1998) y “Desde el callejón sin salida” (1999). Consta “En la Burbuja” de 34 artículos –la última serie que publicó en Diario de Las Palmas (inconcluso por la censura)- y 17 de los prohibidos: un total de 51 artículos (algunos tienen varias partes).


El libro –editado por Benchomo- cuenta con una portada de Julio Viera –titulado Sonoridad marina-, una entradilla donde aparece una foto del autor, orgulloso, cargando a dos de sus nietas (1999) y un solidario prólogo del Dr. Rafael Inglott Domínguez.
     Luego V.R. comienza su batalla por desvelar todo aquello que es el canario (o lo que han hecho ser). Uno se asombra de la actualidad -¿aquí no hay avance más que la especulación despiadada de los que mandan, desde Madrid –ahora también desde Bruselas- o sus eficaces capataces nativos?- de muchos artículos.

Nada más empezar por el número 1 (Entre ocultaciones e ignorantaciones) nos habla a través de José Agustín Álvarez Rixo, nacido en el Puerto de la Cruz en 1796, y de su obra Historia del Puerto de Arrecife, de la cortedad de miras de nuestros magnates y gobernantes, acerca de la pesca en el caladero canario-sahariano. Pero lo más importante es la reflexión de Álvarez Rixo:
“Quizás venga un día que todo se cumple y entonces los extranjeros que todo lo perfeccionan también nos proveerán del pescado, así como nos proveen de las camisas que vestimos” (y de todo cuanto necesitamos y no producimos porque se nos han eliminado todos los sectores productivos para hacernos absolutamente dependientes de productos foráneos, por cierto de muy baja calidad: huevos podridos, leche aguada, carne de reses enfernas –vacas locas-, alimentos transgénicos, comida basura… que acabará con nosotros en un genocidio calculado).
     En “Siempre los ha habido y los habrá” nos informa que “el nacionalfelipista Jerónimo S. Acevedo había manifestado que aquí deberían quitarse de los programas de estudios los contenidos canarios”. En unos peñascos, donde la actualidad más hiriente es la lucha incesante entre “dos ultraespañolismos: el grancanario y el tinerfeño”, y donde “jamás se han estudiado nuestra historia, nuestra geografía, nuestro arte, nuestras costumbres, nuestra literatura…” (otro gallo -¿el gallo de pelea que aparece como símbolo en la contraportada?- nos cantaría, si no se hiciera caso de los consejos del tal Jerónimo, cuyo objetivo es sumirnos en la más cruel ignorantación)

5-Febrero-2001

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En “Sobre los peligrosos ‘voluntarios’ que abundan por acá”, y basándose en que alguien manifiesta que “habría que colgar a los maricones y a las lesbianas, a todos, colgarlos por decreto”, le sirve para hablar de “los voluntarios canarios que colaboraron entusiastas en la eliminación física de sus paisanos en el 36”.
     Y se pregunta: “¿¡Cuántos canarios no se sumarán a la represión asesina contra sus paisanos independentistas, ansiosos de una soberanía dignificadoras para su pobre Patria!?”
     (En la pregunta se encuentra implícita la respuesta: escuchamos a Aznar invitando a seguir, en el país vasco, el ejemplo de Serbia -sabiendo y, si no lo sabe es un ignorante, que fue una operación planificada por EEUU y la OTAN-, que los ciudadanos se echen a la calle para acabar con el Gobierno Autónomo Vasco –el nacionalismo abertzale-, creyendo acabar con el problema…)

En “Incapacidad para la libertad de expresión” da la vuelta al dilema, diciendo que lo que se dilucida es “si hay capacidad para saber y poder expresarnos”, ya “que se nos va incapacitando para la expresión desde la misma cuna”.
     Luego presenta a los medios de comunicación, sujetos al poder colonizador, vetando “a los intelectuales rebeldes”, lo que deja “muy pocas opciones de concienciación, de aprendizaje emancipador” a los canarios. Y, amparado en “Psicología del hombre canario”, de Manuel Alemán, nos habla de la conciencia de futuro que predomina, “la racionalización es un mecanismo de defensa por el que se ocultan los motivos o intereses verdaderos y se presentan otros que en realidad no lo son: se crea una teoría explicativa de esta aparene motivación y se enseña y se difunde la razonada” (yo añadiría “falseada”: el interés es ‘mantener el sistema).

En la “Inminente desfachatez del 98” –a partir de ‘El 98 que se nos viene encima’ de Juan Goytisolo- arremete contra “los intelectuales de cualquier signo”, que “acaban siendo utilizados por los poderes”; y pone en conocimiento que “la soberbia de los necios con poder dañino es la más poderosa: el fascismo no es más que un nefasto resultado de esa soberbia” (“Los meteremos a todos en la cárcel”, enfatiza un soberbio Aznar tras el cierre de Egin y la detención y condena de la Mesa Nacional de HB que, tras recurso, ‘queda en libertad’)…
     Y cómo Azorín lisonjea ‘al generalísimo’ (iniciador del sacudimiento que ha de salvar a Europa)” o Manuel Machado (“de tu soberbia campaña/ caudillo noble y valiente/ ha surgido esplendente/ Una, Grande y Libre España”). O Jacinto Benavente con sus “femeniles requiebros al ejército y sus acusaciones de traición a los defensores de la República”. Y como colofón: “El arte del saber es en España el de la ocultación del saber”.
     Se lamenta de ver al pintor José Dámaso rodeado “de esbirriles autoridades” (y muy feliz) y se conduele, admitiendo que la conciencia de futuro operactiva, “la que opera sobre la realidad para mejorarla, en una colonia es muy díficil de adquirir. Habría que luchar contra la ignorantación implacable. Y luego, ¿cambiar la realidad?, es demasiado para esta sociedad” (me decía alguien que estaba asustado al ver cómo casi todos aquellos que lucharon en la calle, durante la mal llamada transición estaban colocados en puestos oficiales bien remunerados y bastante cómodos: una manera de acallar conciencias).

12-Febrero-2001

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En “Motivos para la esperanza liberadora” nos muestra la única receta curativa: “La conciencia se adquiere por el conocimiento” (para lograr acceder a la conciencia operativa: transformadora de la realidad impuesta. Pero ¿el sistema está interesado en que la ciudadanía adquiera conocimientos y, a través de ellos, conciencia?).
     En “Monólogo sociopolítico del apodado Pancho” el susodicho habla que “un cuñado de cierta novia que tuvo era policía”, y que tras varios rones “nos confesó que no podía evitar sentir una especie de euforia placentera cuando golpeaba o humillaba a un indefenso”, llegando al extremo de manifestar que “si supiera que no me iba a pasar nada, hasta le pegaba un tiro” (entronca con el caso Fonseca: ¿se encontró este guineano con unos policías con esa conformidad cerebral? Porque Fonseca era un indefenso negro. Y en cuanto a la impunidad, Mayor Oreja, sin mucha literatura, manifestó en el Parlamento español “que a Fonseca se le trató según los derechos humanos –a pesar de eso murió-; y un forense dice que producto de un golpe con objeto contundente en el cuello).
    
Tema recurrente en varios artículos es el de la emigración. En “No nos roban el trabajo” da en el centro de la diana: “la constante de nuestra amada patria ha sido la emigración: como negocio lucrativo de unos desalmados (y “canarios”, de mi cosecha), que negociaban con nosotros y como prevención o remedio al conflicto que hubiese devenido político” (lo suscribo y firmo).
     En “Sobre la pérfida utilización del desconocimiento de nuestra historia” (la Ministra de Educación ha presentado el decreto involucionista de las Humanidades: asesorada por un comité de sabios de la Academia de la Historia –su presidente reconoce no haber visto ni por el forro los textos que se usan actualmente, por ejemplo, en el País Vasco, aunque los ha criticado como el germen de la violencia –sic—ha empezado a laminar unos balbucientes programas con contenidos propios de cada nacionalidad), manifiesta: “Aquí, a poco que te molestes en leer nuestra historia, sólo han tenido ‘derechos’ unas minorías privilegiadas, las pertenecientes a la casta dominante, fuera ésta invasora u oriunda esbirril. Esos derechos jamás han sido para beneficio del pueblo colonizado, jamás” (tras la conquista, los colonizadores-depredadores se reparten tierras y aguas, dejando en la indigencia a la población propietaria de las mismas –¿lo llamamos ‘robo’ en vez de ‘derecho de conquista’ como hacen los panegirísticas).
     Y se habla de un autobautizado Beneharo: para borrar los orígenes de una raza, eliminaron la lengua (la prohibieron) y bautizaron en manada a los aborígenes (ahora, los más conscientes, se han rebelado y se han rebautizado –con todo el derecho del mundo- para recuperar algo que se les quitó –ver artículo Tanagua, columna Arerú, de Juan Manuel Torres Vera, semanario Liberación nº 49).
     La parte 4º del artículo de V.R. no tiene desperdicio (pg 56). Trata de la emigración con conocimiento y verdad. Sólo, para los que hablan de que la inmigración que ahora sufrimos es igual a la que nuestros paisanos efectuaron a América esta perla: “Todo lo contrario a quienes nos invaden, que vienen alimentados y para mejor comer y con el futuro ya bien pactado”. Y finaliza con un contundente: “Quienes hoy nos invaden vienen del norte, a explotar (habla VR de españoles y comunitarios). Nosotros siempre fuimos al oeste, a ser explotados”.

17-Febrero-2001
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En “Sobre ‘bereber’ y ‘amazigh’” habla de la “fortísima presión de otras culturas que ha provocado el fin de muchas costumbres nuestras” (sobre todo a través de un turismo alienador que se ha apoderado de nuestra tierra –la ha comprado- y de nuestro espíritu).
     “En cuanto a llamar ‘bereber’ al ‘amazigh’ (hombre libre, responsable de su destino) es como llamar ‘chicharrero’, ‘gofión’ o ‘conejero’, a quien prefiera ser llamado tinerfeño, grancanario o lanzaroteño”.
     Y “como la verdad acaba inculcándote ansias de libertad, la verdad es un peligro para los colonizadores y sus esbirros. En una colonia intentar descubrir y airear la verdad es, para ésos, jugar con fuego, sembrar viento” (aquí, hasta las víctimas se niegan a aceptar la verdad histórica; prefieren una historieta –azucarada, eso sí- en la que se ensalce el sufrimiento del pueblo sometido; ni un paso más, y el verdugo sonríe satisfecho).

En “No es cuestión de racismo” se habla de una ‘necesaria Ley de Residencia’, que es contestada con “lo da ‘haber asumido los canarios’ una reglas del juego al entrar en la Unión Europea, reglas que impiden poner coto a la libre circulación de trabajadores”; y se oculta que “es casi imposible que el canario circule libremente en busca de trabajo por Europa” (no tenemos derecho ni a montar un puesto de pipas en el continente europeo).
     En “Otro regalito benefactor” habla de la Universidad, “tampoco debe extrañarnos que la mayoría de los que en ella estudian y se dedican a la Historia acaben por convertirse en mercenarios de la mentira interesada –o de las puntuales verdades manipuladas- al servicio del poder instituido: en Canarias, al servicio del poder metropolitano colonizador” (el autor piensa que es castradora: lo dice en todos los foros).

En “El paralizante factor de estabilidada social” vuelve sobre la inmigración de forma muy atinada, como suele ocurrirle. Y ante la invasión extranjera en Canarias se pregunta con amargura.
     “¿Cuándo vamos a construir un mundo nuestro, para nuestros hijos y acorde con la realidad de nuestras islas?. Y es destacable que, con respecto a la historia de Canarias, ‘nadie olvida lo que ignora’. Si de algo puede presumir cualquier político canario, es de ignorar la historia de nuestra Patria” (varapalo a la mediocridad que gobierna –por delegación- estos peñascos; y los que conocen sus extremos más siniestros miran para otro lado).

En “Las lecturas” nos habla del rey Alfonso XIII, que “luego (durante su exilio) alentó y apoyó con muchísimo dinero el golpe fascista del 36 y a los fascistas de la guerra civil”, y que se habló “que la infanta Eulalia había dicho que la familia real aportó cuanto tenía, comprendiendo diez millones de dólares de don Alfonso XIII” (y añado que don Juan, padre del actual rey, se presentó vestido de requeté ‘voluntario’ para la guerra, pero Franco no aceptó su propuesta: lo dejó en la reserva).
     En “¡Qué orgullo siente el viejo Armiche!” se nos aclara que “bastante más de un millón de los habitantes de nuestra Patria Canaria todavía somos guanches. Les guste o no, descendemos directamente de canarios precoloniales (aunque sigue abierto el debate sobre el exterminio de la población aborigen: ahora se lanza la nueva de que sólo mujeres quedaron vivas para sostener la teoría del mestizaje total). Y, con pena, que Secundino Delgado “murió en una calle que se llamaba La Libertad y que hoy se llama Francisco Franco” (para hacer honor a la españolidad de los caciques araferos).

25-Febrero-2001

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En “¿Siempre vencidos por divididos?” se nos dice que “estamos condenadamente divididos por la geografía. ¡Es tan fácil echarnos a pelear a los de una isla contras los de otra! Y todo por desconocernos” (y hasta dentro de una misma por acceder a parcelas de poder que permitan repartirse el presupuesto del pueblo: el actual botín de guerra que mantiene enfrentados, cual guerra civil, a los habitantes de cada una de las islas).
     Y nos habla de cómo es un grancanario (bautizado como Pedro Martín Buendía) el que ultimaría al bravo Tinguaro, según el historiador Buenaventura Bonnet en 1916 (en la ‘guerra civil de España’ –como dicen nuestros ancianos-, en Canarias se dieron casos como éste, con gran frecuencia, en que el verdugo era ‘astilla del mismo palo’ –eso sí: ordenado por el amo o cacique o cura o militar o quien mandara).

En “De Jesús Maldonado” se toma un respiro (y nos da aire). Habla del corrido mexicano Jesús Maldonado, compuesto por su admirado José Alferdo Jimérnez Sandoval, cuyo protagonista muere “por amor apasionado incontrolable”.
     En “Jamás aprenderán la lección, jamás” habla de los medios de comunicación: “A veces pienso preferible dejar de leer la prensa, de escuchar la radio, de ver la televisión. Por eso estoy dedicando más tiempo a la lectura de libros”.
     Y se indigna cuando se entera de que “los de la Dirección General del Psoe han constatado que el resurgimiento periodístico y judicial de escándalos de su pasado en el Gobierno –Filesa, Gal… va originando un aumento en la intención de votos hacia ellos. Y esto, el que la manifiesta maldad favorezca al malvado es para desesperar” (recuerdo que estando en un pueblo, junto a un campesino, vimos subir por la carretera, en su Mercedes, al cacique que le había robado sus tierras –suelo y subsuelo- y ¿qué dijo el pobre campesino de él?; dijo ‘¡hombre listo!’. El pueblo admira al pícaro que con malas artes consigue hacerse rico; si ellos no lo son, es que no han tenido oportunidades para ello. Cuántos que presumen de honrados es porque nadie los ha puesto en el ‘disparadero’).
     Y más enfado hay cuando se entera de que Alfonso Guerra dice “que las penas impuestas a los dirigentes de Herri Batasuna son pequeñas, que debieran ser mayores”. A lo que ironiza Akli: “Es una pena que no exista la pena de muerte (sí, la del Batallón Vasco Español o el Gal –Grupos Antirerroristas de Liberación-). España Una, Grande y  Libre continúa siendo todo el bagaje político de esas gentes por mucho que lo disfracen” (ya lo dice el refrán: ‘aunque la mona se vista de seda, mona se queda’).

En “Siempre mintiéndosenos cínicamente” se cuenta lo del III Plan Canario de Vivienda, y se enjuicia como “una tremenda mentira porque cada vez son menos los canarios capacitados económicamente para acceder a una vivienda propia” (al contrario: cada vez hay más expropiaciones, sobre todo si las viviendas se encuentran en las grandes poblaciones y están en barriadas pobres: ‘especulación’ es su real nombre).
     Y dice una verdad muy grande: “Hace años, muchos, que los canarios estamos capacitados para el autogobierno” (corría el año 1933, cuando Ricardo Sanz –un español-, dirigente de la CNT –Confederación Nacional del Trabajo- viene al I Congreso de la Regional en Santa Cruz de Tenerife, afirma: ‘La CNT se encuentra hoy en Canarias, y sobre todo en Tenerife, en condiciones de encargarse de todo el sistema de producción y de consumo, con la seguridad de cumplir su misión histórica, sin grandes dificultades ni trastornos’. Y se refería Sanz, en su mayor parte, a obreros/campesinos, eso sí, conscientes –En Marcha, 15.abril.1933.

Cito “Timor Oriental: recordamos a Secundino” porque se dice que “¡Vacagüaré! (Vía Crucis…)” fue escrito en la primavera de 1904. La hubo de editar Secundino en México, concretamente en Mérida de Yucatán: por 1906 ó 1907” (En carta ‘confidencial’ de Secundino Delgado a un ‘paisano’ –he prometido reserva- se ve claro que fue editado en Santa Cruz de Tenerife y ‘secuestrada’ la edición –por miedo- por su hermano en su tienda de la calle del Humo –la carta es de 1910, desde Argentina).
     Y en su parte 4ª dice VR: “y, cuando lo apresaron, no hubo en su Patria quien lo defendiera” (poca defensa pudo hacer porque carecía de poder, pero sí fue a ver a Secundino a la Prisión Provincial el sacerdote y magnífico gramático Ireneo González, quien lo consoló y dijo ‘que no permitiera que le quitaran las ataduras porque corría peligro de morir por la ley de fuga’. ¿Qué más podía hacer el bondadoso sacerdote, a titulo personal, él, que no quiso nunca dignidades, a pesar de que se las ofrecieran?).

10-Marzo-2001

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En “Sometidos al negocio mundial destruc-tor” destaco: “si algo cambia a lo largo del devenir histórico, es el aumento de la capacidad destructiva, denigratoria, de la tecnología, tecnología siempre al servicio de los poderes destructores” (la ciencia al servicio de los poderes maléficos; los investigadores debieran pensárselo muy bien antes de poner en manos de mecenas económicos sus descubrimientos: ¿sabían que dentro de Tindaya, en su base, aparte de la traquita, existen tres carbontatitas: tierras o metales raros? –aparece en un libro editado en Canarias-. Una de ellos es la substancia más magnética que se conoce, según un simple diccionario. ¿Entienden ahora el emperramiento de vaciar la montaña de Fuerteventura?),
     En “La miseria continúa siendo colonizadoramente eficaz”, y recogiendo datos de Juan Bethencourt Alfonso,  “a principios de nuestro siglo más del noventa por ciento de los habitantes de Tenerife eran racialmente guanches casi plenos” (¿dónde está el genocidio de que nos hablan, por activa y por pasiva, los historiadores cortesanos, con entusiasmo mal disimulado? La lógica de toda colonización consiste en poner a trabajar a los colonizados. Si no, deviene fracaso. ¿Quién va a trabajar sus nuevas tierras? Los conquistadores vivirán de las rentas como burguesía parasitaria. Lean los protocolos notariales…).

Pienso que el principio del fin de V.R. como articulista de Diario Las Palmas se encuentra, y no porque diga nada del otro mundo sino por el personaje que ‘toca’, está en “Aprendiendo del buen Maquiavelo todavía”, donde se habla de que el Rey de España en la anterior Pascua Militar pidió “más presupuesto para la Defensa y la integración plena de España en la nueva OTAN”, lo que inclina al Diputado de IU Willy Meyer a decir que, con esa petición, ‘el rey se sitúa fuera de lo que le mandó la sociedad española’ (no respeta el referéndum); y denuncia que “demandando un mayor gasto militar, el Rey invade competencias del Congreso de los Diputados y hace saltar por los aires el papel de árbitro, papel acordado en la Transición” –teniendo en cuenta que ‘Juan Carlos fue nombrado Rey por Franco, convirtiéndose así en su heredero” (cosa bien sabida por toda persona informada)

19-Marzo-2001

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En “En la colonia no puede haber auténtico mejoría” habla Víctor de un diálogo entre Máximo y Manuel, que aparece en El Guanche nº 2: “Manuel: hay que gritar mucho, porque si no a uno lo azotan y le roban y lo mandan al matadero y (sí) no se queja, vale más… no sé qué diga, pues hacerse de palo”. Y más adelante “Máximo: ¿Qué los de allá (los españoles) están viniendo a diario a ocupar todos los puestos desde el Gobernador hasta el último portero o barredor de calles, mientras nuestros hermanos muy capaces para desempeñar cualquier puesto, pues tienen que emigrar…”... (Hoy día hasta los ¿nacionalistas? de CC tienen Consejeros españoles –y no digamos funcionarios: ¿Qué ha cambiado?).
     En “Ya no los verás igual”, aparece una verdad de Perogrullo: “Canarias no puede ser separatista porque siempre ha estado separada geográficamente y porque jamás formó parte unitaria activa voluntaria, relevante y respetada, de España, sino que ha estado y está sometida colonialmente”. Y una frase de Ortega y Gasset que no ha perdido actualidad: “Esto es lo que piden los centralistas vascos y catalanes, y no es raro oír de sus labios frases como ésta: ‘Los separatistas no deben ser tratado como españoles?, ‘Todo se arreglará con que el Poder central nos envíe un gobernador que se ponga a nuestras órdenes’ ” (que le pregunten a los vascos por el Sr. Villar y otros Delegados del Gobierno en Euskadi y Navarra: ‘Si matan a un concejal, ponemos otro; si matan a un guardia civil, ponemos otro’. ¿Le importa de verdad la vida –como pregona- a personas como ésta?).
     Y se asegura que “el problema vasco, que más que vasco es español” (¿qué hizo el gobierno del Pp durante la larga tregua de ETA aparte de mandar detener –en la única reunión de ambas partes- a los interlocutores vascos?).
     Y termina con una clarificadora intervención del atinado Akli: “Leyendo esto (se refiere a un texto de Ortega) reflexivamente, ya no verás igual a los ‘pacifistas’ y ‘demócratas’ Mayor Oreja y demás peperos y nacionalfelipistas. Crecerá tu aversión hacia ellos porque no son pacifistas sino pacificadores –que no es lo mismo, pues pacificador equivale a sometedor violento del rival- ni demócratas sino mezquinos aprovechadores de unas instituciones represivas que cuidan de sus intereses muy personales y muy egoístas” (pero ¿quién está al tanto, de verdad, de la actualidad vasca tan tergiversada por me-dios de comunicación que son pagados por el fondo de reptiles?).

23-Marzo-2001

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En “Para al menos pensárselo” se vuelve a Ortega y Gasset y su España invertebrada: “Empezando por la Monarquía y siguiendo por la Iglesia, ningún poder nacional ha pensado más que en sí mismo. ¿Cuándo ha latido el corazón, al fin y al cabo extranjero, de un monarca español o de la Iglesia española por los destinos nacionales (españoles)? Que se sepa, jamás. Han hecho todo lo contrario. Monarquía e Iglesia se han obstinado en hacer adoptar  sus destinos propios como los verdaderamente nacionales; han fomentado generación tras generación, una selección inversa de la raza española” (¿Otro de los artículos que anuncian el rechazo a Víctor Ramírez por Diario de Las Palmas?)
     Tras el artículo 34 y último de los publicados, 2-febrero-1998, el autor pone una NOTA: “El veto impuesto a cada vez más de mis artículos se hizo insoportable y dejé de escribir” (para DLP). Luego aparece la serie de artículos prohibidos, en los que no voy a entrar sino de forma general. Entiendo que no se publicaran:
a)     por presiones de personas (eurodiputado Manuel Medina, economista español Enrique Fuentes Quintana, Monseñor Cipriani –arzobispo de El Perú-, que metió un micrófono para ayudar al dictador Fujimori a liquidar a los secuestradores de la Embajada japonesa -miembros de Tupac Amaru-, Juan Bautista Antequera y Bobadilla –militar español nacido en Canarias-, Fernando G. Delgado –escritor intocable-, Jesús Polanco (es -¿o fue?- albacea de Juan Carlos de Borbón y Borbón), Eduardo Serra –ministro de Defensa del Psoe y del Pp (tanto monta, monta tanto… Felipe González como Aznar), Francisco Villén Lucena –jesuita fundador de Radio Ecca, que abandonó el sacerdocio por amor a una mujer-, Camilo José Cela –Nobel de Literatura y censor en el franquismo), Abel Matute –Ministro de Asuntos Exteriores durante la primera legislatura del Pp (con poderosos intereses en el extranjero), Eligio Hernández (partidario de la ‘lanzadera’ en su tierra herreña).
b)    Instituciones: Premio Canarias /su manipulación), La Banca (siempre gana), Gobierno Español (que no firmó el tratado de Pelindaba: de desnuclearización de África), Radio Ecca, etc…
c)     O bien por aburrir a Víctor Ramírez y que se fuera…
Para mí, una vez leídos, no encuentro motivo alguno (visto los anteriores y creyendo en la libertad de expresión consagrada en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas –rubricada por el Estado español) para que no se publicaran. Al no ser conocidos de antemano, dejo a los lectores la oportunidad de sacar sus conclusiones sobre la censura democrática. Y que lo disfruten sin interferencias ni ruido alguno. Ustedes dirán…

30-Marzo-2001

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