JM AIZPURUA
Yo suelo ir al
centro pasando por el Toscal, para no pasar frente al “Pajarraco” y amargarme
el día ante la cobardía y prevaricación del alcalde que incumple la Ley de
Memoria Histórica y mantiene el Monumento a la Victoria del fascismo, herida
sangrante en el respeto ciudadano y horrible recuerdo para los que perdieron a
sus seres queridos fusilados por las tapias o arrojados desde Paso Alto a los
mares canarios.
Y cuando veo las
ruinas del Toscal, maldigo a este alcalde que frena el desarrollo de la vida
ciudadana de los barrios, pero que también es incapaz de crear un centro
atractivo para turismo y vecindario.
Por estas calles
americanas yo he paseado complacido y ¿por qué debo ir por el europeo Toscal
como si estuviera entre las ruinas de Mesopotamia? Pues es por obra de la
incapacidad y desidia de un alcalde figurón, que cifra su gestión en lo
mediático y cree que con cuatro bocatas de mortadela asegura su poltrona.
El mantenimiento urbano
del Toscal lo convertiría en algo turístico, como lo de la foto que da vida al
barrio y lo convierte en atractivo. ¿Piensa usted sr. alcalde que vendrán en
cruceros para ver sus maravillosas construcciones de Anaga? No entiende usted
nada de turismo y solo se mueve por las comisiones constructoras y los planes
de urbanismo con gran rendimiento como las Teresitas que ayer oí llamar las
Zerolitas.
No se presente más:
usted ya es cadáver político.
Y veo en Hilario un
hombre capaz y fuera de codicias juveniles, que podrá enderezar el rumbo de esa
StaCruz 2.0, virtual, alejada de las necesidades de sus barrios, y que Hilario
será capaz de detener su desmoronamiento ciudadano primero, y luego reunir a
sus gentes para diseñar la ciudad guanche que la isla exhiba a sus visitantes, pero
preservando la comodidad para sus residentes.
Toscal es la
resurrección de la capital, le primera piedra del edificio urbano del nuevo Sta
Cruz, algo canario para enseñar al mundo y no algo mediocre para que los
constructores se forren. A Hilario le conocen en los barrios, pues no es de los
que solo van a pedir el voto. El siempre vuelve y los problemas de los barrios;
son sus problemas.
Y ahora nos toca a
nosotros elegir: huyan del cómodo relleno de papeletas por la sigla. Miren un
poco, vean trayectorias humanas, voten a los que viven la ciudad, no a los que
el finde salen despavoridos al sur y les trae floja la convivencia ciudadana.
La sanidad, donde
hay servicios inasumibles por una RUP de la UE, y centros educativos con
maestros con los peores sueldos del Estado y edificios desfasados, impropios de
la era digital, no son culpa del godo: esto lo han hecho los pactistas de la
coalición que tienen de canarios menos que yo.
Nuestra ciudad está
sucia, abandonada, perdida su costa entre diques flotantes y parcelas
petroleras que impiden su disfrute. Su tráfico es increíble, con un servicio de
guaguas complicado en extremo y del que hay que ser ingeniero logístico para ir
de costa a costa.
El turismo
crucerista no redunda en la ciudad. Se los llevan a otros lares ante la falta
de oferta turística, pues los bocadillos de mortadela municipales no les
resultan atractivos. Y mejor que no salgan pues si los pasean por Toscal,
pueden traumatizarse. Y si ven el “pajarraco” pueden pensar que se encuentran
en el fascismo.
Si te gusta la
capital, si no quieres que siga en la miseria, si sabes como mejorar tu barrio,
tienes que poner tu voto para Hilario que es el mejor candidato a que las cosas
no sigan por el mal camino. Luego; no te quejes.
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