JM AIZPURUA
No espero demasiado
de estas elecciones; con que me quiten el “pajarraco” y el pollo de los
colegios me conformo.
Eso no tiene nada
que ver con el candidato a UE, aunque es allí donde debieran enterarse de que
en su territorio RUP el asesino fascista tiene un monumentazo que ensalza la
victoria bélica del fascismo. Tampoco habrá voces que reclamen aguas, puertos y
aeropuertos para sus legítimos propietarios canarios, y que les recuerden que
desde el 1960 está pendiente la descolonización de Canarias.
Hay poco que
esperar de estas listas, que son un poco tontas.
Y veamos las de
Autonomía, realmente Autonosuya.
Al Gobierno para
Canarias, me gustaría que su candidato fuera honrado, lo cuál sería una novedad
interesante para los isleños. Sin las ataduras caciquiles y petroleras podría
reclamar competencias y estatus diferenciado al de Comunidad Autónoma, que ni
lo es ni lo fue nunca. Un nuevo estatus del archipiélago para recuperar sus
tierras y mares y una compensación por los 500 años de colonización y desnaturalización
hasta llevarnos al furgón de cola y sin remedio. Los canarios no son flojos:
los han dejado tirados ahí.
No puede haber una
isla mas desbaratada que la que han hecho los coaligados: cualquier cosa estará
mejor ordenada y gestionada. Lo bueno que tiene el Cabildo es que puedes echar
la culpa a los godos, al Gobierno canario, y a los alcaldes, que es lo que
hasta ahora ha hecho su presidente para justificar el atraso y los atascos.
Y por fin llegamos
al alcalde.
Me toca el de Santa
Cruz (¡ya es mala suerte!) el mas incapaz y pillo del convento. El que dice que
tiene en su cabeza la futura ciudad. No se quien se la dio, pero si sé que él
no es capaz de diseñar una ciudad que ni siquiera sabe barrer. Este alcalde
huele a gasolina.
En la propaganda
del buzoneo, se ha puesto una foto casi de primera comunión y se apellida
“Bermídez”, pero ya le conocemos; es el de las ratas corriendo entre
contenedores.
Yo ya me incliné
por Hilario, que tiene experiencia y ganas, pero voy a recordar lo que me
gustaría para mi ciudad. Recuperar el “amor de barrio”: que bonito objetivo.
La parcela de la petrolera
es la oportunidad de dotar de recursos ciudadanos que la conviertan en capital
s. XXI. Ahí se juega su futuro y hay que “sacarla de la cabeza del alcalde” al
que “alguien” se la metió con intereses inmobiliarios. Lógico.
El urbanismo de
alpargata que los caciques ladrilleros aplican en la isla, la misma peninsular
que acabó con sus litorales, no sirve en una tierra que Manrique ya acertó a
orientar para conservar un futuro similar al de otros puntos estratégicos de
turismo y bienestar.
Hoy es necesaria
una auditoría urbanística internacional, y hay cientos de buenos profesionales
que aceptarían el encargo, para reorientar Santa Cruz como capital de Tenerife.
Los turistas del Caribe que no sabían nada de Canarias, pero decir Tenerife y
daban un ¡Oh! de admiración. Este es el patrimonio mundial que tiene nuestra
isla y que la mediocridad y malas artes caciquiles están dilapidando.
Si no se reacciona
ya, nuestra ciudad se muere, como otras muchas que no reaccionaron y se
convirtieron en deshechos urbanos para uso de marginales intereses.
Quizás el más
importante voto de estas elecciones sea el del alcalde de la capital. Hay que
limpiarla por dentro y por fuera. Agur Bemídez.
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