LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS
POR MAITÉ CAMPILLO
Esconde el antifaz
un rubor en mejillas de desenfreno y algarabía, libre de vuelos camina la
altiva banca junto a “asalariados políticos”, promesas chispeantes sobre un río
de plata; corren pérfidos entre aplausos los “asalariados sindicales”,
corriente abajo hacia el carnaval desbocados
“NO ES LA POLÍTICA
LA QUE HACE A UN CANDIDATO CONVERTIRSE EN LADRÓN, ES TU VOTO EL QUE HACE A UN
LADRÓN CONVERTIRSE EN POLÍTICO… ” Cuando abrió Juan del Encina el primer sello,
oí al primer ser viviente, que decía (Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el
que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor,
y para vencer. San Ireneo y San Juan Crisóstomo sostienen que el arquero
montado sobre el caballo blanco es la triunfante propagación del Evangelio; una
expansión que triunfa gracias al apoyo político): “¡Que vengo, cuitado, vencido
d’amor magüera pastor. Di jueves en villa, viera una doñata, quise requerilla y
aballó la pata!”. ¡’Vetusto’!, en batuta de carnaval. Decrépito espectáculo
arcaico más grande del año; caballo rojo, caballo negro, caballo bayo, caballo
blanco, caballo hambre, caballo guerra, caballo muerte, caballo engaño /
conquista / guerra / hambre / muerte` caballo, caballo, caballo, caballo!!.
¡Oh carnaval!
Carnaval te quiero carnaval alegre carnaval en gala televisiva; comienza en
himno de alegría y alborozo callejero, ha terminado por cautivarme su orgía
estrepitosa en serpentinas esculpidas sobre bola de fuego: “¡Más sano me fuera,
no ir al mercado, que no que viniera tan aquerenciado!”. Talía, mi encantadora
vecina anda impaciente, ávida de anegarme en la tumultuosa ola de la locura
humana (¡Que llega el carnaval Maité!!!) De correr hacia la batalla de flores
entre banderas y serpentinas, besos y abrazos, brincos gritando a por ellos`
oé, oé, oé: “¡De ver su presencia, quedá cariñoso, quedé sin hemencia
quedé sin reposo!”.
¡Rojos! (‘naranjas de la china’), amarillos, azules, grises, marrones, verdes,
morados; arcoiris en una sola frecuencia, destino sobre una misma danza, una
misma música celestial. Elenco de la misma escuela` Papa de los locos en tierra
de cascabeles, panderetas, castañuelas, cabra y trompeta, agita la danza un
emblemático legionario escudero a caballo ¡Festiva zarabanda en candidatos
fundidos por la patria como en la torpe danza de la muerte! A bailar a bailar
que llega el carnaval: “¡Ahotas que creo, ser poca mi vida, según que ya veo
que voy de caída!”.
Se mezcla el
hidalgo con el plebeyo, el rey con sus vasallos, dama burguesa con la
sirvienta; el mendigo tiene muchos días de ilusiones mientras dure el carnaval.
Reyes, soldados, jueces, policías, verdugos y seguritas extasiados en jornadas
de fraternidad, igualdad y jolgorio. Pueblo en locura de carnaval.
Trabajadores, estudiantes, cómicos, escritores de lenguas prohibidas por el
dictador, magos y gentiles, moros y cristianos, ateos, agnósticos y tierras
extrañas camino d` ¡Santiago y cierra, España!: “Mi muerte es venida, vencido
de amor magüera pastor!”. ¡Chan-chan, ‘vetusto’ en batuta de carnaval! Señuelo
de amor por la democracia sus pichones. Decrépita comedia de la vida en nota
bufonesca mellada (Siglos de aceituna los pies y las manos presos). Esconde el
antifaz un rubor en mejillas de desenfreno y algarabía, libre de vuelos camina
la altiva banca junto a “asalariados políticos”, promesas chispeantes sobre un
río de plata; corren pérfidos entre aplausos los “asalariados sindicales”,
corriente abajo hacia el carnaval desbocados.
¡Quien compra!
sardinas frescué, mis sardinitas que ricas son (Canción viva) ¡Promesas y que
la gloria nos bendiga! Oooh la televisión me sulibella, falsete fingido,
encandila y predispone sobre un potaje de Semana Santa; los sepulcros se abren
a los zombis, el Caudillo avanza disfrazado de peseta al son del toque de
corneta en cruzada de mangantes. Cid Capeador baila con el rey y la reina con
Isabel de Inglaterra la católica por empatía del Presidente español, los
siervos surten whisky y reserva de ginebra; el rey emérito, el campechano,
baila con el espejo de su alcoba y Sabina ameniza, con voz cascada en whisky on
de rock. La bufonada desgañita en tragos de alcohol, aventura generosa vía
intravenosa; baila con una sionista mataniños en tierra Palestina. El gringo
desquiciado da vueltas en el gallinero de la Casa Blanca, desarrolla pezuña
bélica sobre petróleo de Venezuela; misma frecuencia que destruyó Iraq y Libia.
Funcionarios mexicanos aplaudiendo la farsa en poetas y exilio, República y
Libertad contra el fascismo internacional, “con el empático Presidente de la
fúnebre democracia”.
Lázaro Cárdenas y
Amalia Solórzano, se cagan en la farsa, derrapando sobre farsantes “correctos
en política”, de alienación; aplauden Zapata, Villa, Juárez… ¡Carnaval de
abril!, frescué, mis sardinitas que ricas son (Insiste impostando voz en
pataleta el señor Presidente “sanchista”) Y, Cervantes se une a los
libertadores de México; cagándose en todos los sanchistas en doblones corriendo
tras la plata, desollando al héroe en su andadura por tierras de Castilla,
manchan La Mancha, camino y héroes de leyenda, Sancho y Quijote para más
señas). 28 día en jornada de tormenta. Nueva descarga láser sobre la ya
pulverizada democracia ¡Dame, dame vino ardiente, azucarado en higos y brevas!
Ooohhh no caerá esa breva -se oye decir a una cola humana de tierra extranjera
ansiosa al asalto del caballo de Santiago. Llueven papelotes y papeletas a
forma de serpentinas; sin héroes del pueblo ni poetas, de La Libertad sin
parásitos. Abril desangrando, desorientada su raíz, hueso y grito. Lo más
desfavorecido en “democracia” abraza a campesinos, maestros, escritores y
poetas entre cunetas; toman de la mano a Neruda, en su Casa de las flores y su
himno a las glorias del pueblo; Lorca, Miguelito, Vallen Inclan, Pérez Galdós,
León Felipe, Alberti, Bergamín, Celaya, Blas de Otero y más en la lista, entre
ellos, Machado avanza ritmo, pulso y tónica; despuntan abril (y mayo) contra`
La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y
de María, de espíritu burlón y de alma quieta, ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
Los cuatro jinetes
del Apocalipsis cabalgan montados en sus respectivos caballos con alforjas
llenas de doblones ¡Gineteros, gineteros a montones, y promesas dispuestas para
la función! La gran banca gana en la apuesta. Caballo negro trae el hambre,
caballo rojo la guerra, caballo Bayo la muerte por sorpresa, caballo blanco en
reserva es la respuesta, la mentira eterna ¡Que cada cual saque sus propias
conclusiones, a qué político principal ama, del carnaval de las promesas! Le
corresponde uno de los cuatro, o bien, los cuatro jinetes podrían cabalgar a la
vez sobre sus (nuestras) espaldas, son “actores” entrenados por la misma
escuela!!!: “Como la náusea de un borracho ahito de vino malo, un rojo sol
corona de heces turbias las cumbres de granito; hay un mañana estomagante
escrito en la tarde pragmática y dulzona”. El capitalismo está dotado de
riendas suficientes para perpetuar toda la sed del mundo y ‘hambres’
necesarias, guerra, muerte y carnaval; sociedades militarizadas, nazis por
doquier, toreros ‘al servicio de la patria’, ONGs y bolígrafo solidario en
descarga contra derechos conquistados (Periodismo en lo que va de siglo dista
mucho de ser información real y menos investigación objetiva sin alienación
remunerada). Y, los que no lo sean, brindarán con ellos en la próxima Navidad;
por el nacimiento del niño Dios y de la democracia, en sus bolsillos. Tras las
elecciones de la trampa, la Semana Santa les absolverá, penarán sus mentiras
encapuchados a lo ku klux klan.
NOTA
(En memoria
histórica) La “democracia” empezó con el reinado de Juan Carlos I //
1977-Tenerife, estudiante de 22 años de Gran Canaria, Javier Fernández Quesada,
asesinado en la universidad de La Laguna:
https://youtu.be/Od4izsdgK28
Tenerife-1976 Asesinan
al joven tinerfeño de 21 años, Bartolomé García Lorenzo, del M.P.I.A.C “y, no
por error”, sabían a quién buscaban:
https://youtu.be/hTdMcvXq-wg
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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