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sábado, 23 de marzo de 2019

LAZOS


LAZOS
JM AIZPURUA
Duermo mal, casi no como pues no me apetece, no salgo de casa, me siento agraviado: y todo por culpa de Torra ¿Porqué no quita los lazos? ¿Cómo podemos vivir con esos lazos ¡encima amarillos!? En ningún país del mundo llevan lazos amarillos ¡qué vergüenza! He dejado de interesarme por mi pensión, por el precariado, por las pateras, y por los sintecho que me cruzan por el camino: LAZOS.
Me refugio en la TV y no me consuela. Con el show del pozo del pobre niño Julen y el actual Juicio del Procés, me causa una tremenda duda la “grandeza nacional” que tan clara veía ese gran estadista M Punto que nos dejó para la Historia su gran mensaje ¡viva el vino! y al que Ruiz acabo de eliminarlo injustamente. La tecnología del pozo y la dinámica procesal, me suenan a tiempos pasados, a incompetencia, a manipulación propagandista. No siento la impresión de estar ante la actuación de una Gran Nación europea del siglo XXI.
Me he tragado todas las sesiones del Juicio y es evidente lo que allí se juega y que dos versiones, falsas y políticas, se enfrentan en territorio judicial inadecuado y con normas alejadas de la esencia del conflicto. Todos mienten y repiten su versión de parte: sálvese el que pueda.
Por el artículo 33 este acto terminará con una sentencia que no convencerá a nadie y será recurrida.
El desencuentro Estado-Cataluña, que con tanto tacto llevó M Punto, es el mismo que siglo a siglo a desmembrado a la Imperial España, y los campos son los mismos de siempre: unidad contra libertad. Cataluña, como ayer Cuba o Filipinas, creció, se sintió incómoda con la brida que “Madrid” le colocaba y lo que es peor la falta de respeto a sus posiciones y demandas. Y les aplicaron la represión y la “justicia”.
Siempre que pasa igual, sucede lo mismo. En esa vía es cuestión de tiempo que Cataluña encuentre su hueco para salir del Estado.
Estamos ya en la UE, y este conflicto de dos formas diferentes de ver la conveniencia territorial, es un tema de política europea: las naciones sin Estado propio. Y esto no es algo que pueda resolver el sobrado canarión, que gallea ante las defensas y sonríe ante sus fiscales. Hace, bastante mal, el rol que las leyes le confieren y que los torpes le encargaron conscientes de que no hará más que enlodar el conflicto que otros deberían resolver.
“Otros” que ya deberían estar sentados en una mesa, con supervisión y taquígrafos de la UE, para que las gentes dejaran de influir en el tema con lacitos en espera de votar aquello que de la mesa se acordase como posible en este tiempo. ¡Que no medie Zapatero! que fue a Venezuela y están a punto de entrar en guerra civil.
Yo pienso que estas acciones diplomáticas en democracia son las que corresponden a 2019. Hay un problema y deben ponerse medios para resolverlo; no para desbaratarlo y enconarlo.
Un 155 es la constatación que la Constitución no sirve para resolver la dinámica social en el normal desarrollo ciudadano.
El “palo” no es una herramienta de cohesión, y la “mayoría” si se impone cuantitativamente sobre una minoría, falta a la democracia esencial. El Estado en su actitud judicial, está enseñando la puerta de salida a Cataluña. Mientras tanto, lo más tóxico de la convivencia, la represión y la traición, los trepadores sin escrúpulo, brillarán en el escenario conflictivo.
Me parece que estamos en tiempos de descomposición y desconcierto: se sembró mal, y recogemos  la peor cosecha de la historia repletos de incompetentes y chorizos.

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