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martes, 15 de enero de 2019

ÉGPÁÑÁ!!!


ÉGPÁÑÁ!!!
JM AIZPURUA
Y el buen facha se transforma, se obnubila, por su mente pasan de Don Pelayo a Don Francisco en grandeza sin igual. Es que ser español tiene muchos cojones.
En el fondo es eso; cuestión testicular en la que la razón no tiene cabida. Se es o no se es, pero no se cuestiona, ni se razona, bajo pena de expulsión del rebaño.
Pero algunos salimos díscolos y después de leer y pensar: vemos cositas. Porque ¿qué hacían en las Cortes españolas del Caudillo aquellos negros y aquellos moros con chilabas que salían en las fotografías del franquismo?
Veamos despacito: Cuando Don Francisco da el Golpe de Estado militar, el Estado republicano español (¿España?) estaba compuesto de los territorios peninsulares y las provincias de “ultramar” de Riff, Sidi Ifni, Sahara, Guinea y Archipiélago Canario.
Atrás quedaron los desastres de las españolísimas Cuba y Filipinas, grandes tetas de la mamonería hispana. Y Annual.
Tras los 40 años de conducción magistral del Caudillo, guía espiritual de Occidente que se unió al fascismo internacional del Eje de Hitler contra los Aliados europeos y repudió la política nefasta de Europa y la ONU, su reino quedó disminuido a los territorios peninsulares con dos ciudades africanas y el archipiélago canario. Era otra nueva geografía española.
La Constitución 78, arranca con un nuevo Estado (¿España?) en el que aparecen Comunidades Autónomas, las dos ciudades africanas y el archipiélago.
Con Euzkadi ardiendo en sus calles y fábricas, la concesión de la territorialidad se hace imprescindible para el nuevo Estado que tiene ya un acuerdo con Cataluña. Pero en vez de resolver esa cuestión nacional incuestionable, con el lema “café para todos” se comete la gran estupidez de crear artificialmente “Comunidades” de tanta entidad histórica como la infinita Cantabria o la potente Murcia, dejando fuera al históricamente insignificante reino de León. 
No creo que se pueda ofrecer otra fórmula mejor para no contentar a nadie. De aquellos polvos vienen estos lodos.
El españolismo cañí, quedó cercenado, pero el facha histórico, inasequible al desaliento y al pensamiento, siguió montado en su sueño sin acertar a ver el eterno devenir y la deriva de aquel Imperio mermado que un día tuvo poder y oro, pero que hoy malvive en una UE en la que ni siquiera es un elemento principal.
¿No será que esta España 78 nada tiene que ver con el Imperio? A mí me lo parece.
¿Y Canarias?
El enfoque provincialista español, godo, le niega su carácter colonial, africano, su idiosincrasia nacional y archipelágica, y su socialización europeísta, todo lo cual le confiere una especificidad que es una afrenta considerarla como una más de las Comunidades Autónomas españolas peninsulares sin admitir su esencia diferenciada.
Canarias es tan española como Sahara, y lo es porque les interesa por ahora y cuando no; tendrá su mismo destino.
La UE, con su “ultraperiferia” es la esperanza del canario. Sus dirigentes con mayor sensibilidad democrática y descolonizadora pueden encauzar el destino de las islas con un desarrollo humano y social acorde con Europa. El tridente neogodo carece de voluntad redentora para Canarias y niega su colonización.
Pensando un poco se ven rayos de esperanza y el camino adecuado. Cuando al fin hagan un Estado Plurinacional, Canarias tendrá mucho que decir y mucho que reclamar.
¡Ah! Y pensando se entiende la gente.

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