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domingo, 4 de noviembre de 2018

¿Y AHORA QUÉ?


¿Y AHORA QUÉ?
EDUARDO SANGUINETTI, 
FILÓSOFO
En las repugnantes frases del capitán Jair Bolsonaro nada está ausente; en la enunciación de suciedades y miserias, lanzadas desde las cloacas metafóricas que habitan en este personero del odio y la discriminación… desde la ubicuidad de su ausencia, este ridículo personaje, marca como ‘culpables’ de la decadencia del sistema socio-político y cultural a quienes abogan por la igualdad, la solidaridad y la fraternidad, devenidos en ‘chivos expiatorios’  de la simulada degradación de las denominadas ‘buenas costumbres’ de la “sacra familia”, la hipocresía de la putrefacta burguesía, a la que se sumaron millones de hambreados e indigentes, que hoy, han encontrado su candidato en las urnas: Bolsonaro, quien con un discurso de corte netamente neofascista, fue elegido por 57,7 millones de votos como presidente electo de Brasil.

No nos engañemos más, la denominada y simulada izquierda ‘progre’, de la Patria Grande, jamás cristalizada en acto, ha fracasado en su hipocresía, y simulado intento de revolucionar nuestras comunidades, no han cumplido con las premisas fundacionales que marcan la diferencia con el sistema neoliberal, promesas incumplidas de campañas electorales mentirosas… el mundo para todos en libertad y verdad, que tanto he mencionado en mis editoriales, es sólo un sueño… ¿y ahora qué?

Saber es acordarse, hacer no lo es menos. Siempre tuve el deseo, como tantos, de lograr llevar a cabo un giro de 180º en “el estado de las cosas” en que se debate el mundo y sus pueblos, un obstáculo gravoso, que devino en lograr renunciar, liberándome de los “lazos parentales”, dando espacio a poder ser en acto, sobrevolando las voces, como las de Bolsonaro, que se da el gusto de dar lugar a un crisol de fascismo similar al que se ha experimentado en la Italia de Mussolini, con un condimento del “Deutschalnduberalles” hitleriano.

La ultraderecha gobierna ya, o bien, influye decisivamente sobre las políticas de Chile (país al que Bolsonaro eleva a categoría de ejemplo único en Latinoamérica), de la Argentina de Macri y otros países de la región que han caído en el pantano de la xenofobia, la discriminación, la persecución del diferente, como también de las organizaciones sociales, la muerte de la libertad de expresión… en países europeos, los partidos neofascistas ocupan posiciones relevantes en instituciones cercanas a la ciudadanía, todo se ha vuelto bestial.

No me agrada convertirme en un profeta del desencanto, pero no puedo dejar de manifestar lo que conozco y sé, lo que me ha costado, por no negociar y denunciar, ser censurado, difamado y amenazado, hasta hoy…. el capitán Bolsonaro fue elegido presidente, ¡espanto!, ¡horror! ¿Algo ha muerto?

Soy un portavoz legítimo, de aquellos que no tienen derecho a réplica, aquellos que aún tienen cojones, hartos de ser continuamente pisoteadas, humillados y explotados… mis palabras pueden ser replicadas, actuar como el eco de cientos de miles de personas que no soportan más tanta estafa, tanta mentira, tanto fraude, en fin, no nos representa nadie… no sigan engañando con discursos “chatarra” de funcionarios disfuncionales, que han pactado y pautado con las corporaciones genocidas neoliberales. La elección de Bolsonaro, el neofascista, no es casual, se ha cimentado en estos años por gobernantes “estrellas”, megalómanos que se remitieron en función a ensalzar sus figuras, dejando de lado sus funciones para los pueblos que los han votado. Estos pueblos entran en pánico cuando ven sus vidas sumidas en el hambre acuden a los capitanes o coroneles, “el eterno retorno…hora de verdades y épicas, no creo haya otra salida de esta atroz instancia de sumo riesgo, que atenta a nuestra existencia.

Neutralizar a la ultraderecha representada por Bolsonaro, es un desafío para quienes nos jugamos por una Patria Grande, sin ambigüedades, ni especulaciones,  ni infiltrados oportunistas, y, por lo tanto, la respuesta debe ser latinoamericana a ultranza… Una respuesta coordenada y política. No basta con solo recuperar los valores democráticos frente a esta nueva barbarie, sino, elaborar materialmente propuestas sociales y políticas para reinsertar a las capas excluidas o precarizadas en el sistema, con igualdad de oportunidades para todos los que demuestren amor a esta tierra, talento y ánimos revolucionarios dentro de una democracia real y concreta.

Sabemos que hay “marginados” y “excluidos”, humillados, rechazados por la denominada opinión pública, que no es ni más ni menos, que la opinión de los bocones de medios, pagados con dinero del Estado, en manos de ricachones groseros y sus bandas asesinas. Asistimos conscientemente a una catástrofe irreversible que precede al derrumbe. No olvidemos que quienes han felicitado de inmediato al capitán de la reserva Bolsonaro fueron Almagro y Macri. Que persista la memoria, no hay espacio para juegos de alusiones…ya no.

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