“OPERACIÓN OPUS”
POR MAITÉ CAMPILLO
YO NO SALUDO A LOS CRIMINALES
Y yo le digo, me cago en dios, así: yo no soy un criminal,
ustedes son los criminales (Lucio Urtubia, albañil, anarquista)
Teatro
políticamente polémico
(Acto I)
‘Brigada
anti-blasfemia’ realiza diversas operaciones de despliegue, se ceba en Euskal
Herria. Eco a distancia, llega un murmullo lejano a escena, paisos catalans
ensalzan Tarradellas, Visca Catalunya Lliure, Visca la República… Intensa
campaña de multas retenciones y detenciones generan grotescas tensiones, en
tabernas, vías públicas, campos de fútbol etc. “Operación Opus”, ha sido
catalogada por la crítica como catálogo en guerra ideológica de incapacidad. El
viejo sistema se descompone perdido en un océano de cuerpos y entrecuerpos en
endrenaje interminable, acoso en cadena de contradicciones y simulacros de
entretenimiento en expectativa del salto de liebre al mar y al monte la
sardina. Apagón general. Se abre el telón y comienza el calvario en tierra de
Telesforo Monzón y Gabriel Aresti entre muchos otros , artillería pesada de un
periodo prerrevolucionario.
Teniente Romanones:
Os desplegáis en parejas por los bares, mercados, campos de fútbol y sobre
todo, en los cascos viejos o históricos ya me entendéis.
Cabo Pingilla: mi
teniente, cuando Ud. dice en parejas, se refiere a ir con éste o con mi mujer.
Teniente: Ya empinó
el codo Pingilla?, que pinta tu mujer en “Operación Opus”, digo yo, eh, eh!
Cabo: No si yo lo
decía…
Teniente: Cállate
coño me cago…
Cabo: Mi teniente…
ha dicho me cago en!!
Teniente: Digo lo
que digo porque me sale de los cojones.
Cabo: A sus
órdenes, no se hable más, mi teniente.
Teniente: Le quedó
claro cabo?
Cabo: No, si yo sé
de un cura, que se cagaba en.
Teniente: Siiiilencio
coñooo que le meto un puro!
Cabo: Si, si, mi
teniente, digo no, si yo no blasfemo, yo…
Teniente: Al
“tajo”, he dicho, organice las parejas y cuando digo parejas digo parejas,
entendido?
Cabo: Si, mi
teniente, con las mujeres no.
Teniente: Vamos a
ver, Pingilla, no tenemos mujeres en el cuerpo?
Cabo: Si se refiere
en la brigadilla, mi teniente, unas cuantas.
Teniente: Entonces
por qué dices, con mujeres no, me cago en…
Cabo: Teniente, lo
ha vuelto a decir mi teniente!!
¡Zas!!! (la palma de
la mano derecha del teniente se estrella sobre el cachete izquierdo del cabo)
¡Ala! A recoger colillas, “carrillo colorao”, que el tabaco está caro.
(Acto II)
Días después. Cabo
Pingilla y “su pareja”, la Puri, aflora sobre los “agujeros” de la ciudad,
espacios más frecuentados por la población de a pié; ambos se encuentran en la
barra de un bar del kasko zaharra tomando kalimotxo. Móvil enfocando a una
cuadrilla de txikiteros pote en mano:
Txikitero 1: “Aiba”
la ostia tú, no me dice el otro día un txakurra, cuando la manifa por las
pensiones, que circule!
Txikitero 2: Y, qué
le dijiste, pues?
Txikitero 1: Que le
voy a decir, que no tenía el coche para circular, me cago en sos.
Txikitero 2:
Jajajajaaaa, así se habla Beñat, y que te contestó el cipayo?
Txikitero 1: Todo
el mundo a circular, he dicho, a circular me cago en dios!!
Txikitero 2:
Jajajajaaaa si es que son la ostia.
Cabo a “su pareja”:
los has oído-los has oído han blasfemado, se ha cagado en dios, lo has grabado
no?
Número: En dios no,
en sos.
Cabo: Es lo mismo,
lo has grabado?
Número: Si
Pingilla, pero el cipayo también se cagó en dios delante de él, oíste?
Cabo: Pero él no
está identificado, y éstos sí, menudo puuuuro les va a caer.
(Acto III)
Van pasando las
semanas y el público concentra su atención en rescatar de la blasfemia la
chispa que de sentido a sus vidas, la apatía como lógica les supera, hablamos
de una clase obrera con efectos evidentes para la practica humorística como
desahogo tras jornadas de alienación. Un mes mas tarde. Campo de futbol de San
Mamés a rebosar. Partido entre el “atleti. y el Madrí.” En la zona norte de las
gradas está infiltrada la brigada Canales y el número Lolo Pajín:
Brigada: Me cago en
diosss, Pajín, como nos descubran nos van a dejar como un cristo; quieto
coñooo, no grabes lo que estamos diciendo, eres bobo? Graba cuando yo te lo
diga y, enfoca bien para identificarlos, hay que cobrar la prima de riesgo.
Gol (del “atleti.”): Gooooooooool
gooooooool!!
Número: Me cago en
dios, brigada, ha visto que golazo???
Penalti (a favor
del “Madrí.”): Al árbitro, hijo de puta, cabronazo, tu puuuuta madre!!
Gol (del “Madrí.”):
Otro forofo, puuuta virgen me cago en dios y en la madre que le parió!!
Así todo el
partido, sana y salva “la pareja” abandonan las gradas antes de finalizar.
Brigada Canales:
Pajín me cago en dios, no aguanto más… (según salen del estadio topan con el
teniente Romanones)
Brigada: Me
cagueeen dios, mi teniente, no se lo va a creer, el “Madrí.” va ganando 1-3
(Jajajajaaaa, ríen como cañón de las nueve).
“Nota borrascosa”
Al parecer el
anarquista Lucio, aplicó el principio de aleteo en alas del poeta del pueblo,
el d` para la Libertad, sangro, lucho, pervivo, escrito en guerra de liberación
contra el fascio, el que en su naturaleza, quiso exterminar fuese como fuese
pero canto, grito y principio de aleteo como el largo endrenaje de metáforas
dialécticas, siguió floreciendo en rayos de sol incrustándose en el planeta
aunque acabaran con la vida del poeta. Porque eso sí, hay muuuchas formas de
matar la materia; harto complejo es acabar con la mente planetaria cuando ojos,
manos y pies caminan sobre la senda que nunca hay que volver a pisar. Que no
nos cuenten “cuentos chinos” ni nos lloren la milonga. La pos-guerra duró más
de cuarenta años en auge de sangre bajando el tendencioso a una muerte más
sibilina aprendiendo sobre el tenebroso espejo en reclamo europeo. La libertad
sigue ultrajada pisoteada por el actual gobierno de contubernio. La ley mordaza
sigue oteando como cañón de fusil que no deja de apuntar.
Hay otras leyes que
datan del franquismo que atentan contra la libertad incluso creo que todavía
queda alguna del siglo XIX. Un Estado que sigue ocupado por tres ejércitos: el
llamado español, el de las bases norteamericanas, y el “invisible”, servicios
secretos de carácter irregular según las marea nacional e internacional e
intereses de la Cía. Cualquier juez por chusquero que sea puede sacar de la
manga ancha un párrafo sacado de no sé que ley, para mandarte 2 o 4 años a la sombra
y multa de varios miles de euros por profanar según ellos la iglesia católica
(que ya es decir), con otra no pasaría na-de-na sencillamente porque es otra
iglesia. Igual de lo mismo por decir del rey que es un vago y un corrupto.
Sobre la reina del Reino Unido, el mayor reinado colonialista e imperialista
del mundo podrido en todo lo usurpado, puedes despotricar a antojo se la
refanfinfla. Nunca sobre el pichón legado ”para la democracia”. También por
solidarizarte con los presos políticos y denunciar las condiciones en que se
encuentran muchos de ellos. Por hacer una película que no gusta al facha de
turno o por cantar canciones que a tal o cual partido le parecen delictivas y,
hasta por comer pipas en un parque (de Sevilla). Y, ya, lo absurdo del país del
todo es posible prohibir banderas republicanas “por herir la sensibilidad del
espectador” (según el rey), bufandas, lazos, gorras y camisetas` amarillas, que
no rojigualda, para entrar a un campo de fútbol. Leyes institucionales como la
monarquía. Reflejo de naturaleza aberrante de un sistema judicial que somete
contra derechos de libertad.
Lo de denunciar
judicialmente a unas chicas por hacer una demostración callejera de teatro
burlesco o satírico ya no es regresar a la edad media es volver a las cavernas.
Por mirar “mal” a un policía o guardia civil te pueden acusar de delito de
odio. Como si odiar fuera delito. Desde que la humanidad es conocida como tal
ha habido amor y odio. Siempre hemos odiado al que consideramos que hace
maldades que es malo con uno o con los demás. Odiar y amar son sentimientos.
Los policías odian a los obreros en huelga, asamblea y manifestación hasta
matar a palos, de un disparo, infarto, asfixia, revientan ojos, muslos y
cabezas a pelotazos sobre estudiantes y a todo lo que se les ponga por delante.
Las religiones dicen que hay que amar al prójimo (dicen) y son las que más
odian, han llamado y siguen llamando a las guerras contra los infieles. Los
militares son de la misma condición, odian al enemigo que en su 90% es el pueblo.
Los ricos odian a los pobres, no todos los pobres odian a los ricos. Los
“político-profesionales” se odian y aman entre sí, “los yanquis”, odian a todo
el mundo pero no todo el mundo odia a los yanquis.
Aclaratoria sobre
el informe de la Brigada anti-blasfemia “Operación Opus”
25.021 PERSONAS
IDENTIFICADAS en flamante delito de injurias y blasfemias: 20.021 a “Dios”,
5.000 a la “Virgen”. No fue posible identificar a la virgen ni a que dios se
referían. La brigadilla informa de que lo más probable es que sea a la virgen
de Begoña, por ser la más cercana. Dios, sí fue identificado, por ser uno, el
verdadero (¿Pero no son tres?) Claro que eso es otro asunto de la cuestión del
mismo asunto. Se omitió en el informe, las 56 veces que los funcionarios del cuerpo
santo de la seguridad del Estado, injuriaron y blasfemaron, durante su función
en Tajo Picapedrero.
PD.
En Egipto a las
bibliotecas se les llamaba ‘el tesoro de los remedios del alma’, porque curaban
el peor de los males: LA IGNORANCIA.
Maité Campillo
(actriz y directora de Hatuey` Teatro Indoamericano)
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