LAMENTO CANARIO
JM AIZPURUA
Ayer, el oasis periodístico
NACION CANARIA (que hace que a uno le apetezca levantarse
por la mañana) publicaba dos diferentes lamentos plenos de razón y canariedad:
eran del gran Anghel y del Movimiento UPC.
Como peninsular y vasco,
me siento aludido, dolido, impactado por un común lamento de incomprensión a la
indudable causa de la nación canaria, que desde periferia y meseta de la
península que compartimos con Portugal, Andorra y Gibraltar, es común
denominador de las izquierdas estatales. Es cierto: nadie hace nada por
Canarias y con lo de la hora menos y ahora con el 75% de descuento en vuelos,
que celebran con gozo todos los parados y los pensionistas de 6oo €, creen los
godos que ya se cumplió con las islas y que no protesten que los echamos y
volverán en pateras. ¡Que cruel opinión muy compartida en la derecha mesetaria!
Yo desde un
vasquismo atípico intento en este medio que otras naciones estatales y los
señoritos del Estado, comprendan la realidad canaria, su nacionalidad, su
situación colonial, su subdesarrollo europeo tras siglos de dominación
colonial, y principalmente su absurda Autonomía, creada para otros lares, y que
impide un abordaje a la complicada idiosincrasia del archipiélago que necesita leyes
propias y recursos suficientes para cerrar la brecha con Baviera, Euzkadi o
Cataluña, pues como europeos de la UE y por su potencial humano y geográfico,
tienen derecho a ello.
Vano esfuerzo pues no me hacen ni caso.
De siempre en la
lucha antifranquista y en la clandestinidad transicionista, lo canario era algo
desconocido por su lejanía y por que el MPAIAC iba muy por libre, mas unido a
lo africano que a lo peninsular. Esa inercia se ha mantenido en estos 40 años
de democracia y hay un muro de incomprensión mutua entre isleños y
peninsulares.
Confieso que yo no
tengo ni idea de como superar esa dicotomía sentimental, pues creo que la
educación y orientación de los actuales canarios les une a Europa mas que a
Marruecos y constituyen un apéndice africano de la UE. Pero ello debe darles
unos derechos para que su condición de lejanía y archipiélago no constituya un
impedimento para su desarrollo armónico con el resto de Europa.
Creo que lo que no
hagan por ellos los propios canarios: no lo hará nadie.
Ser canario, creer
en su nación colonizada, no es óbice para ser de derechas o creer en la
españolización como mejor camino de futuro; es opinable. Pero negar la
colonización o la nacionalidad canaria no es opinable, es la condición
necesaria para considerarse canario con dignidad.
El nacionalista
canario desde su condición nacional y colonial debe enfrentarse sin miedo al
futuro. Su reto está en que debe a sus descendientes el correcto enfoque del
futuro para que el bienestar social llegue a las islas. Nación, Estado, UE,
África, son grandes opciones necesitadas de consenso canario para negociar
desde el sentido propio y no desde las sobras autonómicas peleando con
Cantabria o Murcia. No somos lo mismo.
Y desde las
“históricas” Euzkadi, Galicia y Cataluña, debe asumirse que Canarias es la que
tiene una historia más dañada y reivindicadora, y la solidaridad con ella debe
ser una prioridad en sus planteamientos. No vale todos indepes y al vecino que
lo zurzan: así seguiremos bajo el señorito godo que nos lanzará migajas de su
mesa.
Podemos es algo que
aún escapa a la mano del señorito godo y puede dar un vuelco al enfoque
colonial mesetario, rompiendo con tradiciones absurdas y falsas de una nación
española, que se comió a las demás y hoy vemos que se le indigestaron. Pero si
no remamos todos a la vez, la barca seguirá inmóvil en la nada. Y M Punto tan
tranquilo haciendo caja registrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario