POR EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO
La legitimación de
estafadores y mentirosos en puestos de gobierno, se ha ido cristalizando en
estos años, ante los ojos de una ciudadanía mansa y obediente… se ha convertido
en indiscutible e inamovible la publicidad del delito elevado a categoría de tendencia
a seguir, a símbolo… la desmesura conforma el gran “proyecto” del tercer
milenio, en clave matrix… la transgresión del límite ha afectado no solo a la
ley, en forma de delito, sino también a la legitimación en forma de
deslegitimación.
Lo podemos apreciar
en el caso de los aportantes falsos o “truchos” como prefieran, a la campaña de
Vidal en la Provincia de Buenos Aires de la República Argentina.
Un acto de
corrupción flagrante, que deviene de la impecable investigación de Juan Amorín
un periodista del portal de noticias argentino‘El Destape’, quién ha trabajado
arduamente en seguir las huellas de la ruta M en lo referente a estos
aportantes, en muchos casos se habla de gente en estado de pobreza extrema y de
funcionarios en acto de Cambiemos.
Luego de semanas
sin dar explicación alguna, ante la presión de redes sociales, Vidal intentó
justificar lo injustificable y utiliza su primer fusible para despegarse del
acto de corrupción, que en España, por algo similar Rajoy tuvo que renunciar,
echando a la contadora Fernanda Inza, que había asumido en estos días… todo nos
lleva a creer que este “chivo expiatorio”, estaba al tanto del ilícito y
simplemente todo se suma al pliegue de espectáculo que lleva adelante este
gobierno, de simulación de simulacro, instalando la tan mentada ‘Posverdad’
como actos de gobierno a repetición. Muy pequeños, muy mezquinos, demasiado
oportunistas y especuladores, que han instalado la mentira de ninguna verdad
como “actos de gobierno” y de campañas permanentes proselitistas.
Enfrentar problemas
y crisis simuladas, presentadas por los mismos que los originan y perpetúan con
el único fin de disimular los verdaderos es la mejor manera de someter al
ciudadano al sistema imperante, empantanarse en sus trampas, lo cual servirá
para prolongar y legitimar las dificultades reales y concretas de las cuales
hay que liberarse y de las cuales el poder desea seamos cómplices.
De ahí se torna
vital tener en cuenta de que manera los gobiernos esclavos de la ideología
neoliberal pretende esclavizarnos, pues esta tendencia criminal no admite sino
una lógica, la de la ganancia privada a cualquier costo en vidas humanas
degradadas, envilecidas, dando a entender desde de la mentira de ninguna
verdad, algunos la denominan posverdad, ‘no existe otro camino’ frase célebre
de Macri, que cual ‘mantra’, replica en sus deprimentes Stans Up de Autoayuda…
deviene pensar, sin ser gran visionario, que nos están ordenando olvidar que no
hay otra vía de salida de este encierro a que nos ha condenado este sistema que
ser esclavos de esta oxidada ideología… y como la historia ya no es fuente de
creación y de memoria de mejores tiempos para este gobierno, entonces mejor
eliminarla.
Se ha impuesto una
ideología de la ganancia a cualquier costo, sin otro objetivo que la
omnipresencia del poder financiero ilimitado, que domina a quienes ejercen el
poder gubernamental de las naciones, que soportan lo insoportable, pero
“Calavera no chilla”, como dice el argot popular rioplatense.
Tengo una sensación
o tal vez un deseo no cristalizado, de que existe una conciencia pública
internacional antineoliberal, pero las estadísticas son manipuladas por los
mercenarios rentados que trabajan para las multinacionales y corporaciones
financieras… el recurso de este poder financiero, se basa en convencer a los
diversos grupos opositores, de que se encuentran aislados, de que es delirante
pensar en un mundo socialista, con igualdad de oportunidades para todos.
No importa si
millones de seres humanos quedan al borde del camino de la vida, naciones
enteras quedan exangües, agobiadas por la miseria, luego del tránsito de estas
súper estrellas del asesinato a sangre fría, de la especulación a la carte… no
les importa nada de que se trate de vidas humanas arrastradas por este
paroxismo psicótico, vidas humanas arrastradas por la crueldad de estos
gobernantes, ¿incoherentes? en su frialdad en el instante preciso de eliminar
sueños y esperanzas para pueblos enteros, sumidos en la depresión y la
tristeza, agobiados y sin energías para resistir, pues todo ha sido tomado.
La Declaración de
los Derechos Humanos, hoy, son una mera utopía delirante… pero son inefables a
la hora de justificar ausencias e injusticias, son un buen marco que sirve como
decorado para los cínicos gobernantes. Y deviene pensar que todas las naciones
que firmaron la Declaración de los Derechos humanos, el 10 de diciembre de 1948
han cometido perjurio.
La elección de las
prioridades determina lo que es posible… pero estas se inclinan hoy hacia el
porno, la prostitución real y virtual, la frivolidad ‘tonta’ como modo de vida
gourmet, las especulaciones que interesan a una banda de “parásitos”, ocupando
puestos de poder. Un sistema de oligarcas y totalitarios, en ideología, les ha
dado espacio para, en un clima de silencio, dejar bien sentado que el rechazo a
la realidad, asimila a los pueblos a un futuro inexistente, salvo en el
universo de las redes sociales, que actúan como panacea masturbatoria,
rechazando de manera explícita la relación natural y carnal, que deberían mantener
las personas, con pasión y sensibilidad en acto.
El culto y la
transgresión del límite, es un culto a la ley, convertida en corteza que
legitima el delito, bajo la sombra de una justicia espectral.
El desapego y
desidia al “deber ser”, se han impuesto de manera concreta y brutal, hasta el
punto en que si intentamos intervenir para frenar el atropello a que estamos
expuestos, caemos en la cuenta de que todo se ha instalado hace tiempo. Han
evacuado de antemano el sentido de la protesta y el contragolpe constitutivo de
discontinuidad, que podía habernos librado de todo el paroxismo, que soportamos
los que no aceptamos bajo ningún aspecto el delito elevado a deidad y símbolo.
Más que encontrarnos ante un hecho consumado, estamos encerrados en él.
No obstante,
seguimos intentando de remendar un sistema perimido, que ya no funciona, pero
al cual hacemos responsable de los apocalipsis cotidianos a los cuales
asistimos cotidianamente, devenidos en verdad por la instauración de un sistema
nuevo, omnipresente y omnipotente, legitimado en la ubicuidad de su
invisibilidad… un sistema perverso y pervertido que fomenta la prolongación del
engaño y la mentira.
Como quiera que
haya sucedido, se trata de una verdadera revolución que ha logrado arraigar el
sistema neoliberal potencializado, dándole carnadura, activándolo y volviéndolo
capaz de invalidar cualquier otra lógica que no se la suya, convertida en el
tan mentado “pensamiento único”, vacuo y sin sentido vital… es un régimen
nuevo, regresivo, inquisitivo, un retroceso a las concepciones medievales, de
esclavitud y sojuzgamiento total y absoluto.
¿No es sorprendente
que en un país donde la miseria es indisimulable y creciente, el gobierno es
insensible e ignorante del estado de indigencia de los habitantes, se siente
orgulloso de sus “comedores populares” (cuya existencia misma constituye una
acusación), se atreve a proclamar que en un futuro ‘incierto’, será uno de los
países más prósperos del planeta?, ¿y no es sorprendente que en ese país se ha
deteriorado sin cesar los servicios de salud pública, educación y el déficit
del Estado aumenta sin cesar?
La actitud
represiva, como negación de la naturaleza, sólo puede organizarse sobre la
muerte y el miedo, contra la sumergida y oscura moralidad de los
acontecimientos. Es hora de salir del miedo y la timidez del gozne,
construyendo un gran relato, con verdad de la historia, en teoría y acto.
Hoy se impone
recomenzar el tiempo de una narración, del proceso de liberación, aún
pendiente, pues todos estos elementos construyen ese mosaico sobre cuya base se
puede volver a contar una historia de liberación que es absolutamente
necesaria, ante la crisis del sentido y la realización del simulacro como modo
de vida.
Mientras tanto
sigan soportando a la “nueva especie” que detenta la política: psicópatas que
dirigen países como corporaciones. ¡Bienvenidos al Neo-Estado-Corporación!:
“Calavera no chilla”.
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