Páginas

lunes, 6 de noviembre de 2017

CATALUÑA SE FUE

CATALUÑA SE FUE
FRANCISCO J. CASTRO*
Cataluña se ha ido por hechos consumados. Da igual que metan en la cárcel a sus dirigentes políticos. Eso no va a frenar los hechos consumados, y este conflicto va para largo, a pesar de la propaganda del PP de que todo ha vuelto a la normalidad. Pero, ya se sabe que nos toman como si fuéramos es tubo de escape. Y si hay que buscar culpables, encuentro a dos principales, el anterior presidente del Gobierno, ZP, que puso a España como a un solar: “SE VENDE”, y al actual, Rajoy, cuya especialidad es hacer “NADA”, y el que hace nada obtiene nada, y el único “mérito” que le podemos reconocer es haber puesto a un vampiro en Hacienda, aparte de ser servil de Merkel.
Este conflicto ha sido penosamente mal gestionado por ambas partes, por los políticos de la independencia y por los llamados constitucionalistas. En el primer caso, porque no es legítimo declarar la independencia de forma unilateral, con menos de la mitad de los votos del pueblo y solo con la mayoría parlamentaria. ¿Y qué pasa con la más de la mitad de los votos que no quieren la independencia? En el segundo caso, porque el Gobierno del PP, con aquella mayoría de 2011, lo único que hizo fue pasar el rodillo sin tener en cuenta a nadie, y ahora, que busca apoyos con el único objetivo de aferrarse al poder, el problema ya se le ha ido de las manos.
Rajoy ha dejado en manos de los tribunales competencias que no le son propias, precisamente para no mojarse las manos y seguir haciendo nada, o lo menos posible. Los independentistas que están en la cárcel no lo están por sus ideas, como dicen algunos: “presos políticos”. En España no hay presos políticos. Están porque presuntamente no han cumplido la ley y tienen otros supuestos delitos a su cargo, como malversación de dinero público. No quiero entrar en estos detalles porque ya se ha hablado mucho en los culebrones de la prensa.
Y el verdadero problema es el de los hechos consumados; el verdadero problema está en Cataluña. Los ciudadanos partidarios del SÍ dan por hecho que están fuera de España, y no pocos cargos públicos de ayuntamientos han declarado en la prensa que no piensan obedecer las leyes que vengan de Madrid. Y, está en Cataluña porque hoy es una comunidad dividida, con familias rotas, con caceroladas de madrugada, con comerciantes que no saben qué camino tomar, con un presente y futuro incierto, etcétera. El problema no está principalmente en los políticos, que también, con su propaganda y sus decisiones particulares, sino en los ciudadanos, ¿qué camino van a tomar?, que como siempre pagamos por lo que hacen los políticos irresponsables, a los que solo les interesa el poder. Esas familias catalanas que ya ni se hablan; esos comerciantes que ya no saben dónde tributar, porque si lo hacen en una Hacienda no lo hacen en la otra y siempre tendrán la amenaza de la sanción. No es un conflicto, es un verdadero caos. Y el problema no está en los actuales políticos independentistas, porque podrán meter en la cárcel a algunos, pero vendrán otros.
Las ansias de la independencia, desde ZP, para no irnos más atrás y no alargarnos, están tan asentadas en buena parte de la sociedad catalana que ya es imposible volver atrás. Entonces, cuál es la solución. Es difícil saberlo, pero se me ocurren dos: unas elecciones autonómicas, en las que el pueblo catalán acepte el resultado de forma pacífica, pero no en diciembre (demasiado precipitado y con el ambiente caldeado); y el diálogo, esa palabra manida que no se ha puesto en práctica. Quizá el diálogo hubiera evitado el peor problema: la ruptura social y la ruptura del bien común.
*Periodista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario