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domingo, 6 de agosto de 2017

¿QUIÉN LE DIO A EEUU EL DERECHO DE SER EL GENDARME, VERDUGO Y JUEZ DEL MUNDO?

¿QUIÉN LE DIO A EEUU EL DERECHO DE SER EL GENDARME, VERDUGO Y JUEZ DEL MUNDO?

HERNÁN MENA CIFUENTES
EEUU convertido en gendarme y verdugo del planeta invade y sojuzga países con sus guerras de conquista, y como juez, aplica sanciones violando el derecho internacional, normas éticas y principios morales a gobiernos cuyos líderes y pueblos dignos como el venezolano se niegan a ser sus lacayos, no como lo hacen esos gobernantes de Estados vasallos que sumisos se postran a los pies de su amo.
Nadie le dio ese derecho a EEUU, se lo otorgó el mismo por la pseudo autoridad que le dio la soberbia y prepotencia de la fuerza y el poder que una vez tuvo hasta hace poco, como el imperio más poderoso de la historia y que fue perdiendo a medida que iba desatando más guerras y otras agresiones que por las derrotas sufridas minaron la moral de su ejército y la economía de su pueblo.
Como el brutal bloqueo económico, político, comercial y financiero que hace más de medio siglo impuso a Cuba junto con una invasión de mercenarios y como la salvaje guerra de la “Contra” y el minado de los puertos que después lanzó contra Nicaragua, agresiones que solo el coraje y la fiera resistencia con que las enfrentaron sus pueblos pudieron ser derrotadas.
Pero el Imperio no aprende las lecciones de la historia y vuelve a cometer los mismos errores, esta vez sancionando a Rusia, a Irán, a Corea del Norte y el más grave de todos, amenazando a China por negarse a sancionar a Pyonyang por las pruebas de misiles balísticos que realiza en defensa de su integridad territorial tras desarrollar sus propias armas nucleares, neutralizando así la amenaza del terror atómico que EEUU le impuso durante 64 años.
Pero es Venezuela, después de haber fracasado el golpe de Estado continuado de más de 18 años que EEUU y esos lacayos, gobernantes de una decena de Estados vasallos europeos, 13 latinoamericanos y una caterva de apátridas criollos, el país al que con mayor odio y saña el Imperio y sus secuaces decidieron aplicar sanciones con único propósito de destruir la Revolución Bolivariana.
Lo decidieron cegados por el odio y la ira, porque su pueblo, libre y soberano, desafiando sus amenazas, la lluvia y el sol ardiente, sus barricadas en pueblos y ciudades, caminando por trochas, atravesando ríos, remontando montañas y cuanto obstáculo se impuso en su camino, llegó el domingo en avalancha humana hasta los centros de votación para depositar los 8.089.320 votos, que dieron nacimiento la Asamblea Nacional Constituyente.
Y mientras el pueblo, entre bailes y cantos desbordaba su alegría en las calles, plazas y hogares de Venezuela por el exitoso resultado de esas elecciones las que arrojaron el mayor número de sufragios y porcentaje de participación del patrón electoral de la historia comicial de Venezuela, la rabia y el deseo de venganza aumentaba en las frustradas y desoladas almas de esos miserables que lamían las heridas del fracaso.
“No aceptamos esa fradulenta Constituyente”, fue lo primero que dijeron desde Washington sus autoridades, negando cínicamente la transparencia de unas elecciones celebradas en el marco de un proceso técnicamente considerado por los expertos uno de los más perfectos e idóneos del mundo, muy superior al de EEUU donde el perdedor de los comicios como ocurrió en el último, los gana.
Y de inmediato procedieron a ejecutar las sanciones anunciadas, entre ellas, la ridícula decisión de imponerle una muy personal al mandatario venezolano, como confiscar los inexistentes bienes que según aseguran posee en EEUU, además de prohibirle a sus ciudadanos hacer negocios con el Presidente-Obrero, como si a él le interesara hacerlo, ya que está dedicado a tiempo completo buscando el mayor grado de felicidad posible para su pueblo.
Como haberle entregado hace pocos días la vivienda número 1.700.000 a una familia venezolana, una solución habitacional dotada como todas las entregadas, de todos los servicios, mobiliario, equipos y artefactos de línea blanca y marrón, que solo la Gran Misión Vivienda Venezuela ha sido capaz de hacerlo en todo el mundo.
Como la Misión Robinsón I, II y III que sacó de las tinieblas de la ignorancia a más de 2 millones de analfabetas, y llevó a esos y millones más de venezolanos a graduarse como bachilleres y luego pasar a las universidades de las que han egresado millones de profesionales y cada día ingresan más.
Como la Misión Milagro, que han devuelto la visión a millones, no solo de venezolanos sino a ciudadanos de otros pueblos hermanos mediante cirugías totalmente gratuitas realizadas por oftalmólogos cubanos y venezolanos que les operaron de cataratas y de otras problemas visuales, así como las mas de 30 misiones similares que contribuido al desarroillo y bienestar de la familia venezolana.
Pero, ¿Qué sabe de solidaridad humana un imperio egoísta, donde rige el Capitalismo salvaje dedicado a la explotación del hombre por el hombre, donde los DDHH , como la Libertad y la igualdad racial, son una ficción, porque allí los policías blancos asesinan a un negro todos los días; la población penal es la mayor del mundo y la mayoría de los presos son afroamericanos y latinoamericanos
La misma situación o peores condiciones presentan los Estados vasallos imperiales como Argentina, Colombia, España, Honduras, México, Panamá, Perú, Paraguay y otros lacayos como ellos donde desigualdad propiciada por la pobreza, el, racismo, el hambre, la ignorancia, la enfermedad y demás plagas sociales allí existentes, acompañadas de violencia irrefrenable propiciada por la corrupción y el narcotráfico cobran todos los días miles de vidas inocentes.
¿Y en en vez de enfrentar y buscar con decisión solución a esos problemas que están destruyendo el tejido social de esas naciones, que han hecho sus sumisos y obedientes lacayos, después que su amo impuso esas sanciones al Presidente Maduro y a varios altos funcionarios del gobierno venezolano?.
Hacer lo que hacen siempre: seguir su ejemplo, y en vergonzoso coro, imitando a su amo, desde Europa y América Latina dejaron oír sus voces de Judas y Caínes diciendo que no aceptaban la Asamblea Nacional Constituyente aprobada por un pueblo digno y soberano, muy diferente a ellos que son unos sumisos y obedientes vasallos.
Y no se quedó allí el accionar de esa horda de cobardes, pues como su amo, tuvieron la insolencia de exigirle al gobierno bolivariano la inmediata libertad de los autores de “La Salida· la sangrienta intentona golpista que en 2014 dejó 43 muertos y centenares de heridos, decenas de ellos discapacitados de por vida.
Se trata de Leopoldo López, que junto con María “Malinche”Machado y Antonio Ledezma, a quien también el gobierno revocó la medida de hogar por cárcel de que gozaban, por violar expresas condiciones de la misma, como la prohibición de realizar llamados a la violencia de la insurrección armada que en los últimos 4 meses dejó más de 120 muertos, 28 quemados vivos por los sicarios que la MUD contrató pagándoles con drogas y dinero.
En cualquier lugar del mundo, especialmente en EEUU y Europa, un llamado ese, la ley lo castiga severamente, pero para las torcidas mentes de los gobernantes del Imperio, del viejo continente, de los presidentes y ex mandatarios europeos y latinoamericanos, sus embajadores en la OEA y para los apátridas criollos, el hecho de haber sido perpetrado en Venezuela, es todo lo contrario un “acto de heroísmo” y no lo que es, un delito grave.
Afortunadamente, Venezuela no está sola, cuenta con la solidaridad y apoyo incondicional de la inmensa mayoría de los pueblos y gobiernos progresistas y revolucionarios del planeta y de las grandes organizaciones internacionales como NOAL (No Alineados); los 77 más China; el ALBA; La Comunicad de Estados del Caribe; Bolivia, Cuba, Ecuador, El Salvador y muchos mas que la defienden porque saben que su causa es noble y es justa.
Y mientras eso ocurre, China, el país más poblado del planeta y Rusia, la nación del mundo con mayor extensión territorial, y cuyos ejércitos, como el Ejército venezolano “Forjador de Libertades han liberado pueblos oprimidos por imperios, rechazan y condenan las ilegales e ilegítimas sanciones impuestas a la Patria de Bolívar.
Dos países que no desatan guerras de conquista, dedicados a promover el progreso y desarrollo de sus pueblos y con ese objetivo suscriben tratados justos y equitativos con otras naciones, no como los leoninos y anexionistas TLC firmados por EEUU, con los que, en complicidad con corruptos y traidores gobernantes como los de Colombia y México saquean los recursos naturales de sus pueblos.
Coinciden ambas naciones al afirmar que las medidas aplicadas tanto a ellos como a Venezuela, son ilegítimas e ilegales, que se trata de aberraciones jurídicas por ser extraterritoriales, por lo cual han expresado su más enérgico rechazo y condena a las mismas y su solidaridad con el país de la Revolución Bolivariana.
En tal sentido han sentado posición sobre las mismas, y en tono sereno pero firme le han manifestado a EEUU y a sus vasallos que dejen su intervencionismo contra al pueblo venezolano y le elegir libre y soberanamente su destino. “A buen entender, pocas palabras”, diría un aficionado a interpretar refranes.

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