COALICIÓN MILITAR CONTRA TERRORISMO DE ESTADOS UNIDOS
LUIS PINO
Existen
conductas miserables de la condición humana manifiestas en la diplomacia
occidental, cuando el gobierno estadounidense y su gentilicio asesinan a todo
un Pueblo, invaden naciones para robarse sus riquezas y extender sus dominios
territoriales y cuando individuos, pueblos o gobiernos representan una amenaza
para sus fines hegemónicos de amo y señor del planeta tierra.
Esas
conductas abyectas occidentales de la rancia diplomacia son: callar ante la amenaza que representa el
avasallamiento prepotente del imperio estadounidense; expresar palabras vacías
de “preocupación ” y “control de daños” cuando ya los Estados Unidos de
Norteamérica (EEUU) ha asesinado y saqueado, bajo cualquier excusa y; lo peor,
legitimarle sus actos terroristas, como los perpetrados contra Siria, desde
financiar a los grupos terroristas y extremistas como el EI, al igual que a los
grupos de oposición, robarse el petróleo y gas de Siria, en complicidad con
Turquía y el ISIS, para venderlo en el mercado negro a los aliados de la OTAN y
boicoteando el precio internacional del barril de petróleo, para quebrar
economías, como la venezolana, hasta asesinar a una población con armas
químicas, como excusa para atacar con cohetes, bases militares y cualquier
espacio territorio de la nación árabe y de Siria, en especifico y en esta
circunstancia, violentando su soberanía, como acaba de suceder, cuando ya el
gobierno que preside Bashar al Assad había logrado derrotar y arrinconar a los
terroristas del ISIS, gracias a todo el apoyo decidido del gobierno ruso, que
preside Vladimir Putin, entre otros gobiernos vecinos, como el iraní, que jamás
han hecho comparsa al terrorismo estadounidense.
En
fin, hemos llegado aun punto crucial, en el que el guapetón genocida imperial
decidió entrar en Siria, asesinando y destrozando, con el pasmoso celestinaje
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde además
de ejercitar la diplomacia del micrófono, ésta sólo sirve para adocenar
a los gobiernos del mundo y subordinarlos.
Ahora
bien, el surgimiento del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar ha de servir
para percatarnos de varias realidades y dar un giro en la forma en cómo se
enfrenta el terrorismo estadounidense y el de sus aliados y súbditos
imperiales.
En
primer orden, debemos tomar en cuenta que el decadente imperio estadounidense,
sus aliados y súbditos imperiales, no son mayoría en el mundo y todo su poderío
bélico puede ser aplastado, si conformamos inmediatamente una coalición militar
única, con los gobiernos del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), que
pudiera contar en su seno, con China,
Rusia y Corea del Norte, más todos los países que están dispuestos a defender
su soberanía y que cuentan con las mayores reservas energéticas del mundo.
Está
claro que si no luchamos con el criterio de vencer y no morir en el intento, el
gobierno imperial seguirá acabando con el planeta y,ahora, con mayor ahínco
genocida, gracias a la presencia del retroconservador bufón del Departamento de
Estado, Donald Trump.
Se
trata además, de definir una potencia de paz y salvación del planeta, con
suficiente fuerza bélica que haga morder el polvo a los norteamericanos que
salgan de su tierra con intenciones de asesinar por todo el mundo. Se trata
también, de detener el genocidio, que tanto el gobierno estadounidense, como
sus aliados de la OTAN, vienen perpetrando para acabar con pueblos enteros,
como la razzia que adelantan los
judeosionistas contra Palestina y en este lado de la América Latina, la
incursión armada que en poco tiempo, en cualquier momento,van a ejecutar contra la República Bolivariana de
Venezuela, con la misma intención de
derrocar al Presidente Nicolás Maduro, liquidar la revolución bolivariana,
socialista y chavista, así como lo están intentando en este momento contra el
presidente sirio, Bashar al Assad y su Pueblo.
Estamos
en la oportuna situación en la que si nos integramos en una fuerza militar
contra el terrorismo estadounidense, podremos empezar a consolidar el nuevo
mundo y la potencia de paz y ecosocialista. De lo contrario, seguiremos
contando muertos, mientras que el gobierno estadounidense seguirá
parasitándonos y oprimiendo a los débiles.
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