POR: EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO
La
vida amorosa y la trama de sus incidentes son hoy de una increíble futilidad
para quienes ostentan el poder y sus súbditos. Han marginado el amor al
territorio de lo “inexpresable” y del “silencio”. Creo, y he creído siempre,
que la renuncia al amor se base o no en un pretexto de tipo ideológico, es uno
de los grandes crímenes que en el curso de su vida pueda cometer un hombre
dotado de todos sus elementos constitutivos: sensibilidad, instinto y
sabiduría, cuidando de sí, en el espacio que nos ofrece la radicalidad del
amor.
Si
existe “algo” que parecía haber escapado hasta hace unos años a todo intento de
reducción, haber resistido a los más grandes dictadores de tendencias y
pesimistas, este “algo” era el amor: único sentimiento que puede reconciliar a
cualquier ser, temporalmente o no, con la idea de la vida y su sentido.
El
discurso del amor pareciera hoy estar divorciado de la existencia de los
pueblos, exiliado e instalado en un espacio de soledad extrema, en un Gulag
metafórico. Un discurso despreciado a veces, ignorado otras, sin práctica en
las nuevas generaciones abandonadas a relaciones sistemáticas de alienación en
un consumismo extremo, cual norma y regla de existencia.
Se
trata de preparar nuestras cuerpos y mentes para el combate vital por la
lucidez, y eso significa que hay que estar siempre buscando cómo conocer el
propio acto de sentir y conocer, haciendo de lado privilegios que reciben
funcionarios bien rentados e incapaces, traidores y desamorados, que ya no se
representan ni a sí mismos, en nombre de la democracia y el orden vetusto que
ya no tiene espacio para quienes somos herederos legítimos de una tradición en
la que el conocimiento implica responsabilidad y el pensamiento tenga un sitio
de honor en la vida de nuestra comunidad y el amor anime cada acto de vida.
En
antípodas al amor y su discurso, abandonado, ignorado, hoy se impone la
simulación, el desparpajo y el autoritarismo, cual norma de comportamiento del
gobierno de Macri y su corte de los milagros, la mentira de ninguna verdad, que
dicta y rige en Argentina… deviene preguntarse, ante la alternativa y
alteridad, en la urgencia del momento que vive este país, por qué debe acatarse
la mentira y la farsa que reinan en Argentina, cual rutina de vida. No
olvidemos jamás que los pueblos sin memoria llegan a ser sojuzgados por
mononeuronales devenidos en dictadorzuelos… y de un modo u otro son cómplices
del fraude, la corrupción, la estafa, la pérdida del sentido y destino de la
vida, como era concebida en tiempos de amor y rosas.
Es
a través de la noticia y la opinión periodística excluyente, como el hoy
agigantado poder de los medios y redes busca incidir en la sociedad,
enarbolando supuestos principios de “libertad informativa” y “veracidad” que,
por lo menos en Argentina insisten en un ejercicio de la información sin
cortapisa y en la crítica, como método de “independencia” y “liberación”, ante
el espectador despistado, “blanco móvil” de los medios, que se han convertido
en fines.
Este
tema acuciante, el de la voluntad del pueblo manipulada, opera en la
construcción de una existencia en los bordes, en búsqueda aparente de una
“coherencia” inexistente, basada en la ficción del simulacro del presente
desamorado.
Un
claro ejemplo del simulacro en acto, lo da el lema de “Cambiemos”, pues
Mauricio Macri deviene en “menos de lo mismo”, con el aditamento del
resentimiento, la envidia y la vacuidad infiltrados en sus repertorios
funestos… no se avizora ningún cambio, sólo desolación y tristeza, ‘maestros
mal pagos bajo la molienda infame del verbo y el predicado’… a pesar de los
degradantes y ridículos discursos, que intentan justificar lo injustificable,
lanzados por el mismo Macri y sus asesores rentados, con animosidad
indisimulada de enterrar todo ideal de libertad e independencia para un pueblo.
Asesores
rentados, que manifiestan a viva voz los tiempos de cambio que se soportan en
este presente espantoso que el gobierno de Macri nos impone… demasiado
soberbio, leve y falaz, al momento de lanzar balbuceante frases de barricada
new-age, mestizadas y domésticas; demasiado cretino pedir paciencia cuando el
hambre y la ausencia de techo y trabajo la sufren hoy millones… en nombre ¿de
qué?, ¿de quién?
Las
convicciones solo resultan creíbles cuando se fundan en una trayectoria. No
ignoró jamás que el riesgo al silencio es infinitamente mayor que el riesgo de
la palabra, que no debe desaparecer en su función vital de “decir algo”, a
pesar de todos los obstáculos y riesgos que ello implica en este mundo, violentamente
afectivo el asumir dicha función en este momento crítico, en la historia de
Argentina, es de vital importancia, pues, asumo ese riesgo…
Mantener
el equilibrio, en distancia y lograr cierto objetivismo se impone ante la
desmesura triunfalista que se palpita, en el optimismo que irradian los medios
esclavos y en los fans de Macri y compañía.
Los
adversarios de la autodeterminación e independencia de los pueblos, han sido
siempre los medios maniqueístas, conformados por informantes rentados con tendencias
dogmáticas anoréxicas, que junto al aditamento de lo falaz y la ausencia de
vocación por decir la verdad, articulan sus periódicos apuntalados por
demasiados aliados, demasiados recorridos seguros dentro de las distintas
ciudadelas del poder, sin riesgo alguno en ser excluyentes, aún en detrimento
de sus fieles lectores, imbuidos de la influencia ultraliberal globalizada.
Creo, no se ignoran los nombres de estos medios del pensamiento único, la
“prensa negra” a la que me refiero, en ambas márgenes del Plata, que tanto daño
hace y han hecho en nuestras tierras.
Ha
llegado la hora en que las ideas y los ideales enamorados, sean puestos en
práctica por quienes aún los conservamos, a favor del pluralismo y el disenso.
Borrando de la triste historia de la comunicación en Argentina “la información
monolítica” que tantas víctimas ha cobrado en su accionar artero y censor (me
cuento entre sus víctimas), al servicio de los sicarios de la comunicación de
masas en tiempos de dictaduras y democracias procedimentales. Siempre a favor
de las corporaciones empresariales con la anuencia de una burguesía estúpida, e
ignorante, carente de pasiones y de discursos asimilados a un presente que no
admite dilaciones. Mas la vida camina por otros senderos donde la libertad y la
verdad tienen una contra-cara, con cuota de placer legítimo, un mundo donde los
ángeles son ángeles y la basura sólo basura.
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