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domingo, 26 de marzo de 2017

“INTERLUDIO”



“INTERLUDIO”
POR: EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO
La vida amorosa y la trama de sus incidentes son hoy de una increíble futilidad para quienes ostentan el poder y sus súbditos. Han marginado el amor al territorio de lo “inexpresable” y del “silencio”. Creo, y he creído siempre, que la renuncia al amor se base o no en un pretexto de tipo ideológico, es uno de los grandes crímenes que en el curso de su vida pueda cometer un hombre dotado de todos sus elementos constitutivos: sensibilidad, instinto y sabiduría, cuidando de sí, en el espacio que nos ofrece la radicalidad del amor.

Si existe “algo” que parecía haber escapado hasta hace unos años a todo intento de reducción, haber resistido a los más grandes dictadores de tendencias y pesimistas, este “algo” era el amor: único sentimiento que puede reconciliar a cualquier ser, temporalmente o no, con la idea de la vida y su sentido.

El discurso del amor pareciera hoy estar divorciado de la existencia de los pueblos, exiliado e instalado en un espacio de soledad extrema, en un Gulag metafórico. Un discurso despreciado a veces, ignorado otras, sin práctica en las nuevas generaciones abandonadas a relaciones sistemáticas de alienación en un consumismo extremo, cual norma y regla de existencia.

Se trata de preparar nuestras cuerpos y mentes para el combate vital por la lucidez, y eso significa que hay que estar siempre buscando cómo conocer el propio acto de sentir y conocer, haciendo de lado privilegios que reciben funcionarios bien rentados e incapaces, traidores y desamorados, que ya no se representan ni a sí mismos, en nombre de la democracia y el orden vetusto que ya no tiene espacio para quienes somos herederos legítimos de una tradición en la que el conocimiento implica responsabilidad y el pensamiento tenga un sitio de honor en la vida de nuestra comunidad y el amor anime cada acto de vida.

En antípodas al amor y su discurso, abandonado, ignorado, hoy se impone la simulación, el desparpajo y el autoritarismo, cual norma de comportamiento del gobierno de Macri y su corte de los milagros, la mentira de ninguna verdad, que dicta y rige en Argentina… deviene preguntarse, ante la alternativa y alteridad, en la urgencia del momento que vive este país, por qué debe acatarse la mentira y la farsa que reinan en Argentina, cual rutina de vida. No olvidemos jamás que los pueblos sin memoria llegan a ser sojuzgados por mononeuronales devenidos en dictadorzuelos… y de un modo u otro son cómplices del fraude, la corrupción, la estafa, la pérdida del sentido y destino de la vida, como era concebida en tiempos de amor y rosas.

Es a través de la noticia y la opinión periodística excluyente, como el hoy agigantado poder de los medios y redes busca incidir en la sociedad, enarbolando supuestos principios de “libertad informativa” y “veracidad” que, por lo menos en Argentina insisten en un ejercicio de la información sin cortapisa y en la crítica, como método de “independencia” y “liberación”, ante el espectador despistado, “blanco móvil” de los medios, que se han convertido en fines.

Este tema acuciante, el de la voluntad del pueblo manipulada, opera en la construcción de una existencia en los bordes, en búsqueda aparente de una “coherencia” inexistente, basada en la ficción del simulacro del presente desamorado.

Un claro ejemplo del simulacro en acto, lo da el lema de “Cambiemos”, pues Mauricio Macri deviene en “menos de lo mismo”, con el aditamento del resentimiento, la envidia y la vacuidad infiltrados en sus repertorios funestos… no se avizora ningún cambio, sólo desolación y tristeza, ‘maestros mal pagos bajo la molienda infame del verbo y el predicado’… a pesar de los degradantes y ridículos discursos, que intentan justificar lo injustificable, lanzados por el mismo Macri y sus asesores rentados, con animosidad indisimulada de enterrar todo ideal de libertad e independencia para un pueblo.

Asesores rentados, que manifiestan a viva voz los tiempos de cambio que se soportan en este presente espantoso que el gobierno de Macri nos impone… demasiado soberbio, leve y falaz, al momento de lanzar balbuceante frases de barricada new-age, mestizadas y domésticas; demasiado cretino pedir paciencia cuando el hambre y la ausencia de techo y trabajo la sufren hoy millones… en nombre ¿de qué?, ¿de quién?

Las convicciones solo resultan creíbles cuando se fundan en una trayectoria. No ignoró jamás que el riesgo al silencio es infinitamente mayor que el riesgo de la palabra, que no debe desaparecer en su función vital de “decir algo”, a pesar de todos los obstáculos y riesgos que ello implica en este mundo, violentamente afectivo el asumir dicha función en este momento crítico, en la historia de Argentina, es de vital importancia, pues, asumo ese riesgo…

Mantener el equilibrio, en distancia y lograr cierto objetivismo se impone ante la desmesura triunfalista que se palpita, en el optimismo que irradian los medios esclavos y en los fans de Macri y compañía.

Los adversarios de la autodeterminación e independencia de los pueblos, han sido siempre los medios maniqueístas, conformados por informantes rentados con tendencias dogmáticas anoréxicas, que junto al aditamento de lo falaz y la ausencia de vocación por decir la verdad, articulan sus periódicos apuntalados por demasiados aliados, demasiados recorridos seguros dentro de las distintas ciudadelas del poder, sin riesgo alguno en ser excluyentes, aún en detrimento de sus fieles lectores, imbuidos de la influencia ultraliberal globalizada. Creo, no se ignoran los nombres de estos medios del pensamiento único, la “prensa negra” a la que me refiero, en ambas márgenes del Plata, que tanto daño hace y han hecho en nuestras tierras.

Ha llegado la hora en que las ideas y los ideales enamorados, sean puestos en práctica por quienes aún los conservamos, a favor del pluralismo y el disenso. Borrando de la triste historia de la comunicación en Argentina “la información monolítica” que tantas víctimas ha cobrado en su accionar artero y censor (me cuento entre sus víctimas), al servicio de los sicarios de la comunicación de masas en tiempos de dictaduras y democracias procedimentales. Siempre a favor de las corporaciones empresariales con la anuencia de una burguesía estúpida, e ignorante, carente de pasiones y de discursos asimilados a un presente que no admite dilaciones. Mas la vida camina por otros senderos donde la libertad y la verdad tienen una contra-cara, con cuota de placer legítimo, un mundo donde los ángeles son ángeles y la basura sólo basura.


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